9 de enero de 2019

Caitriona Balfe evoluciona con Outlander

Fuente: Harpers Bazaar

El último episodio cambia el rumbo de la serie, y Balfe nos cuenta sus impresiones sobre estas cuatro temporadas en la piel de Claire y de lo que espera del futuro



Por Julie Kosin
30/12/2018

El 30 de diciembre de 1996, Delacorte Press ponía a la venta el cuarto libro de la exitosa saga Outlander de Diana Gabaldon. Esta noche, exactamente 22 años después de su publicación, las escenas más esperadas, queridas, emocionantes y frustrantes del libro cobran vida en su tremendamente popular adaptación televisiva. Aunque el episodio se centra en la delicada relación entre una joven y el padre al que nunca había conocido, son la madre, Claire Fraser, y la actriz que la encarna, Caitriona Balfe, el eje de la serie, la fuerza de la gravedad que mantiene el mundo Outlander firmemente en su sitio y a los telespectadores fieles durante 51 episodios, el centro de su universo.

Con el título "Los pájaros y las abejas", el episodio se centra en la búsqueda por parte de Brianna Randall Fraser (Sophie Skelton) de su madre Claire (Balfe) y su padre Jamie (Sam Heughan) en la Carolina del Norte de 1769. Entre esta americana terca, criada en los años 1970 y su padre, escocés de las Tierras Altas al que va a conocer por primera vez, se establece una relación controvertida. ¿Estáis confundidos? Bienvenidos al mundo de Outlander, en el que una parte de sus habitantes pueden viajar a través del tiempo con la ayuda de algunos monumentos prehistóricos específicos. Luego hablaremos más de ello. 


Esto es lo que los fans que devoran los libros de Gabaldon y vigilan cualquier movimiento de sus actores (unos fans que según el New York Times son "de los  más apasionados de la TV") han estado esperando durante más de dos décadas: Claire y Jamie, la "pareja perfecta", de manual, reunidos con su hija para completar la unidad familiar de los Fraser. "Cuando Brianna vuelve, ves a Claire, sentada en la mesa del comedor, mirando a su alrededor y pensando: '¡Oh, Dios Mío, por fin lo tengo todo!'", nos cuenta Balfe por teléfono desde Los Angeles tras un mes loco promocionando la cuarta temporada de Outlander

Es una imagen que Claire nunca se atrevió a imaginar, y el camino hacia este momento ha estado plagado durante tres temporadas y media de viajes en el tiempo y árboles genealógicos mezclados. 

Aunque los inicios de la relación entre Brianna y Jamie -complicada por doscientos años de diferencia de mentalidad e incluyendo la existencia de otra figura paterna- son el foco de este episodio, hay algo en la reunión entre Claire y Bree que produce carne de gallina. Claire -que ha experimentado cambios y tragedias suficientes para varias vidas y que en este momento debería ya ser físicamente incapaz de sufrir más shocks- está completamente abrumada. Aunque Gabaldon escribió a Claire como un personaje cuyo rostro refleja todas y cada una de sus emociones, Balfe siempre actuó su papel con una ligera distancia, con una fría dignidad solo traicionada cuando Claire decide decir lo que piensa. Sin embargo, en esta escena, no hay fingimiento, ni ninguna barrera emocional, solo un alivio realmente conmovedor. Es increíblemente emotivo, a lo que contribuye que Skelton casi tira al suelo a Balfe al echarse en sus brazos. Skelton dice: "En un momento, todo está incluído en ese abrazo que le da a su madre. Corrí hacia ella y me lancé a sus brazos, como lo haría Bree, pero creo que casi tiro a Cait al suelo". 

Quizá se trata de la primera interacción totalmente desinhibida entre estos dos personajes. Su relación en el siglo XX era, como mínimo, delicada, y la verdad sobre el verdadero padre de Brianna no hacía sino ahondar en las diferencias entre una hija y una madre adicta al trabajo. Tuvieron que sufrir una separación que ambas pensaron que sería permanente para poder acercarse la una a la otra más que nunca, y su reunión cierra los últimos vestigios de ese alejamiento. "Claire y Brianna vuelven a reunirse en igualdad de condiciones", explica Balfe. "Mujer a mujer, mientras que al final de la Temporada 2 Claire estaba intentando criar a su hija. Todavía se trataba de guiarla, enseñarle, decirle lo que tenía que hacer. Cuando eres madre de un adulto, la amistad también tiene un papel. Claire sabe que ya no puede obligar a Brianna a nada ni decirle  como vivir su vida. Ella sabe que ya es una mujer hecha y derecha pero que aún así todavía necesita el amor de su madre. 


