30 de abril de 2020

#DailyLine (ADELANTO) Libro 9. Ian Mohr, hombre sabio

Fuente/Source: Diana Gabaldon


Pasaron junto a un grupo de hombres, cerca de veinte, con el rostro desdibujado debajo del alero de sus sombreros, pero la luna iluminó una pálida nube del polvo que levantaron sus botas, lo que les hacía ver como si caminaran con niebla creciente hasta la rodilla.  Eran escoceses-irlandeses, hablando en voz alta, notablemente ebrios y discutiendo entre ellos, por lo que Jamie e Ian los pasaron sin que los tuvieran en cuenta. Francis Locke había dicho que había unas cuantas compañías de milicias en el pueblo; estos hombres tenían el aspecto de pertenecer a una milicia nueva -importantes e inseguros al mismo tiempo, y queriendo demostrar que no lo estaban.

Cruzaron la plaza y las calles detrás de ella, y se reencontraron una vez más con el silencio en medio del llamado de los búhos en los árboles cerca de Town Creek. Ian rompió el silencio, hablando bajo, un poco para sí mismo y otro poco no.

"La última vez que caminé así -quiero decir, de noche, caminando, no cazando- fue justo después de Monmouth", dijo. "Estaba en el campamento británico, con su señoría, y él me pidió que me quedara, porque yo tenía una herida de flecha en el brazo -recuerdas eso, ¿verdad? Ese mismo día, más temprano, tú me quebraste la parte larga de la flecha".

"Lo había olvidado", admitió Jamie.

"Bueno, fue un día largo". 

"Sí. Recuerdo sólo algunas partes. Perdí mi caballo cuando cayó del puente a una de esas ciénagas infernales, y nunca olvidaré el sonido de eso". Un profundo estremecimiento le revolvió las tripas, recordando el sabor de su propio vómito. "Y luego recuerdo al general Washington -¿Estabas allí, Ian? ¿Cuando hizo volver a la retirada luego de que Lee hiciera un lío de ello?

"Sí", dijo Ian, y se rió un poco. "Aunque no le presté mucha atención. Tenía mi propio problema para resolver, con los Abenaki. Y también lo resolví", agregó con voz sombría. "Tus hombres capturaron a uno de ellos, pero yo maté al otro esa noche, en el campamento británico, con su propio tomahawk".

"No había escuchado eso", dijo Jamie sorprendido. ¿Lo mataste en el campamento británico? Nunca me lo dijiste. Y por cierto, ¿cómo es que estabas allí? La última vez que te vi fue justo antes de la batalla,  y te volví a ver cuando tu primo William cargaba lo que pensé era tu cadáver sobre una mula".

Y la siguiente vez que había visto a William había sido en Savannah, cuando su hijo le había venido a pedir ayuda para salvar a Jane Pocock. Y había sido tarde. Ese fracaso no había sido culpa de ninguno de ellos dos, pero aún le dolía el corazón por la pequeña muchacha... y por su pobre muchacho.

"Eso no me molestó mucho", dijo Ian. "Llegué con Lord John -nos arrestaron juntos- pero luego salí del campamento, buscando a Rachel o a ti, pero tenía mucha fiebre, la noche iba y venía a mi alrededor como si respirara y yo caminaba por las estrellas con Pa a mi lado, conversando con él, como si...

"Como si él hubiera estado allí", terminó Jamie con una sonrisa. "Y creo que lo estaba. Lo siento a mi lado, de vez en cuando". Miró automáticamente hacia su lado derecho mientras dijo eso, como si en efecto Ian Mohr estuviera allí en ese mismo instante.

"Conversábamos sobre el indio que acababa de matar -y le dije que me acordaba de ese idiota que trató de extorsionarte, tío- el que maté al lado del fuego. Dije algo acerca de como parecía diferente, matar a un hombre cara a cara, y pensé que ya tendría que estar acostumbrado a cosas de ese tipo a esa altura, pero no lo estaba. Y él dijo que tal vez no debería acostumbrarme", dijo Ian pensativo. "Dijo que eso no era bueno para mi alma, acostumbrarme a cosas como esa".

"Tu Pa era un hombre sabio".


Gracias a Milissa Vitrella por la fotografía de las abejas.

#DailyLine (Adelanto) Libro 9. Preparada para disparar

Fuente/Source: Diana Gabaldon 

 


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[Excerpt from GO TELL THE BEES THAT I AM GONE, Copyright 2020 Diana Gabaldon.]

"Toma". Jamie se sacó una de las pistolas de su cinturón y se la dio a su hermana. La cual -para la sorpresa de Rachel- simplemente asintió y apuntó a una rueda rota de carreta abandonada a un lado del camino, probando la visión.

"¿Pólvora?" preguntó Jenny deslizando la pistola en su cinturón.

"Toma". Jamie se quitó una bolsa de su cuello y pasó la correa con cuidado por la cofia blanca de Jenny. "Tienes suficiente pólvora para matar a una docena de hombres, y seis cartuchos recién hecho para tener ventaja".

Jenny se dio cuenta de la cara de Rachel cuando dijo "matar a una docena de hombres" y sonrió ligeramente. A Rachel no la tranquilizaba.

"No te preocupes _a nighean_" dijo Jenny y palmeó su brazo antes de colocar bien la bolsa de cartuchos. "No dispararé a nadie a menos que quieran hacernos daño".

"Yo... preferiría que no dispararas a nadie en ninguna circunstancia" dijo Rachel con tacto. No había comido mucho en el desayuno pero sentía el estómago revuelto. "No... por nosotros, por supuesto". Pero había acunado la cabeza de Oggy ante el pensamiento, presionándole cerca.

"¿Estarías de acuerdo si los disparo en mi propio nombre?" preguntó Jenny arqueando una ceja. "Porque no voy a permitir que nadie se meta con mi nieto".

