29 de abril de 2016

Outlander | Un extraordinario caso de estudio: sexo placentero y lleno de matices en la TV.

Outlander | Un extraordinario caso de estudio: sexo placentero y lleno de matices en la TV.


Advertencia: En el siguiente artículo se discuten temas delicados. Leer con discreción. También contiene spoilers de la T1 de Outlander.


Introducción de Diana Gabaldon a este artículo:  

«Debe haber algo en el aire... Esta agradable y cuidadosa review apareció esta semana, como así también lo hizo una discusión muy interesante en Compuserve, en cuanto a si los libros tienen demasiado sexo o no (por cierto, "no" fue el gran consenso general).
Con el correr de los años, mucha gente me ha mencionado el sexo en los libros, el 99.9% fue para expresar su aprobación (a pesar de que muchos de ellos deseaban más), pero también estuvieron aquellos pocos que me dijeron que si bien estaban encantados con los libros, habían tenido que marcar con fibra negra las partes "sucias" antes de leer. (Cof, cof).

Entonces, ¿qué piensan ustedes?

¿Buen sexo, mal sexo, mucho sexo, poco sexo?»    
 

Que se le preste especial atención a los cuerpos desnudos no es algo radical en televisión. La mayoría de las series tratan sobre romance, muchas sobre el sexo, y ese sexo es plasmado en la pantalla. Pero, ¿los cuerpos de quienes estamos acostumbrados a ver, y por qué?

En una de las series más populares de la televisión, Juego de Tronos, los personajes (en su mayoría mujeres) están frecuentemente desnudos y son presentados como objetos. Con regularidad se las mira lascivamente y demasiadas veces los hombres tienen sexo con ellas (pocas veces el sexo es deseado, y muchas veces conlleva violencia). Para muchos, incluídos los fans más devotos de esta serie, esta dedicación cansadora de comer con los ojos o abusar del cuerpo de las mujeres se está tornando un punto de fricción. Como dice un residente de Vulture, y fanático de Juego de Tronos, Nate Jones, "este es un punto del que me estoy cansando de ver."

Tal vez es por esto que Outlander, que acaba de estrenar su segunda temporada, se ha vuelto el modelo a seguir para una forma relativamente nueva de sexo en la pantalla. Es el tipo de sexo que apunta a la mirada femenina, en cámara, y detrás de ella. La serie, un romace con acción y viajes en el tiempo, basada en las novelas históricas de Diana Gabaldon, generalmente es mencionada a la par con el gigante de HBO. Pero la aproximación al sexo de Outlander, y a la manera de hacer series en general, no podría ser más distinta.


El placer del sexo

En el club de muchachos de Hollywood, con su desproporcionado número de escritores y directores hombres y heterosexuales, el sexo en la televisión tradicionalmente se ha orientado para deslumbrar a los espectadores hombres y heterosexuales. Los hombres (en la pantalla, detrás de cámara, y en la audiencia) son los que se dedican a mirar, mientras que las mujeres son el objeto de las miradas. No es una sorpresa, entonces, que en la medida que se diversifica el paisaje de la tv (aunque muy despacio), el sexo también se ha diversificado, ampliando el alcance para incluír sexo que involucre a las mujeres televidentes. Las series hechas por mujeres, con guionistas y directores del sexo femenino, están creando escenas que apuntan directamente al placer de la mujer -dentro y fuera de cámara-.

Tomemos como ejemplo Girls: Un espectáculo que, para mejor o peor, es análogo a las mujeres en tv. En su primera temporada, Marnie (Allison Williams) conoce a un engreído artista durante la inauguración de una galería, y se excita con él. Ella rápidamente se dirige al baño y allí se masturba. Es al mismo tiempo útil y profundamente sensual. Marnie no necesita desvestirse (y mostrar su cuerpo a los espectadores masculinos). Ella no necesita de un hombre. Sólo necesita quitarse ese deseo de encima. La escena logra entender un deseo femenino que raramente es retratado, y que está completamente separado del placer masculino de una forma fundamental y poderosa. El guión fue escrito y dirigido por una mujer, Lena Dunham.


