El Productor Ejecutivo de la serie, Matthew B. Roberts, habla con The Hollywood Reporter sobre los temas más importantes que ésta va a tratar en su próxima temporada.
El viaje en el tiempo hizo posible que la familia Fraser pudiera reunirse a pesar de una separación temporal de dos siglos cuando la serie Outlander emitió su último episodio de la Temporada 4 hace más de un año. Mientras el clan continúa construyendo una comunidad en la zona interior rural de principios de los años 1770 en Carolina del Norte, las colonias sufren una ola de gran agitación política, provocando situaciones peligrosas y problemas emocionales que se convertirán en el motor de la próxima quinta temporada.
"En la última temporada, la cuestión era: ¿Dónde está nuestro hogar? ¿Qué es nuestro hogar? ¿Es la gente? ¿Es un lugar? ¿Es la casa en la que vives? Este año, ya sabemos lo que es: es la familia. Es esta comunidad. ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar para mantenerla unida y protegerla? Esa es la pregunta que nos hicimos; esa es la pregunta que Diana Gabaldon, en su libro "La cruz ardiente", también se hace. Por eso hemos intentado responderla a lo largo de toda la temporada". Esto se lo dice el Productor Ejecutivo Matthew B. Roberts al Hollywood Reporter cuando le preguntan a qué se enfrentan sus personajes durante los 12 episodios de la temporada.
Para el patriarca de la familia, Jamie Fraser, esa pregunta se plantea ya en la última escena de la T4 cuando, después de haber recibido sus tierras del mismo Gobernador Tryon, éste le da la orden de formar una milicia y buscar y matar al líder de los rebeldes anti-corrupción, los Reguladores: Murtagh Fitzgibbons.
"Entre Jamie y Murtagh existe un amor tan profundo..." dice Roberts sobre Jamie y el hombre que -aunque los Casacas Rojas lo ignoran- es su compañero de clan y padrino. "No puede uno ni imaginarse lo que supondrá ponerlos a ambos en lados opuestos de una causa, el dilema que ello provocará; Jamie tiene las manos atadas por un juramento que no tuvo más remedio que pronunciar, y Murtagh también está atrapado por el suyo propio. Y esta es la dinámica que decidimos intentar mostrar y desarrollar cuando nos reunimos en la sala de guionistas".
Con una corrupción rampante dentro del sistema judicial de las colonias y unos impuestos británicos escandalosos, los encuentros violentos entre los Reguladores y los Casacas Rojas son cada vez más frecuentes. Jamie instó a su esposa embarazada, Claire, a atravesar las piedras en Craigh na Dun en la T1 para vivir en la seguridad que ofrecía el año 1948. Y de la misma manera, en la T5 veremos a la matriarca de la familia considerar cómo los años 1970 podrían constituir un lugar seguro para su hija adulta, Brianna Randall, Roger MacKenzie y el bebé Jemmy y estar así protegidos de los peligros de la Guerra de la Revolución en América. "Se trata del dilema de querer tener a tu familia contigo pero saber que estarían mucho mejor en otro lugar, y es esa angustia la que hacemos sufrir al personaje de Claire esta temporada", dice Roberts.
En cuanto a Jamie, que no crió a Brianna, "no quiere que se vayan", explica Roberts. "Jamie siente que puede proteger a cualquiera siempre que estén cerca de él. Así que piensa que es más seguro estar con la familia, con aquéllos en los que siempre puedes confiar...y esto es un gran argumento. Ambas visiones son válidas...y Roger y Bree se encuentran igualmente en medio de esta incertidumbre".
Aunque la pareja principal de la historia -que ha pasado por juicios por brujería, rivales amorosos celosos, guerra y siglos para poder estar juntos- quizá no siempre compartan la misma opinión; ya han superado esos primeros tiempos en los que su relación estaba siempre a prueba. El amor de Jamie y Claire permanece irrompible en la T5. "Yo nunca he sentido que su relación se haya puesto tan a prueba como para pensar que se podría romper. La unión existía desde el principio, de forma casi inmediata. Siempre consideré que eran las fuerzas exteriores las que intentaban separar a esa pareja, y esa es la esencia de la serie: esta unión, este amor épico que se tienen, los dos juntos. Estas fuerzas externas,sea la Corona, o los nuevos colonos, o el lugar en el que estén, o un huracán, o Black Jack Randall, o Bonnet, o Geillis... sea lo que sea a lo que se tengan que enfrentar, esa unión va a salir adelante. Nuestra serie se ocupa de cómo y qué hacen para conseguirlo", dice Roberts.
La historia de Brianna y Roger -que se volvieron a unir en el último capítulo de la temporada anterior tras una tumultuosa serie de acontecimientos que incluían el viaje en el tiempo, la travesía por el Atlántico, la violación a Brianna por parte del contrabandista Stephen Bonnet y la venta de Roger a una tribu Mohawk- se reanuda con mucha felicidad. La pareja confirmará la ceremonia de unión de manos de la T4 (un ritual escocés de matrimonio) con una boda propiamente dicha en el estreno de la T5.
"Creo que en la temporada anterior consumimos tanto tiempo intentando que todos entendieran en qué punto de la historia estábamos....-el nuevo mundo, lo que estaba ocurriendo allí en ese momento, el Gobernador Tryon, Jamie-.... que algunos de esos relevantes momentos pequeños se quedaron fuera. Y creo que era muy importante mostrar el amor, la devoción que Brianna y Roger se tienen el uno al otro, y que Jamie y Claire les tienen a ellos. También hay que mostrar que están creando una comunidad, no solo un hogar para ellos mismos, si no una comunidad mayor en el cerro Fraser. Y esta familia se junta para la gran Reunión y la boda", dice Roberts.
Murtagh, que está ahora fuera del libro (el personaje murió en Culloden en la novela de Gabaldon), tiene su propia historia de amor que comenzó la temporada pasada. La relación romántica de un Murtagh buscado por la ley con la tía de Jamie, Yocasta, propietaria de una plantación, tendrá que enfrentarse a sus propios retos. "Yo diría que hay altos y bajos en ella", dice Roberts. "Va a ablandar muchos corazones durante toda la temporada".
En un momento dado en las semanas siguientes -probablemente mientras está protegiendo a su familia- Jamie se ve obligado a ponerse el uniforme de los casacas Rojas británicos, una decisión terriblemente difícil después del trauma que éstos han supuesto para los Highlanders en las temporadas anteriores (en los Highlands, en batallas y especialmente a manos del sádico Capitán Black Jack Randall).
Esta línea argumental fue idea de Sam Heughan, que explica que a Jamie se le "ordena" llevar ese uniforme. "Es más una muestra de poder por parte del Gobernador Tryon que otra cosa", dijo Heughan en enero. "Tryon está poniendo a prueba constantemente a Jamie Fraser para ver si se plegará a sus órdenes. Y quizá tiene para él un significado mayor y más profundo que para los demás".
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