"Se comprensiva, mamá", dijo Ian tolerante antes de que Rachel pudiera contestar. "Sabes que si nos encontramos con algún villano, Rachel los convencerá antes de que tengas que dispararles",  le dedicó a Rachel una sonrisa íntima y ella respiró un poco.

Jenny emitió un sonido gutural que podría ser de acuerdo o simplemente educación, pero no dijo nada más sobre disparar a nadie.

[Esta foto es mía, de abejas ocupadas en la polinización de un naranjo en el patio trasero]







Jamie Fraser juega muy bien al escondite

Fuente/Source: The Spinoff


¿Está Roger vivo? ¿Puede Marsali predecir el futuro? ¿Tendrá alguna vez el Cerro Fraser suficientes velas? Tara Ward valora el Episodio 8 de la Temporada 5 de Outlander

Si estábais pensando en atravesar las piedras y llegar al año 1771 para poder escapar de este viejo y loco mundo nuestro, yo que vosotros me lo pensaría dos veces. Daos la vuelta, no paséis. Esta semana fue espantosa en Carolina del Norte, con casi todos sus personajes abrumados por la pena y el trauma. Jamie y Jocasta lloraban por su querido Murtagh, un apesadumbrado Ian volvió al Cerro Fraser, Roger sobrevivió pero no puede hablar, Brianna se preocupaba por todo y el talento de Marsali en el tarot no era de este mundo. No hubo ni graciosas cabras ni un alegre Lord John bailando, y no sé vosotros, pero a mí me vendría la mar de bien ahora mismo un alegre Lord John bailando. 

                                              Lo mismo
                           JAMIE FRASER SOMOS NOSOTROS

En el último episodio nos quedamos sin saber si Roger estaba vivo o muerto; Outlander nos dejó un cliffhanger  como si fuera una uva en la mano de Jamie Fraser y nosotros su esposa hambrienta poniéndose morada con una bandeja de aperitivos en un sórdido burdel escocés. 

Empezamos en 1969, con un Roger vivito y coleando enseñando en la Universidad de Oxford. 

Roger tiene un gran cerebro y un precioso jersey de cuello alto, y ni idea de que cuando viaje en el tiempo al pasado terminará casi muerto y privado de la posibilidad de hablar, y que tendrá pensamientos recurrentes de esta experiencia traumática en forma de una película muda en blanco y negro de los años 1920. No preguntemos por qué. La vida está llena de sorpresas inesperadas. 

En 1771, Claire le hace a Roger una traqueotomía de emergencia y le salva la vida. Jamie intenta animar a su semi inconsciente yerno diciéndole que "todo saldrá bien". Tres meses más tarde, todo era todavía una mierda para Roger, que no podía escapar de su trauma. Se auto aísla y se auto impone el distanciamiento social, probablemente se lava las manos mucho y por supuesto llora incontables lágrimas en silencio. Todos hemos estado ya allí, ya sea en 1771 o en marzo de 2020. 

    
                                PENA AL ESTILO OUTLANDER

Había otra situación de nivel cuatro en la Casa Grande, donde Jamie y Jocasta lloraban la muerte de su viejo colega Murtagh. Jamie pareció animarse un poco jugando al escondite, hasta que su sobrino, el Joven Ian, salió de la nada y mató a un jabalí. Ian también se sentía hecho polvo, incluso más triste que ese cerdo muerto, así que podemos decir que llegó al lugar apropiado. La reunión de Ian con los Fraser fue bastante emotiva, y Roger y yo lloramos unas cuantas más lágrimas en silencio y luego yo me volví a lavar otra vez las manos, y le hice 4.000 capturas de pantalla a Jamie Fraser escondiéndose detrás de un árbol y me sentí mejor.

                                                 Los juegos son divertidos

¿OS ACORDÁIS DE LO QUE ES ESTAR AFUERA? ¿OS ACORDÁIS DE LOS JUEGOS?

Como todo el mundo en el Cerro estaba jodido con sus batallas personales interiores, fue Marsali la que tuvo que intentar subirle la moral a todos. Marsali es la luz de nuestras vidas, la piedra preciosa de nuestra corona del siglo XVIII, el bálsamo salvavidas atrapado dentro del fanal de cristal emocional de Outlander. Fue ella la que intentó alegrar un poco a Roger leyéndole el tarot, pero tuvo que dejarlo cuando le sacó la carta del hombre ahorcado. Dos veces. Eso no está bien, Marsali, nada bien. 

¿Qué más sucedió? En este momento yo tenía ya la visión borrosa por el torrente de emociones que me caía encima, pero hubo algo como que Tryon le dió a Roger un montón de tierras para compensar que casi se lo había cargado, y Roger e Ian yéndose de finde de tíos y fomentando su unión compartiendo penas. Roger tuvo una revelación en la cima de una montaña, recobró el control de sus cuerdas vocales y volvió a casa para decirle a Brianna que siempre cantará para ella. Ian literalmente enterró su hacha, pero tristemente, a ninguno de los dos les apeteció jugar al escondite en el bosque. 


AVISO: NO OS HAGÁIS ESTE CORTE DE PELO MIENTRAS ESTÁIS EN CONFINAMIENTO

Ya hemos pasado por tiempos oscuros en Outlander otras veces, así que hablemos de lo positivo que ha habido esta semana. Marsali está a punto de tener otro bebé, Claire y Jamie están a partir un piñón, y las existencias de velas en el Cerro están más que aseguradas. Ha sido una semana muy emotiva, pero estos son tiempos emotivos, y cuando todo lo demás falla tenemos que hacer como Jamie Fraser en un bosque del siglo XVIII. Encontremos un árbol, agachémonos detrás de él y esperemos a que los buenos tiempos vuelvan a encontrarnos. 