Los episodios anteriores de esta temporada sitúan a Jamie y Claire en un hogar en el que pueden realmente dar la bienvenida a Brianna, habiendo tomado la decisión de quedarse quietos por fin en un lugar. Consiguen unas tierras en el interior de Carolina del Norte y crean el Cerro Fraser, una granja en la que Jamie puede ser granjero mientras Claire practica su medicina. "Es tan bonito ver a esta pareja ya establecida...es un fundamento muy sólido el que Jamie y Claire han construido, no solo en su relación, sino ahora también en esta familia, en esta comunidad", dice Balfe. "Hay como una especie de satisfacción, una domesticidad que nunca habíamos visto antes". Mientras en las temporadas anteriores Jamie y Claire atravesaban las Tierras Altas escocesas y la Europa continental antes de su separación en la Temporada 3, la Temporada 4 les permite asentarse y, por supuesto, disfrutar de esa intimidad que los fans tanto respetan y desean ver. "En las Temporadas 1 y 2 Claire tenía que reaccionar constantemente a todos los acontecimientos que sucedían a su alrededor, y la última nos mostraba su lado profesional y maternal, pero a expensas de grandes carencias en su vida íntima y personal", dice Balfe. "Esta temporada es la temporada en la que ella misma se enriquece como persona, algo que no ha hecho nunca hasta ahora".

Balfe admite que no le ha sido fácil esta faceta de Claire -una mujer que es igual de eficaz defendiéndose de un malhechor con un cuchillo que con un escalpelo operando en un teatro- asentándose en el papel de ama de casa. "Creo que en nuestras propias vidas y en nosotros mismos podemos caer en una trampa, y como actor puedes caer en la trampa en tu personaje, que les ves de una manera y crees que sabes cómo son. Cuando leí los primeros guiones, me costó un poco entender el cambio. Pero creo también que eso es lo que  hace tan emocionante formar parte de una serie como esta; te mantiene en tensión y supone un  reto constante en cada temporada", dice. "Se trata de encontrar satisfacción en lo que tienes en ese momento particular. Y en esta temporada, Claire está fomentando esa parte de sí misma que había descuidado durante 20 años...Es la primera vez en la que vemos todas sus partes juntarse en una sola cohesionándose hasta formar su persona entera".

En "Los pájaros y las abejas" es la actuación de Balfe, no solo como mediadora si no también como madre intentando asimilar la cambiante dinámica de su familia, la que da paso a la preocupación por el bienestar de su hija. Y eso recuerda a los espectadores por qué Claire es el centro de la serie. A pesar de este retrato de familia feliz, los espectadores saben que a los Fraser les esperan muchas tristezas. Lo que debería ser para Brianna una ocasión para celebrar queda arruinada por el impacto del episodio de la semana pasada, en el que fuimos testigos de su violación a manos del pirata Stephen Bonnet, conectado con sus padres por un capricho del destino. Bonnet robó la alianza de Claire en el primer capítulo de la Temporada 4, y cuando Brianna se encuentra con él en el episodio de la semana pasada e intenta pagárselo y recuperarlo, el pirata la ataca. Skelton nos ofrece una fantástica actuación como una joven abrumada por la pena, y cuando finalmente le cuenta a su madre lo que la ha ocurrido, la escena de cuatro minutos es catártica para todos. "Esta línea argumental es tan desgarradora" dice Balfe. "Lo que resulta tan terrible del asalto sexual es las consecuencias que tiene en las relaciones de todo tipo que tiene la víctima con otras personas". 

La actuación de Balfe y de Skelton es sobrecogedora, y la relación entre ambas actrices es de una gran camaradería. "En esta serie hay actores muy generosos, y Caitriona es desde luego uno de ellos", dice Skelton. "Incluso aunque no sea una toma suya, te da una actuación del 100% para que a tí te ayude. No se cansa contigo. Si está llorando en su toma, llorará en la tuya también, porque se supone que tú estás reaccionando ante lo mismo. No muchos actores hacen algo así". 

