La Publicación original en inglés se encuentra en la página de Facebook de Diana Gabaldon
Traducción: Patricia Ransom.
©DIANA GABALDON
«A pesar de toda la charla y las perspectivas preocupantes sobre el futuro inmediato, Jamie se encontró a sí mismo mostrando más atención a la cara de Washington que a lo que decía, tomando nota de cómo hablaba y como se desenvolvía para poder contárselo a Claire. Hubiera deseado poder contárselo a Brianna; ella y Roger Mac a menudo especulaban sobre cómo serían conocer a alguien como Washington- aunque habiendo conocido a un gran número de gente famosa él mismo, le había dicho que esa experiencia resultaría seguramente una decepción
Debía reconocer que Washington sabía lo que hacía, escuchó más de lo que habló y cuando habló, fue al grano. Dándose aires de autoridad relajada, a pesar de que estaba claro que el actual proyecto le emocionaba mucho. Su rostro estaba muy marcado por la viruela y estaba lejos de ser guapo, pero tenía en gran medida dignidad y presencia.
Su expresión se había vuelto muy animada, incluso llegó a reírse de vez en cuando, mostrando el mal estado de sus dientes manchados. Jamie estaba fascinado; Brianna le había dicho que eran falsos, hechos de madera o de marfil de hipopótamo, y tuvo un recuerdo repentino de su abuelo, el viejo zorro había tenido una dentadura de madera de haya. Jamie las había echado al fuego durante una discusión en Beafort Castle, y sólo por un instante se trasladó allí, oliendo el humo de turba y el asado de carne de venado, sintió el cosquilleo de alarma en el cuerpo al verse en ese momento rodeado de parientes que podrían matarlo.
Regresó igual de repente al presente, entre Lee y el viejo Dan, oliendo a sudor y regocijo y sintiendo a su pesar el creciente entusiasmo que se empezaba a filtrar en su sangre.
Esto le produjo una extraña sensación en su estómago, al estar sentado a corta distancia de un hombre que no conocía en absoluto, pero sobre el que conocía más cosas que el propio hombre.
Se había sentado con Charles Stuart muchas tardes, sabiendo y creyéndose lo que Claire le había contado que pasaría con él. Pero aún así....... Cristo le había dicho al incrédulo Tomás "Bienaventurados aquellos que sin ver han creído" Jamie se preguntó por aquellos que han visto y están obligados a vivir con el resultado de su conocimiento. El pensó que "bienaventurados" no era la palabra correcta.»
Hola ! gracias por el adelanto, me encanta la manera de pensar de Jamie, leer sus pensamientos siempre es una delicia. Gracias por poner este adelanto. Ahora tengo que juntar coraje para ver que recortaron de los recuerdos de Roger sobre su mamá =P
ResponderEliminarNatyL