16 de abril de 2020

El dolor une a Roger e Ian en Outlander; Diana Gabaldon nos explica por qué ya no encajan en sus propias vidas

Fuente/Source: Parade

Estábamos en las postrimerías de la Batalla de Alamance en el Episodio 8 de la Temporada 5 de Outlander y Jamie Fraser estaba intentando asimilar la pérdida de su padrino Murtagh Fitzgibbons, muerto tras haberle salvado la vida; Roger tenía síntomas de Síndrome de Estrés Postraumático, y sufría recuerdos recurrentes de su ahorcamiento, lamentándose al mismo tiempo de la pérdida de su voz; y el Joven Ian había vuelto después de haber vivido con los Mohawk, y también él estaba en duelo por una pérdida de la que se negaba a hablar. Por tanto, fue un episodio que nos presentó tres hombres rotos.

Diana Gabaldon nos dijo en exclusiva a Parade.com: "El dolor es una cosa tangible, y la pérdida tiene forma. Ninguno de los dos son vacío; son cosas concretas y definidas que hay que asimilar, y al hacerlo, nos readaptamos y nos rediseñamos para poder incorporar en nuestro ser esta cosa nueva, extraña, nociva, que se ha unido a nosotros".


Durante toda la temporada, la más importante aportación de Roger fue su arte para el canto. La última vez que le vimos antes de participar en Alamance, le cantó "Clementine" a Jemmy, y se puso mucho énfasis en remarcar que Jemmy estaría impaciente esperando a que su padre volviera para cantarle más canciones. 

Dice Gabaldon: "Para Roger, perder su voz es una tragedia enorme. Había hecho modestos progresos para adquirir las habilidades más elementales de un hombre del siglo XVIII, pero su aptitud para cantar es una de las cosas en las que es verdaderamente bueno. Era el aspecto que definía su personalidad y su vida, o al menos eso piensa. No puede soportar la idea de intentar hablar y no ser capaz de hacerlo". 

Lo que más desea Brianna es que su marido vuelva a ella, y por mucho que Roger quiera ser el hombre que ella necesita, parece que no consigue volver a la normalidad, incluso cuando Brianna le regala un avión de papel en el primer aniversario de su boda. 

Añade Gabaldon: "está constantemente rememorando lo que ha perdido y los dolorosos recuerdos de cómo lo perdió, con esa astuta metáfora del flashback en forma de película muda. Bajo un peso tan insoportable, piensa que volver a reconectar con alguien es imposible, ni siquiera con su esposa y familia. 


El retorno del Joven Ian es la sorpresa del episodio. Cuando accedió a convertirse en miembro de la tribu Mohawk para que liberaran a Roger, Ian juró que se quedaría para toda la vida. Por eso su aparición en el Cerro Fraser es una sorpresa, y todavía más cuando revela que ha venido para quedarse. 

Dice Gabaldon: "Ian Murray ha perdido lo que era más importante para él. No se nos explica con detalle cuál es dicha pérdida, pero tanto nosotros como Roger suponemos que lo que ha perdido es a su esposa, a la que nosotros no conocemos. Ian posee todas las cualidades del hombre del siglo XVIII de las que Roger carece, pero ya no tiene a su esposa. Y Roger sí". 

Continúa: "Ninguno de los dos lleva bien su pérdida y su dolor. Ambos rechazan los gestos bien intencionados de familia y amigos. Saben que ya no encajan. No solo en la estructura de la familia que desea acogerles y sanarles, sino que no encajan ellos mismos en sus propias vidas". 

Por tanto, Jamie tiene la idea de enviar a los dos hombres juntos a reconocer las tierras que ha recibido Roger de parte del Gobernador Tryon en su intento de compensar de alguna manera el error cometido con él. 

Dice Gabaldon: "Les vemos luchando a los dos de una forma más o menos paralela, hasta el punto de que se encuentran solos en el bosque, alejados de aquéllos que con su mejor intención quieren ayudarles, pero que no entienden nada. Pero ellos sí se entienden mutuamente. Se pelean, pero haciéndolo, se entienden".


El ajuste de cuentas entre ellos llega cuando Roger se despierta por los ladridos de Rollo. Ian nunca ata a su perro, pero ahora lo ha hecho, y eso hace que Roger sospeche que pasa algo. Busca a Ian, y descubre que éste está intentando suicidarse bebiendo un té hecho con la cicuta que había robado de la colección de hierbas de Claire. 

Ian, obviamente sufriendo por su pérdida, le pregunta a Roger qué es lo que vió en ese último momento cuando tenía la cuerda alrededor del cuello. Roger contesta: "la cara de Brianna", y así Ian se da la cuenta de que incluso en la muerte no hay escape a la agonía que está atravesando 

Como conclusión, Gabaldon dice: "Cada uno de los dos consigue dar un paso atrás, salir de su pena propia durante un momento con el fin de reconocer la pérdida del otro, aunque sea solo momentáneamente, y luego volver juntos al lugar que solían considerar su hogar, todavía no curados, pero con la fuerza suficiente para luchar". 

Cuando vuelven al Cerro Fraser, Roger le dice a Bree que ya nunca será el mismo hombre que antes, pero ella ve el cambio en él, e interpreta que, con un poco de fortuna, puede ser el primer paso a esa nueva normalidad. 

"Es como dice Samuel Beckett: 'Hay que seguir. No puedo seguir. Seguiré'".

15 de abril de 2020

En Outlander, la entretenida serie de Starz que nos ayuda a escapar de la realidad, hay una línea argumental importante para encontrar la cura

Fuente/Source: The Washington Post


Si queremos escaparnos de la realidad en unos momentos en los que experimentamos tanta necesidad de apoyo emocional, ¿puede haber algo más satisfactorio que una serie tan romántica, que nos trae tantos saltos en el tiempo, como Outlander?

Los fans llevan diciendo eso mismo desde hace años, cayendo felizmente en los brazos de un highlander escocés del siglo XVIII muy sensible, Jamie Fraser. O en los de su brillante esposa, Claire, una doctora del siglo XX. O quizá existe una manera de remeterse entre los dos, como si fuera un sándwich amoroso de Outlander (imagino que los fans de la ciencia ficción ya han ideado escenarios de este tipo).