Es una actuación que nos recuerda a alguna de las mejores que nos ha dado Balfe en toda la serie; fijaos en su voluntad de hierro ante la confusión general de la Temporada 1, o el dolor tras la muerte de su primera hija en la Temporada 2. Es fácil ver por qué ha recibido cuatro nominaciones consecutivas a los Globos de Oro por su esfuerzo (el más reciente se otorgará en la ceremonia de hoy). Su energía y tenacidad ha sido uno de los factores más importantes de la serie desde su estreno en 2014, por no hablar de su química con el protagonista Sam Heughan y sus tórridas escenas de sexo, que tan eficazmente atraen a la mirada femenina. "De alguna manera, esta serie fue al principio rompedora, porque el personaje femenino estaba mejor definido de lo que hemos visto hasta ahora en esta clase de relaciones", dice Balfe con orgullo. "Vemos el sexo a través de sus ojos, vemos todas estas cosas a través de sus ojos. Es bastante chocante que en 2014 esto fuera algo revolucionario. Ya se que no éramos la única serie de TV que lo hacía, pero sí una de las pocas".



El episodio de esta noche explora parte del material más oscuro que nos espera en la serie, pero Balfe siempre se las ha arreglado para subir el nivel de unas imágenes que nos podrían llevar al territorio de la telenovela, proporcionando profundidad, matices y dignidad a cada escena. La reacción de Claire a la noticia que le cuenta Branna es un complemento de su dolor tras la muerte de Faith; Claire no puede dejarse llevar totalmente por la ira porque tiene que guardar sus fuerzas para su hija destrozada. "Para Claire, como madre, saber que de alguna manera sus acciones....Claire no puede evitar sentirse culpable por lo que ha pasado de muchas maneras, y el dolor de que no puede arreglarlo, que no puede borrar lo sucedido", dice Balfe, "eso debe ser la peor pesadilla de toda madre, cuando algo le ocurre a tu hijo y no puedes protegerle de ello". 

Outlander ha sido testigo ya de múltiples violaciones en personajes principales y secundarios en las temporadas pasadas, y tanto críticos como fans han criticado a la serie y a los libros por el uso que hacen de la violencia sexual como parte de la trama. El asalto de Brianna en el episodio de la semana pasada tuvo valoraciones de todo tipo, algunas alabando la decisión de cerrar las puertas al acto en sí, otras cuestionando la necesidad de incluir la violación misma. "Es importante hablar de este tipo de cosas y reflexionar sobre ellas, porque por desgracia son muy reales en nuestro mundo", dice Balfe de esta línea argumental. "Las representamos porque estamos siguiendo el camino que nos trazan los libros, y además ocurre en una época en la que el asalto sexual era un arma que se usaba con mucha frecuencia, y todavía es así en muchos lugares. Tenemos que contarlo porque son parte integrante de la historia general. Pero sí hay un esfuerzo consciente por parte de los guionistas y productores y actores para, si hay que hacerlo, hacerlo al menos de la mejor manera posible". 

Balfe también considera esta línea argumental como una oportunidad de mostrar una verdad vital: "la vergüenza de las agresiones sexuales no recae en las víctimas. Creo que ese es el mensaje más importante, especialmente en este episodio: no culpamos a las víctimas. Y eso habría sido la reacción normal en esa época. Nos agrada ver, especialmente cuando Claire se lo cuenta a Jamie, como la conversación parte de la premisa totalmente contraria". 

El episodio termina con el máximo suspense, cuando Jamie le da una paliza a Roger y casi le mata después de que Lizzie erróneamente le identifique como el violador de Bree. El resto de la temporada tendrá que sufrir las consecuencias de este tremendo malentendido así como del embarazo de Brianna (todavía no sabe si el bebé es de Roger o de Bonnet). Así que, si, las cosas se van a poner aún peor. Y como los cuatro últimos episodios van a seguir esas líneas argumentales convergentes, es imposible que no se produzca un cambio en los métodos de contar la historia de la serie. Durante toda la Temporada 4 Outlander se ha ido apartando gradualmente de su total enfoque en Claire y Jamie para ir haciendo sitio para Brianna y Roger, expandiendo la atención del dúo al cuarteto. "La historia es tanto de Brianna y Roger como de Claire y Jamie" dice Balfe. "La serie ha evolucionado desde contar la historia de esta pareja hasta incluir a su familia". 