En Puberty Blues, un drama australiano de 2014 ambientado en los años 70, sobre alcanzar la adultez, hay un maravilloso momento en que Sue (Brenna Harding) confiesa a su madre que no disfruta el sexo, su madre le entrega una copia del libro The Joy of Sex. La madre de Sue (Susie Porter) le dice: "Ahora vas a elegir una del libro, le enseñarás al muchacho a escucharte, y luego le dices dónde tiene que ir." Cuando Sue y su compañero (el gentil Woody) encuentran lo que funciona para ella, nosotros sabemos que tuvo éxito, porque inmediatamente después ella camina por la playa, radiante.

Esta notoria escena fue escrita por Alice Bell y dirigida por Emma Freeman, y representa una creciente tendencia de televisión hecha por mujeres, para mujeres. Los encargados de las series de tv presumen cada vez más que los televidentes del sexo femenino quieren ver escenas que les brinden satisfacción a ellas, y vaya si están prestando atención.

Outlander siempre tuvo tendencia a atraer gran público femenino, y la serie es construída cuidadosamente de punta a punta con la idea de satisfacer a ese público. Está protagonizada por Caitriona Balfe, como Claire Beauchamp, enfermera de la Segunda Guerra Mundial, el foco de la historia sin ningún tipo de dudas; la sala de guionistas (dirigida por el productor ejecutivo Ron D. Moore) está dominada por tres guionistas mujeres (Maril Davis, Anne Kenney y Toni Graphia) y muchos de los mejores episodios están dirigidos por Anna Foerster. Lo que resulta en una serie que abarca totalmente no sólo el placer, sino también una distintiva mirada femenina.

A veces, literalmente.

Para los que no saben, Outlander sigue la historia de Claire y su amable y aburrido esposo, Frank Randall (Tobías Menzies) que se encuentran en las Highlands de Escocia para reavivar su tensa relación luego del final de la guerra. Cuando Claire toca unas antiguas y míticas piedras, ella es transporada 200 años atrás en el tiempo, a 1743, en medio de una inminente rebelión jacobita., peleada por los clanes escoceses, contra los Casacas Rojas británicos.

Allí, Claire está constantemente en peligro, y es a su vez astuta e ingenua con respecto al mundo al que acaba de ser transportada. Sus habilidades médicas (que algunos perciben como brujería) y el hecho de que ella es inglesa la vuelven especialmente vulnerable. A continuación, ella encuentra un aliado, alguien fornido, de gloriosa cabellera (virginal) y granjero, llamado Jamie Fraser (Sam Heughan). Jamie no solo es la respuesta de Outlander al pastel de carne moderno, sino que también es encantador, divertido y romántico. En un momento de crisis, Claire accede a casarse con él para que la proteja. 

Este arreglo lleva consigo muchos conflictos: Claire se siente atraída hacia él, pero ella aún ama a su esposo, Frank. También, un casamiento en 1743 implica que sea consumado, y por ende Jamie y Claire van a su noche de bodas, con una sensación de deber para mantener al otro a salvo.

Suena a un raro escenario romántico para un espectáculo de tv del siglo 21, y lo es (aunque para las novelas románticas es bastante común). Por suerte, en las habilidosas manos de Foerster y Kenney, el episodio "La Boda" es, como dijo Roxane Gay, "perfecto, punzante, y perfecto." Claire y Jamie conversan y ríen, conociéndose y comenzando a preocuparse por el otro, luego, finalmente, consuman el matrimonio. El primer encuentro es apurado y desesperado y Jamie se pregunta si Claire ha disfrutado tanto como él. Entonces la próxima vez (y la siguiente) Claire lo instruye a Jamie para maximizar el placer de ambos.

"Quítate la camisa," demanda. "Quiero mirarte." Jamie obedece, y Claire camina a su alrededor, rozando su mano por su esculpido cuerpo (mientras que los televidentes de todos los lugaren explotan de alegría). La cámara se fija un momento en su cuerpo, pero no se detiene de manera lasciva. Se aprecia la desnudez y la vulnerabilidad de Jamie y se lo mira, sin dudas, con los ojoz llenos de deseo de Claire. (Del mismo modo que, cuando Claire se desnuda para él posteriormente, la cámara contempla con el propio empoderamiento de Claire). 

A partir de "La Boda", la relación de Jamie y Claire está definida por el tierno lazo que forjaron en la habitación nupcial; a medida que su amor crece, así lo hace su habilidad para entregar placer. Cuando Jamie finalmente conoce que Claire viene del futuro, su aceptación de ese hecho tan extraño sólo logra unirlos más.