El show ha ido desgranando las populares novelas de Diana Gabaldon, y ya ha emitido el episodio 7 de su 5ª temporada. Estos días tenemos tiempo de sobra para empezar otra vez desde la temporada 1 y disfrutar de Outlander a nuestro propio ritmo; el resto estamos ya en la Carolina del Norte de 1771, donde increíblemente (y misteriosamente) los Fraser se ven envueltos en las primeras revueltas que anuncian la próxima Guerra de la Revolución. Y nos preguntamos: ¿Cómo es posible que una historia que empieza en Escocia termine aquí? ¡Ay, queridos! decir que es complicado es poco...

Para ser totalmente sincero, la temporada actual revela que incluso Outlander puede perder algo de su fuerza inicial, arrastrando una línea argumental en la que Jamie se ve obligado en contra de su voluntad, por las autoridades británicas, a formar una milicia para ayudar a los casacas rojas en su persecución de un Regulador novato que resulta ser el padrino de Jamie y su protector bajo juramento. Todo esto es tan complicado y estresante...y además, una vez que llegan a la batalla hay abundancia de mosquetes y de machos.

Una línea argumental mucho más interesante y premonitoria la encontramos, como siempre, en el mundo de Claire. Hace un par de temporadas, volvió con Jamie desde 1969, donde trabajaba como cirujana en Boston. Posteriormente la siguió su hija adulta Brianna, y ésta a su vez por su prometido escocés Roger. 

Ahora están todos intentando construir una vida pacífica para su familia en la recientemente creada comunidad agrícola colonial que Jamie ha bautizado como Cerro Fraser. 

Además de otras mil tareas, Claire se ha convertido en el médico del pueblo, donde trata heridas y enfermedades y de vez en cuando realiza alguna intervención como la extracción de amígdalas o el apéndice con la sola ayuda de la tecnología del siglo XVIII para asistirla. 



Aunque está maravillado por su destreza, Jamie aprendió hace ya mucho tiempo a referirse a su esposa como una "sanadora", porque ninguna mujer en su tiempo puede considerarse seriamente como doctora. Esto es ahora un tema que se trata muchas veces en la serie, cuando Claire se dispone a curar a uno o varios miserables personajes que sin ella habrían estirado la pata. Ella sabe muchísimo más de lo que ellos sabrán nunca, sin embargo, como recompensa, se la ha acusado de brujería o, lo que es peor, ha tenido que ver, impotente, como sus diagnósticos eran ignorados. 

"Te dejo luchando tu guerra particular con esos animalitos invisibles", le dice Jamie a Claire mientras se prepara para ir a trabajar la tierra. Una cola de colonos tosiendo la espera detrás de la puerta para que les ayude. 

"Bacterias", le recuerda Claire. "Es verdad que parece una guerra".

Los habitantes del Cerro Fraser tienen a Claire en alta estima, aunque no hacen ni caso de sus consejos médicos, prefiriendo la superstición, la extracción de sangre y los elixires inútiles. 

Claire está harta. Empieza a cultivar muestras de moho dentro de recipientes de cristal, esperando poder conseguir dosis eficaces de penicilina. Bajo un alias, Doctor Rawlings, circula una lista de buenas prácticas sanitarias (¡lavaos las manos!) que termina siendo impresa en un periódico local...y totalmente ignorada como simples consejos de un loco. 

"No solo estoy luchando contra la enfermedad, sino que estoy también luchando para encontrar la cura" dice Claire en un momento dado. 

Brianna se enfrenta con su madre por su voluntad de practicar medicina moderna siglos antes de lo que le corresponde: "no puedes hacer esto...faltan cien años para que se invente la penicilina".. Claire le contesta: "157 años, para ser precisos". 

Brianna dice: "pretender ser otra persona y escribir listas que van en contra de la verdad oficial es una cosa pero, ¿esto? esto es peligroso. ¿Qué pasa si interfieres con el equilibrio cósmico o rompes alguna regla del espacio y del tiempo? ¿No es eso jugar a ser Dios?"

A lo que Claire responde: "Juego a ser Dios todas y cada una de las veces en que salvo la vida de una persona en este tiempo". Claire ya ha pensado en todo esto. Como no hay ninguna explicación científica de cómo ella, Brianna y Roger fueron transportados a través del tiempo tocando las piedras de Craigh na Dun en Escocia...¿por qué pararse aquí? Ya ha tomado la decisión de  utilizar alguna ciencia en medio de la magia. "Tiempo, espacio, historia...¡a la mierda!".

En otras palabras, deja las paradojas para los fans de la ciencia ficción. En la voluntad de Claire de salvar vidas, los espectadores de Outlander pueden encontrar una inesperada nota de consuelo en los tiempos del coronavirus, creyendo que nuestra Claire Fraser está ahí, experimentando con una cura. 

También están ahí fuera otros torpes líderes y charlatanes, enmarañando datos,  pociones y teoría curativas (¿qué tal la hidrocloroquina?). En un reciente episodio, una acción cobarde por parte de uno de los catetos de la milicia destruyó la jeringuilla que contenía la única poca penicilina que tenía Claire. Es una piedra en el camino que nos decepciona, pero también un recordatorio muy apropiado de que un mundo que tanto necesita la salud muy a menudo boicotea a sus salvadores. 

#DailyLine (ADELANTO)Llibro 9: Retos culinarios

Fuente/Source: Diana Gabaldon



Diana Gabaldon:

Algo rápido....
Los interesantes retos para cocinar estos días, me hicieron pensar ,ya que estos días lo que haces para cenar puede depender de lo que encuentres en la tienda ese día. (Afortunadamente, el papel higiénico no es necesario para la mayor parte de los platos.....)

