27 de abril de 2016

Entrevista a Stanley Weber para Nerdist

Por Alicia Lutes para Nerdist




Estamos hoy aquí con Stanley Weber, que ustedes también conocerán como le comte St. Germain en Outlander. Ese hombre que tiene esa expresión terrible en el rostro, y que está en el muelle mientras observa a su barco en llamas, y el responsable de enlodar toda la situación de Jamie y Claire en esta temporada. 

Debo hacer esta pregunta sí o sí: ¿Por qué tu personaje está siempre tan enojado?

Stanley Weber: (Risas) Tiene muchas buenas razones para estar enojado, ¿no crees? En el primer episodio, por culpa de Claire, su barco está en llamas. Te rompe el corazón. Tiene toda la razón en estar enojado con ellos. Especialmente con Claire.

Es cierto, ella es una mujer increíblemente fiel a sus convicciones. 

¿Estabas preparado cuando comenzaste para la intensidad que demuestran los fans de Outlander?

Stanley Weber: Mucha gente me habló de ello. Y pronto me di cuenta que todos eran tan encantadores. Nos apoyan mucho, son muy cálidos y entusiastas. En principio estaba intimidado, mucha gente comenzó a seguirme por Twitter e Instagram, pensaba que todos me iban a juzgar y juzgar cómo represento al personaje. Luego me di cuenta que es completamente lo opuesto, me ayuda mucho en el set. Al principio no estaba listo, pero ahora sí lo estoy. (Sonrisa)

Debe ser muy emocionante sumarse a un elenco que tiene tantos fan y que ama tanto la historia. Debe añadir un grado muy particular a toda la experiencia.

Stanley Weber: Sí. Y no solo eso. La primera vez que pones los pies en el set de filmación y te das cuenta que toda la gente que hace esta serie es tan encantadora, profesional, y pasional por lo que hacen, y termina haciendo que te resulte más sencillo. 

Del elenco, ¿quién habla mejor y quién habla peor francés? Tómate la libertad de darnos ejemplos si lo deseas. 

Stanley Weber: Es muy injusto esto (risas). Pero necesito ser honesto. Todos hicieron un gran trabajo con el idioma. Caitriona habla el mejor francés, y Sam era como que tenía dificultades con él (risas). De todos maneras fue muy lindo. Ellos pensaron, el primer día, que yo me reía de ellos, cuando en realidad era mi reacción a sus gracias. 

Algunos integrantes del elenco tuvieron que aprender francés, ¿tú tuviste que aprender gaélico?

Stanley Weber: No, no fue necesario. De todas maneras, difrutaba mucho repitiendo los diálogos de Sam con acento escocés, el acento es muy encantador y me gusta mucho. Ni siquiera me molestaba con el inglés. Cada vez que me hablaban en inglés, yo contestaba en francés.

Tienes la tarea de representar a un personaje histórico. ¿Sabías algo del mismo cuando aceptaste este rol?
Y ahora que ya estás en el papel, ¿te has tomado algunas libertades?

Stanley Weber: La libertad estaba en el guión. No sabía mucho de él al principio. Luego hice los deberes y comencé a leer en internet. Lo más gracioso de todo, es que cuando conté a mi padre que iba a interpretar a este tío, él me contesta: "¿En serio? ¡Yo lo conocí! (N/T: A la persona que hoy lleva el título). En un club nocturno, que frecuentaba desde hacía mucho tiempo, hacía todo tipo de cosas allí." 

Esta es una serie sobre viajes en el tiempo. Si pudieras viajar en el tiempo, ¿A qué época te gustaría ir?

Stanley Weber: Creo que al siglo XVIII, especialmente en París, con todos los filósofos. O sería un pirata en un barco. Mi nombre sería Capitán Solférino, que es el nombre de una batalla en la época de Napoleón, y también es el nombre de una estación de metro, y cuando iba al colegio, se me quedó grabada. 

Besar, casarte o matar. Tú ya conoces el juego. Jamie Fraser, Claire Randall y Murtagh.

Stanley Weber: Definitivamente besaría a Claire Randall. No me gusta matar a nadie, es difícil decidir. Creo que mataría a Sam, porque él es tan fuerte que sino terminaría matándome a mí. Y me casaría con Murtagh.

¡Yo también me casagh! Tenemos tiempo para una pregunta más: ¿Qué fue lo más gratificante de trabajar en Outlander?

Stanley Weber: Para ser honesto, creo que fue poder conocer a toda la gente que hace esta serie. Sam, Cait, Tobías, y todas las personas que trabajan en ella. Me siento muy agradecido de haber formado parte de esta familia. Fue muy gratificante, aprendí mucho, y me divertí tremendamente. Somos todos muy apasionados en brindar la mejor actuación de la que somos capaces, y de satisfacer a la audiencia, de hacerlos llorar y reír. Es un sentimiento muy positivo. Cada mañana me levantaba con una sonrisa en el rostro. Por eso me causó mucha gracia que me preguntaras por qué estaba tan enojado (risas). Llegaba al set con una sonrisa de oreja a oreja y me llevaba mucho tiempo adquirir la expresión seria y enojada del conde. Me costó mucho una de las últimas escenas que rodé con Cait, debía odiarla y ella y todos son imposibles de odiar. La adoro, absolutamente. Eso es lo gratificante, conocer gente extraordinaria. Siempre estaré agradecido por eso. 


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