Esta atención que se presta al tipo de sexo que está enfocado tanto en el placer de la mujer como del hombre, son tan poco frecuentes que hasta la autosatisfacción de Marnie en Girls hacen que sean radicales y lo suficientemente raras para ser analizadas en detalle. 
Sin embargo, en Outlander, este tipo de sexo radical no es solo una característica; es el tema esencial en torno al cual gira la serie. 


Televisión y Trauma

Aunque Outlander es a menudo una celebración de la exquisita alegría que hace coincidir al sexo con el amor, la serie no es rehacia al lado más oscuro y violento del sexo. Desde el momento en que Claire llega a 1743, la posibilidad de una violación se cierne sobre Outlander. Luego, al final de la primera temporada, en una de las escenas más horrorosas y violentas que jamás se hayan mostrado en televisión, Jamie es capturado y violado por un Casaca Roja (el sádico Black Jack Randall), quién amenzó a Claire en el primer episodio de la temporada 1.

La violación es enfermizamente violenta, y la cámara no teme mostrar la tortura. Sumado a la violación, Black Jack ataca a Jamie, lo droga y evoca recuerdos de Claire que perseguirán a Jamie mientras trata de recuperarse. En estas escenas, también dirigidas por Foerster, la perspectiva cambia, y ahora vemos desde el punto de vista de Jamie, y nosotros como espectadores experimentamos su dolor por medio de una cámara atenta que se posa en su cuerpo destruído de manera tan visceral como cuando con tanto amor nos mostró su cuerpo durante "La Boda".

Las escenas, que son imposibles de ignorar en cualquier exámen de Outlander y el sexo en televisión, son desgarradoras, y aunque hay un argumento convincente contra la filmación de la tortura sexual que parece rutina en la televisión contemporánea; Moore sin embargo, es inflexible sobre el valor que aportan. "Esta es una parte de la historia que es extremadamente necesaria para el libro. No hay manera de no hacerlo. Es una situación horrible, por lo tanto debe quedar reflejada como horrible."

Jamie y Claire finalmente consiguen escapar, no solo de Black Jack, sino también de Escocia. Cuando comienza la T2, acaban de llegar a Francia, determinados en sofocar la malograda rebelión jacobita. Haciendo de espías cortesanos en el palacio de Versalles, uno pensaría que Outlander ha retornado a su habitual tono pícaro. Pero Jamie aún está traumado por su encuentro con Black Jack, y su intimidad con Claire se ha visto erosionada. La serie da tiempo a Jamie para elaborar este duelo, y en estos primeros episodios, vemos las cosas desde el punto de vista de Claire y también de Jamie. 

Es raro que un espectáculo preste tanta atención a la recuperación de un personaje que ha sido objeto de violencia sexual. De hecho -como sabe cualquier fan de Juego de Tronos- la violación persistente de cuerpos (de ambos sexos) rara vez presta más atención que el inicial acto de violencia. El sexo no siempre es por diversión, y el trauma sexual jamás debe ser usado como elemento para el shock. Los guionistas y los directores de Outlander entienden esto, como así también Melisa Rosenberg, cuyas exploraciones sobre las secuelas de estos traumas refinaron su excelente primera temporada de Jessica Jones.

Es significativo que en una serie que se basa en gran medida en cándidos encuentros, carezca absolutamente de ellos entre los personajes principales durante los primeros episodios de la segunda temporada. Pero la matizada comprensión de Outlander sobre el sexo y la intimidad (y hasta qué punto puede afectar profundamente más allá de la mera excitación masculina), ahora permite que la serie crezca. El sexo hizo que dos almas gemelas, separadas por 200 años, se juntaran; el sexo ha obligado a esta pareja a cambiar la historia; y sin dudas, el sexo, que ha traicionado a Jamie, también será lo que lo una nuevamente a Claire. 

Fuente/Source: junkee.com

 

  

3 comentarios:

  1. Muy interesante. Creo también que ya era hora de ver el sexo desde la perspectiva femenina y aquí esta perfectamente dosificado. Gracias!

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  2. Muy cierto, llena en todos los angulos... Elegante y muy biene scrito como llevado a pantalla

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  3. Excelente ! yo creo que la cantidad de sexo que muestra la serie y que narra el libro es mas que perfecto, ni mas ni menos. Me encanta!

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