¿Cuál es el mejor plato que has improvisado esta semana?

#DailyLines #Veydilealasabejasquepartí #Libro9 #fuerza #lotendráscuandoestéterminado


Respiré profundamente y froté dos dedos entre mis cejas.

"¿Te duele la cabeza?" dijo Fanny iluminándose. "Hay corteza de sauce fresca; ¡te puedo hacer infusiones de té en un momento!"

Le sonreí. Estaba maravillada con las hierbas y adoraba todo el proceso de molido, cocción y remojo.

"Gracias, cariño" dije, "estoy bien. Solamente estaba intentando pensar qué demonios comer con las codornices".

Las comidas eran la pesadilla diaria de mi existencia; no tanto por el constante trabajo de recoger, limpiar, picar, cocinar... que ya era un trabajo pernicioso en sí mismo... sino por el trabajo interminable de recordar qué teníamos a mano, y equilibrar el esfuerzo necesario de hacerlo comestible antes de que se pudiera estropear si no lo comíamos inmediatamente. Preocupada por la nutrición, introducía manzanas, pasas y nueces en la gente, más o menos constantemente, y obligaba a tragar cualquier cosa verde por los gaznates reacios siempre que tenía la oportunidad, y todavía nadie había muerto de escorbuto.


7 de abril de 2020

#DailyLine (ADELANTO) libro 9. Cuando eres todo lo que necesitan


 Fuente/Source: Diana Gabaldon

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"Serías un buen Amigo, sabes," remarcó Rachel apartando un arbusto de laurel para su suegra, la cual iba cargada con una gran cesta de mantas. Rachel también iba cargada con Oggy, que se había quedado dormido en el arrullo en el que lo transportaba.

Janet Murray le dirigió una profunda mirada emitiendo lo que Claire había descrito como un sonido escocés, era una mezcla entre resoplido y un sonido con la garganta que podía indicar cualquier cosa, desde una pequeña broma, aprobación o desprecio, burla o algo inevitable. Por el momento Rachel pensó que su suegra se divertía y sonrió.

"Eres franca y directa", puntualizó. "Y honesta. O al menos lo supongo", añadió con tono burlón. "No puedo decir que te pillara nunca en una mentira".

"Espera a conocerme un poco más, muchacha, antes de hacer juicios como ese" la avisó. "Soy un poco mentirosa cuando la ocasión lo requiere. ¿qué más? "Sus oscuros ojos azules se entrecerraron un poco -definitivamente divertida. Rachel le sonrió, y pensó por un momento, avanzando por un empinado trecho de grava donde el camino se había borrado, luego regresando a coger la cesta.

"Eres compasiva. Amable. Y audaz" dijo viendo como Jenny se deslizaba agarrando una ramas para mantenerse erguida.

Su suegra se giró bruscamente con los ojos azules muy abiertos.

"¿Audaz?" dijo incrédula. "¿Yo?" emitió un sonido que Rachel habría deletreado como "Pssssht". "He tenido un miedo atroz desde que tenía diez años, _a leannan_. Pero te acostumbras, ¿sabes?" cogió nuevamente la cesta, y Rachel acomodó a Oggy, cuyo peso se había doblado desde que se había quedado dormido, en una posición más cómoda.

"¿Qué pasó cuando tenías diez años?" preguntó con curiosidad.

"Mi madre murió" respondió Jenny. Su expresión y su voz eran ambas neutrales, pero Rachel podía oír el duelo en ellas, tan claro y alto como el canto de un tordo ermitaño.

"La mía murió cuando yo nací" dijo Rachel después de una larga pausa. "No puedo decir que la echo de menos ya que no la conocí, aunque por supuesto..."

"Dicen que no puedes echar de menos lo que nunca tuviste, pero se equivocan" dijo Jenny tocando la mejilla de Rachel con la palma de su mano, pequeña y cálida. "Mira por dónde caminas, muchacha. Está resbaladizo".

"Sí". Rachel mantuvo los ojos en el suelo, caminando a grandes zancadas para evitar un pequeño charco. "Sueño, a veces. Que hay una mujer, pero no sé quién es. Quizás sea mi madre. Parece amable, pero no dice mucho. Solamente me mira".

"¿Se parece a ti, muchacha?"

Rachel se encogió de hombros acomodando a Oggy con una mano bajo su trasero.

"Tenía el pelo oscuro, pero nunca puedo recordar su rostro cuando me levanto".

"Y no sabrías cómo era ella cuando estaba viva" Jenny asintió mirando al más allá. "Yo sé como era la mía- y si alguna vez quieres saber cómo era, solamente tienes que ir y echar un vistazo a Brianna, es la misma Ellen MacKenzie Fraser en persona aunque un poco más alta".

"Lo haré" le aseguró Rachel. Encontraba a su nueva prima política un poco intimidante aunque Ian claramente la adoraba. "Asustada, ¿y dices que lo has estado desde entonces?" Pensaba que nunca había conocido a nadie con menos miedo que Janet Murray, la había visto el día anterior con un enorme mapache en el porche de su cabaña, sacándolo con una escoba y un insulto escocés, a pesar del amenazante aspecto del animal y sus enormes garras.

Jenny la miró, sorprendida, y se pasó la pesada cesta de un brazo a otro con un pequeño gruñido mientras el camino se estrechaba.

"Oh, no tenía miedo por mí, a_nighean_ nunca tuve miedo de ser asesinada o algo así. No, miedo por... ellos. Miedo de no poder arreglármelas, de cuidar de ellos"

"¿Ellos?"

"Jamie y Papá" dijo Jenny, frunciendo el ceño por el suelo que pisaban. Había llovido mucho la noche anterior, e incluso el campo abierto estaba empapado. "No sabía cómo cuidar de ellos. Sabía que no podía ocupar el espacio de mi madre para ninguno de los dos. Pensé que morirían sin ella".