Esta temporada también ha sido la primera en la que en un episodio no aparecen ni Balfe ni Heughan. "Estábamos encantados. ¡Por fin un descanso!" dice Balfe riéndose. Nos cuenta los agotadores esquemas de rodaje en las primeras temporadas de la serie, las "quincenas de 11 días", formadas por la filmación durante una semana de seis días seguida ininterrumpidamente por otra de cinco. "Hay un cansancio que te afecta", dice. "Creo que todos los actores te dirán que, cuando están en una producción como esta, es como si salieras del mundo real y vivieras en una burbuja. Puedes hacerlo durante un cierto período de tiempo, y hacerlo con mucho gusto, pero después de un par de años te das cuenta de que la vida real está llamando a tu puerta pidiéndote que le hagas caso". 

Balfe está encantada con las oportunidades que este cambio le va a procurar. De hecho, espera que le permita conocer mejor a Claire. "De ahora en adelante va a estar mucho más repartido a lo largo de las líneas argumentales. Tendré mis momentos para involucrarme totalmente en Claire, pero también habrá otros en los que tendré que dar un paso a un lado y dejar que algún otro personaje lo haga", dice. Se acuerda del método de Tobias Menzies en la Temporada 1: "Venía después de haber tenido dos o tres semanas libres, y cogía su personaje y lo miraba desde siete u ocho puntos de vista diferentes. Su manera de trabajar era increíble. Creo que una cosa que esta novedad me está permitiendo es el lujo de meterme en el personaje de una manera diferente y ser capaz de enfrentarme al proceso también de una manera distinta". Que no entren en pánico los fans que ya están empezando a protestar: "Va a ser beneficioso para la serie", promete Balfe: "un mundo más extenso y con más facetas no puede sino ser mejor".

Balfe también espera que la expansión del universo de Outlander le proporcione más oportunidades a ella y a Heughan para explorar otros roles además de la actuación dentro de la producción de la serie. " A los dos nos encantaría tener más responsabilidad. Definitivamente, a mí me encantaría dirigir en algún momento, y creo que a él también. Me gustaría estar en el set cuando Sam me está dando órdenes", dice riendo. Balfe es, naturalmente, muy protectora con Claire, y su influencia se extiende más allá de la cámara, hasta dentro de la sala de guionistas. "Es importante tener voto. Hemos construido estos personajes desde el primer día, creo que a los dos nos parece importante -especialmente cuando tantos de nuestros guionistas ya no forman parte de la serie y hay otros nuevos que vienen- conservar esa línea homogénea a lo largo de todas las temporadas". 

Le pregunto a Balfe si el trabajo tras las cámaras era algo que consideró hacer cuando empezó su carrera. "Creo que siempre he tenido esa ambición secreta, pero antes tenía miedo a decirlo en voz alta. Y luego me preguntaba: ¿seré capaz de hacerlo? Pero estando tanto tiempo en el set de rodaje, las horas que hemos acumulado haciendo la serie...vas aprendiendo. Ves trabajar a profesionales en el punto más alto de sus carreras. Intento ser una esponja y absorber todo lo que puedo mientras trabajo con otras personas. Hay una cierta confianza que procede de ver a otros haciendo algo día a día, y aprendes de ellos. Piensas que tú también puedes hacerlo". 

Y va más allá de lo personal. Como Claire, Balfe es tremendamente directa. Su twitter es una ventana a sus opiniones y pasiones. Esto se extiende a sus declaraciones en relación al MeToo y TimesUp, y a las mujeres en el mundo del espectáculo. "Lo que está pasando en esta época, y esta necesidad que tenemos de que haya más mujeres en este entorno me hace darme cuenta de que, bueno, si no doy un paso adelante y lo hago, entonces ¿cómo puedo yo decir que necesitamos más mujeres? Me doy cuenta de que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de romper estas barreras del miedo. Una cosa es hablar de ello, y otra es levantar el culo y hacerlo", dice riendo. "Así que estoy intentando levantar el mío". 

Outlander recibió la renovación oficial para las temporadas 5 y 6 en mayo, lo que quiere decir que Balfe tiene mucho material todavía en el que trabajar. Mientras tanto, le está poniendo la voz a un personaje en un próximo show de Netflix, la precuela de Dark Crystal ("me devolvió a un tiempo especial de mi infancia") y tendrá un papel como piloto de coches de carreras (y esposa de otro piloto, Ken Miles, interpretado por Christian Bale) en Ford v. Ferrari. Y luego tiene una boda que organizar con su prometido Tony McGill. Pero primero están esos cuatro últimos episodios de la Temporada 4, que Balfe promete nos van a poner en situación para lo que viene. "Esta es una temporada de transición, y creo que nos prepara para la las dos siguientes. Se puede decir que es la calma que precede a las tormentas que van a venir". 


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