15 de enero de 2014

Adelanto de "Written in my Own Heart's Blood". (Octavo libro)

A partir de hoy, comenzaremos a publicar los adelantos del octavo libro de la saga aquí. En nuestra página de Facebook se pierden entre tantas publicaciones. Para aquellos que no estén al tanto: estas son publicaciones (generalmente diarias) que nos ofrece Diana. Ella le ha puesto el apodo cariñoso de: MOBY, no sólo porque ha jugado con las siglas del título, sino porque dice que será grande como la ballena Moby Dick.

 
#‎moby‬ ‪#‎preparativosypresagios‬ © Diana Gabaldon

"!Miss Margaret!" Arnold pasó junto a Jamie como si no estuviera allí-toda una proeza-, y cogió la mano de Peggy Shippen entre la suyas. "Pensé que tenía que venir, ¿su primo? ¿cómo lo hizo?"

"Él está vivo" Peggy tragó saliva, tenía la cara del color de la vela de cera de abejas que sostenía "La Sra. Fraser está...." dijo ella, volviendo a tragar saliva, y Jamie tragó con ella en solidaridad, sabiendo muy bien lo que estaba pensando. Los huesos de las piernas destrozadas de Tench Bledsoe, rojo y viscoso como un cerdo descuartizado. La parte posterior de su garganta todavía tenía el sabor amargo del vómito.

"Yo...... muchas gracias por enviarnos a la Sra. Fraser, señor- No sabía que íbamos a hacer. Mi padre está en Maryland y mi madre con su hermana en......... Mis hermanos....." se interrumpió con la mirada angustiada.

"No, no, querida, ¿puedo llamarla así? es mi más ferviente deseo ayudarla, ayudar a su familia.......protegerla " Jamie se dio cuenta que él no había soltado su mano y ella no trataba de retirarla.

Jamie miró disimuladamente a Arnold y a Peggy Shippen, y retrocedió un poco. No fue difícil para ellos ignorarles, estaban centrados el uno en el otro.

Eso hizo que el tema estuviera claro, al menos más claro. Arnold quería a la chica, la deseaba tan abiertamente que Jamie estaba un poco avergonzado por el hombre. Uno no puede aplacar la lujuria pero un hombre debe tener el control suficiente para ocultarla. Y no sólo por el bien de la decencia, pensó, al ver la mirada de prudente cálculo en la cara de Peggy. Era, pensó, la mirada de un pescador que acaba de ver una trucha grande nadar bajo el anzuelo.

Se aclaró la garganta de forma audible y ambos se sacudieron como si les hubiera pinchado una chincheta.

"Mi esposa dice que será necesario amputar la pierna lesionada" dijo "Rápidamente. Necesita unas cuentas cosas- instrumentos y cosas por el estilo"

Necesito tanto la sierra grande como la pequeña con forma de luna, el conjunto de pinzas- las cosas largas que parecen anzuelos- y un buen montón de suturas....Trataba de mantener la lista en su cabeza, a pesar de que le ponía enfermo la visión de la mayor parte de los artículos, pensando en el uso que estaban a punto de tener.

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