_Y te habían dejado completamente sola_ pensó Rachel. _Queriendo morir, también, y no sabiendo cómo. Parece mucho más fácil para los hombres; ¿me pregunto por qué? ¿no piensan que nadie más los necesita?_

"Sin embargo, te las arreglaste" dijo, y Jenny se encogió de hombros.

"Me puse su delantal y les hice la cena. Era todo lo que sabía hacer. Alimentarles".

"Supuse que era lo más importante" Inclinó la cabeza y pasó los labios por encima del gorrito de Oggy. La mera presencia de su hijo hizo que sus pechos se estremecieran y dolieran. Jenny lo vio y sonrió de una manera triste.

"Sí. Cuando tienes hijos, hay un pequeño espacio de tiempo en el que tú eres todo lo que necesitan. Y luego abandonan tus brazos y vuelves a tener miedo porque ahora sabes todas las cosas que pueden herirlos, y no eres capaz de mantenerles alejados de ellas".


Gracias a Michelle Valdemar por esta bonita abeja en lo que parecen ser claveles silvestres.








3 de abril de 2020

Outlander T5E7: Jamie tiene el peor cumpleaños de su vida

Fuente/Source: The Spinoff

Por Tara Ward
31/03/2020

Ha sido una semana muy dura, tanto en el 2020 como en el 1771, pero las cosas han empeorado todavía mucho más para Jamie y Claire.

Contiene spoilers muy, muy gordos y tristes.

Estamos encerrados en la burbuja de nuestra propia miseria, estamos auto aislados en una densa nube de emoción, nos lavamos las manos con nuestras propias lágrimas. Murtagh ha muerto, y las cosas tampoco pintan bien para Roger. Lo siento, pero no. Estos son tiempos de crisis. ¿Dónde están esas cabras tan divertidas? ¿Dónde están los cocos parlantes? ¿Quien dijo que estábamos en condiciones de soportar más desastres, cuando todo el planeta está ya hasta arriba de mierda?

                                           Lavaos las manos
                         Consejo importante de un hombre importante

Outlander nos sedujo. Nos hizo sentir una falsa sensación de seguridad gracias al poder de un Jamie Fraser descamisado en un río o muy cachondo en una tienda de campaña, como diciendo...sabemos por qué véis esta serie. Sabemos por qué la seguís, semana tras semana, y no es por las escenas de autopsias. Os seduciremos con este cumpleañero que se lava en el río, y a continuación os daremos un puñetazo en el estómago con una muerte que por supuesto no queríais que ocurriera, especialmente durante una pandemia global. La vida ya es ahora una mierda, Outlander, devuélvenos a Murtagh. 

Pobre huraño y canoso Murtagh. Roger cruzó las líneas enemigas para advertirle de que los Reguladores perderían la Batalla de Alamance, pero era demasiado tarde. Murtagh ya estaba metido hasta las trancas. Podíamos sentir en las entrañas que algo malo iba a ocurrir, pero aún así fue un shock cuando disparan a Murtagh, justo al lado de Jamie, y se derrumba en los brazos de su ahijado mientras estira la pata. Nada de lo que Claire cultiva bajo esos fanales le iba a salvar ahora. ¿Os acordáis de esa escena en la que Murtagh se reencuentra con Claire en el bosque? ¿Os acordáis de cuando podíamos caminar por el bosque? ¡Qué días aquellos, amigos!

                      Vete dulcemente en la noche, bello príncipe

Me niego a aceptarlo. Creíamos que Murtagh estaba muerto después de Culloden, y entonces apareció en Ardsmuir. Creíamos que Murtagh estaba muerto después de Ardsmuir, y volvió a aparecer en una herrería. Apuesto todas mis existencias de harina (tres vasos, las uso con cabeza), que en la temporada próxima, Murtagh aparecerá atravesando las piedras llevando todo el equipamiento de cirujano, los bolsillos llenos de desinfectante de manos, gritando a cualquiera que quiera oirle: "Hagas lo que hagas, no viajes al 2020". Estos son tiempos sin precedentes. Todo es posible. 

Jamie se quedó hecho polvo. Era el día de su 50 cumpleaños, y el Gobernador Tryon ya lo había arruinado, y de qué manera. Jamie estaba más cabreado que el ganado que Claire dejó entrar en Wentworth hace tantos años, y le dijo a Tryon que se metiera el tricornio por el culo mientras arrojaba su casaca roja al suelo. Esto ha sido lo mejor que ha hecho Outlander en esta temporada. Escenas emotivas con un peso que ninguna escena de baño a medio vestir podría alcanzar. No me entendáis mal, la escena del río se aprecia mucho en esta época oscura, me gustó ver a Jamie lavarse (sin quitarse los pantalones, curiosa decisión) e invocar a su tío, el jefe guerrero Dougal. 

                                      No cuelgue el teléfono
                                       ¡Hola, McTavishito!

Mirale a los ojos, no alrededor de los ojos. Es el mismísimo Dougal (o Graham McTavish, si insistís en usar su nombre real, como si esto fuera una historia ficticia o algo así), interpretando a su propio hijo Buck Mackenzie, un ancestro directo de Roger. Roger se encontraba en una situación jodida después de que le descubrieran en el campo de los Reguladores y Buck le pegó la paliza del siglo. Pobre Roger, los hombres MacKenzie siempre le dejan hecho una piltrafa. En cualquier caso, que te destruya tu tatatatatatatatarabuelo es una cosa rarísima, y cuando todo esto haya pasado estoy segura de que se reirán juntos a mandíbula batiente de esta situación tan raruna. 

Ellos se reirán, y nosotros nos reiremos, y entonces diremos todos ¿dónde estuviste durante el confinamiento mundial del 2020? Y yo diré: yo estuve llorando a moco tendido encima de mi último rollo de papel higiénico por la muerte prematura de un gruñón encantador que una vez intentó salvar a Jamie bailando (fatal) la danza del sable encima de una mesa. 

                                                Yo también
                 Por lo menos Claire está aquí todavía, ordenando las cosas

La milicia ganó la batalla, pero nunca ganará nuestros corazones. Murtagh se ha ido. La jeringuilla de cristal de Claire se ha ido. Roger se ha ido en un 97.5%, y yo acabo de perder en una apuesta mis últimos vasos de harina. Es muy posible que éste sea el peor día de cumpleaños del mundo mundial, y ni siquiera hay otro episodio la semana que viene que nos regale alguna tontería o algún concurso de ¿qué tiene hoy Claire debajo de los fanales? Nos queda por delante unas semanas muy largas, pero igual que Claire salva a un soldado al que han disparado en los pulmones por detrás....lo tenemos todo bajo control.

Diana Gabaldon revela por qué la muerte que ocurre en el EP7 es un "punto de no retorno" para Jamie




Fuente/Source: Parade

Por Paulette Cohn




Era una muerte que tenía que ocurrir, pero también una muerte que añadió mucha angustia al episodio 7 de la Temporada 5. El padrino de Jamie Fraser, Murtagh Fitzgibbons, murió tras salvarle la vida. 

La autora Diana Gabaldon le cuenta a Parade.com: "La muerte de Murtagh...bueno, tengo sentimientos encontrados sobre ella". Tal y como se desarrolla en el episodio 507 es impactante, desgarradora y triste, y va acompañada de una actuación fuera de serie por parte de Duncan Lacroix, Sam Heughan y Caitriona Balfe. ¡Me encantó!

Murtagh muere durante la Batalla de Alamance haciendo lo que le prometió a Ellen Fraser que haría en su lecho de muerte: cuidar de su hijo. La vida de Jamie estaba en peligro mientras intentaba convencer a un Regulador de que no le disparara, y en ese momento Murtagh aparece en escena y mata al Regulador -uno de sus propios hombres- para salvarle la vida. Antes de que Jamie pueda decir nada, uno de los integrantes de su milicia -a quien le había enseñado a disparar primero y pensar después- mata a Murtagh.

Jamie corre hacia su padrino y le recuerda de que le había liberado de la promesa que le hizo a su madre, es decir, que no tenía que haberle protegido.

Murtagh muere diciendo: "nunca habría traicionado a tu madre, no importa lo que me pidiera". 

Jamie se niega a aceptar su muerte y se lleva a Murtagh apresuradamente a la tienda hospital de Claire, seguro de que ella podrá curarle, pero es demasiado tarde. 

Dice Gabaldon: "El efecto de la muerte de Murtagh y el momento exacto en el que se produce, es un punto de inflexión para Jamie; el lugar en el que definitivamente corta su conexión (aunque sea una conexión en contra de su voluntad) con la Corona y se convierte en Rebelde". 

Outlander ha estado preparándonos para llegar a este emotivo momento desde que comenzó la T5 con una escena que nos partió el corazón. Un Jamie de niño siendo consolado por la muerte de su madre por su padrino, que prometió cuidar siempre de él. 

Y luego más adelante nos encontramos con Jamie ya adulto recibiendo las órdenes del Gobernador de Carolina del Norte, Tryon, de encontrar, arrestar y matar si es necesario al líder de los Reguladores, Murtagh. 

Por eso durante toda la temporada Jamie estaba entre la espada y la pared. Siente un gran amor por su padrino, pero también necesita no enfadar al gobernador para poder mantener sus tierras en el Cerro Fraser, que es el hogar no solo de Claire, Brianna, Roger y Jemmy, sino también de los demás colonos que han echado raíces allí y que dependen de él. 

Aunque la muerte de Murtagh en la Batalla de Alamance tiene el impacto emocional necesario, el Murtagh real -el de las novelas de Gabaldon- murió en realidad en la Batalla de culloden, unos 25 años antes. 

Dice: "Murtagh murió en Culloden porque era un hombre tan importante en la vida de Jamie...esta batalla tenía que tener un precio visible y profundamente emotivo, no solo ser un recuento de la lucha y una matanza masiva despersonalizada; necesitábamos sufrir no solo por las heridas físicas de Jamie, sino también por la terrible pérdida personal del hombre más importante de su vida". 

Y en los libros, donde más se nota el impacto de esa pérdida es durante los 10 años de su  exilio, siete en una cueva cerca de Lallybroch y tres como prisionero en Ardsmuir. 

Dice Gabaldon: "Si Murtagh le hubiera acompañado durante todas esas experiencias, Jamie no habría estado tan verdadera y terriblemente solo, y esa experiencia de soledad y aislamiento es una parte importante de su vida,  una parte que define su carácter en los años venideros. Afortunadamente, Murtagh permaneció convenientemente alejado mientras Jamie estaba en la cueva, pero su presencia en Ardsmuir (en la serie) cambió el tono emocional para Jamie". 

Así que cuando Gabaldon fue informada de que Ronald D. Moore, el productor  de la serie en ese momento, había tomado la decisión de mantener vivo a Murtagh, su primer pensamiento fue: ¿qué vas a hacer con él?

Y se preguntaba: "Tener un Murtagh a mano era algo muy práctico, pero el contexto de la historia había cambiado; no puede ser solo el compinche de Jamie y su rescatador ocasional.  Ha tenido una vida separada en las colonias durante años; ¿qué tipo de hombre sería ahora?"

Así que cuando Gabaldon fue invitada a reunirse con los guionistas nuevos para la temporada 4 y se enteró de la reaparición de Murtagh, se le ocurrió a ella misma la idea de crear una línea argumental para él esperando así que los guionistas no cambiaran otras ya existentes para insertarle en ellas .

"No puedo decir que no estuvieran ellos mismos pensando en esas posibilidades, porque estoy segura de que sí, pero por si les servía de algo, les sugerí que Murtagh (dada su personalidad y sus experiencias con la Corona británica) podría perfectamente estar involucrado con los Reguladores. La Guerra de la Regulación forma la espina dorsal de La cruz ardiente, pero es un acontecimiento histórico difícil de explicar de manera simple a la gente. Esa explicación sería mucho más fácil si Murtagh formara parte de ella". 

Pero esa no fue su única contribución a la creación de esta nueva línea argumental; también les recordó que Murtagh había estado apasionadamente enamorado de la madre de Jamie, Ellen, toda su vida. Así que al conocer a Yocasta, la hermana pequeña de Ellen, después de todos estos años, ¿no sería posible que se sintiera atraído por ella?

Por tanto el Murtagh de la TV sobrevivió a Culloden y terminó en el Nuevo Mundo como líder de los Reguladores y amante de Yocasta, pero a final era un hombre perseguido, y su muerte era inevitable. Sin embargo, todavía se las arregló para morir como un héroe. 

"Nadie vive para siempre, ni siquiera en la TV. Estaba claro que Murtagh tenía que morir alguna vez, y ¿dónde mejor que en la Batalla de Alamance? la ironía de que le mate el joven miliciano al que Jamie había enseñado el arte de la guerra añadió un poco más de horror y emoción a su muerte, y la sensación de shock y de pérdida absoluta de Jamie era palpable. La muerte de su padrino, su protector, su más viejo y mejor amigo, el hombre que había estado a su lado desde la infancia..para Jamie es como si saltara de un acantilado a una sima de mil kilómetros de profundidad, y estuviera en caída libre". 

El productor de Outlander nos habla de Murtagh, la batalla y ese cameo de sorpresa

Fuente/Source: Entertainment Weekly
 


Por Lynette Rice
29/03/2020

Advertencia: este artículo contiene spoilers sobre el último episodio de Outlander, "La batalla de Roger Mac"

La cuarentena se nos hizo muchísimo más tolerable este fin de semana, gracias al último episodio de Outlander. En solo una hora, los fans vimos una escena de batalla que nos puso los pelos de punta, una muerte trágica, una jeringuilla hipodérmica hecha añicos (¡NOOOOO!) y una visita sorpresa de un actor muy querido. El productor Matthew B. Roberts interrumpió su auto aislamiento para contestarnos unas pocas preguntas de nuestra lista semanal sobre la serie. 

ENTERTAINMENT WEEKLY: Es como si alguien hubiera apretado un botón y...¡BOOOOM! La temporada 5 de Outlander se convirtió en un drama emocionante, lleno de acción e intriga. Bree a pleno galope para advertir a su familia de lo que va a pasar en el futuro...Murtagh muriendo....el pobre Roger estrangulado...Estoy convencida de que este episodio pasará a ser uno de los favoritos de los fans. ¿No te fastidió tener que esperar hasta el 507 para que llegara la parte realmente emocionante?

MATTHEW B. ROBERTS: La anticipación es una parte muy importante de contar una historia. Los guionistas pasamos mucho tiempo decidiendo cuándo revelar un hecho u otro. Queremos que los espectadores demuestren sus sentimientos...que lloren lágrimas de tristeza y alegría, que se rían a carcajadas, que se retuerzan las manos de nervios. Pero también queremos hacerles esperar. Que tengan que preguntarse: "¿qué pasará ahora?" Y para los lectores de los libros...""¿Cuándo sucederá eso que sé que tiene que suceder?" Todo esto es deliberado. 

¡Graham McTavish fue una sorpresa enorme! ¿Cómo se os ocurrió la idea?

Cuando nos reunimos los guionistas, hablamos de lo divertido que sería que Graham McTavish, que tan bien interpretó a Dougal, hiciera también de Buck MacKenzie, quien por supuesto es el hijo de Dougal. Entonces, por pura coincidencia, nuestra ejecutiva de Starz Karen Bailey llamó a Maril Davis y resultó que ellas tuvieron la misma idea, así que sabíamos que teníamos algo bueno entre manos. Maril me llamó y me preguntó si podíamos hacerlo. Primero, teníamos que comprobar si Graham estaba disponible. Y resultó que estaba disponible y encantado de volver. Sin embargo, como Buck está en la veintena y Graham, aunque está en forma, es un poco mayor...¡ja, ja! tuvimos que asegurarnos de que podíamos rejuvenecerlo un poco digitalmente. Y eso hicimos. El mayor reto fue mantener el secreto hasta que se estrenó el episodio. 

¿Qué diferencia hay entre ubicar la batalla en un bosque o en un campo abierto como Culloden? En realidad a mí me pareció así más emocionante. Sam dió unos cuantos mamporros....

En Prestonpans y Culloden, la audiencia solo vio un punto de vista, el de Jamie. En Alamance, vemos dos puntos de vista, el de Jamie y el de Murtagh, lo que hace que nos involucremos emocionalmente en ambos bandos de la batalla. Este es el combate más personal que hemos mostrado. Mientras lo hablábamos con el director, Stephen Woolfenden, hablamos de que necesitábamos una localización en la que pudiéramos mostrar estas escenas íntimas y emotivas entre Jamie y Murtagh y Roger y Murtagh, para que pudieran encontrarse y hablar y no sentir como si todo el mundo les estuviera viendo. Elegimos un área boscosa donde podíamos situar estos conflictos individuales pero también dar la impresión de que la batalla se desencadenaba a su alrededor. 

Fue muy agridulce ver a Murtagh salvando la vida de Jamie antes de morir. ¿Sabías desde hacía mucho tiempo que querías que Murtagh le hiciera a Jamie un último favor antes de morir?

Sí, esto estaba planeado desde hace mucho tiempo, desde la T3. Hablé con Duncan LaCroix mucho antes de empezar a rodar y le hice saber lo que iba a ocurrir con Murtagh. Todos queríamos dar al personaje un fin heroico, se lo merecía, porque es uno de los personajes más queridos de Outlander