Fuente/Source: Diana Gabaldon
#DailyLines #LibroNueve #DecidlesALasAbejasQueMeHeIdo #NoEstaCercaDeSerTerminado #LeedAPhilRickmanMientrasEsperáis #¿QuéHayEnLaBolsa?
Habíamos cenado en nuestro nuevo porche, allí no había ni mesa ni bancos para la cocina todavía, pero por motivo de la ceremonia, yo había hecho la masa para galletas de melaza por la mañana temprano y la había dejado aparte.
Todo el mundo entró a tropel y desenrolló sus diversos lechos -Jamie y yo teníamos una cama, pero los MacKenzies dormirían todos sobre jergones frente al fuego- y se sentaron para ver con anticipación mientras ponía las galletas sobre mi plancha y deslizaba el frío circulo de hierro negro dentro del calor del horno holandés.
"¿Cuánto tarda, cuánto tarda, cuánto tarda, abuelita?" Mandy estaba detrás de mí, de puntillas para ver. Mi giré y la elevé para que pudiera ver la plancha y las galletas dentro de las resplandecientes sombras del cubículo de ladrillo construido en la pared de la gran chimenea. El fuego que habíamos encendido al amanecer había sido alimentado todo el día y el ladrillo de alrededor irradiaba calor, y lo haría toda la noche.
"¿Ves cómo la masa está en bolas? Y puedes sentir lo caliente que está -nunca pongas tu mano en el horno- el calor hará que esas bolas se aplanen y luego las tostará, y cuando lo hagan, entonces las galletas estarán hechas. Tarda unos diez minutos," añadí, bajándola. "Es un horno nuevo por lo que tendré que seguir pendiente."
"¡Bien, bien, bien, bien!" Saltó con deleite y se echó en los brazos de Brianna. "¡Mamá ! ¿Me lees una historia hasta que las galletas estén hechas?"
Bree alzó las cejas y miró a Roger, que sonrió y se encogió de hombros.
"¿Por qué no?" dijo él, y fue a buscar en la pila de diversas pertenencias que habían dejado contra la pared de la cocina.
"¿Trajiste un libro para los niños? Eso es espléndido," le dijo Jamie a Bree. "¿Dónde lo conseguiste?"
"¿Hacen ahora libros para niños de la edad de Mandy?" pregunté mirándola hacia abajo. Bree había dicho que ella ya podía leer un poquito, pero nunca había visto en una imprenta del siglo XVIII algo que pareciera comprensible- y mucho menos atractivo- para alguien de tres años.
"Bueno, más o menos," dijo Roger sacando la gran bolsa de lona de Bree de la pila. "Esto es, había- hay, quiero decir- unos pocos libros que están destinados a niños. Aunque los únicos títulos que me vienen a la cabeza en este momento son «Himnos para divertir a los niños», «La historia de Little Goody Two-Shoes», y «Descripciones de trescientos animales»"
"¿Qué tipo de animales?" preguntó Jamie que parecía interesado.
"Ni idea," confesó Roger. "No he visto ninguno de esos libros, sólo leí los títulos en una lista de una revista académica."
"¿Alguna vez imprimiste algún libro para niños en Edimburgo?" le pregunté a Jamie, el cual sacudió la cabeza. "Bueno, ¿y qué leías tú cuando estabas en el colegio?"
"¿De niño? La Biblia." Dijo, aunque debería ser evidente. "Y el almanaque. Después de que aprendiéramos el abecedario, quiero decir. Luego hacíamos un poco de latín."
"Quiero mi libro," dijo Mandy firmemente . "¿Me lo das, papá, por favor?" añadió viendo a su madre con la boca abierta. Bree cerró la boca y sonrió, y Roger rebuscó en la bolsa, luego sacó......
#DailyLines #LibroNueve #DecidlesALasAbejasQueMeHeIdo #NoEstaCercaDeSerTerminado #LeedAPhilRickmanMientrasEsperáis #¿QuéHayEnLaBolsa?
Habíamos cenado en nuestro nuevo porche, allí no había ni mesa ni bancos para la cocina todavía, pero por motivo de la ceremonia, yo había hecho la masa para galletas de melaza por la mañana temprano y la había dejado aparte.
Todo el mundo entró a tropel y desenrolló sus diversos lechos -Jamie y yo teníamos una cama, pero los MacKenzies dormirían todos sobre jergones frente al fuego- y se sentaron para ver con anticipación mientras ponía las galletas sobre mi plancha y deslizaba el frío circulo de hierro negro dentro del calor del horno holandés.
"¿Cuánto tarda, cuánto tarda, cuánto tarda, abuelita?" Mandy estaba detrás de mí, de puntillas para ver. Mi giré y la elevé para que pudiera ver la plancha y las galletas dentro de las resplandecientes sombras del cubículo de ladrillo construido en la pared de la gran chimenea. El fuego que habíamos encendido al amanecer había sido alimentado todo el día y el ladrillo de alrededor irradiaba calor, y lo haría toda la noche.
"¿Ves cómo la masa está en bolas? Y puedes sentir lo caliente que está -nunca pongas tu mano en el horno- el calor hará que esas bolas se aplanen y luego las tostará, y cuando lo hagan, entonces las galletas estarán hechas. Tarda unos diez minutos," añadí, bajándola. "Es un horno nuevo por lo que tendré que seguir pendiente."
"¡Bien, bien, bien, bien!" Saltó con deleite y se echó en los brazos de Brianna. "¡Mamá ! ¿Me lees una historia hasta que las galletas estén hechas?"
Bree alzó las cejas y miró a Roger, que sonrió y se encogió de hombros.
"¿Por qué no?" dijo él, y fue a buscar en la pila de diversas pertenencias que habían dejado contra la pared de la cocina.
"¿Trajiste un libro para los niños? Eso es espléndido," le dijo Jamie a Bree. "¿Dónde lo conseguiste?"
"¿Hacen ahora libros para niños de la edad de Mandy?" pregunté mirándola hacia abajo. Bree había dicho que ella ya podía leer un poquito, pero nunca había visto en una imprenta del siglo XVIII algo que pareciera comprensible- y mucho menos atractivo- para alguien de tres años.
"Bueno, más o menos," dijo Roger sacando la gran bolsa de lona de Bree de la pila. "Esto es, había- hay, quiero decir- unos pocos libros que están destinados a niños. Aunque los únicos títulos que me vienen a la cabeza en este momento son «Himnos para divertir a los niños», «La historia de Little Goody Two-Shoes», y «Descripciones de trescientos animales»"
"¿Qué tipo de animales?" preguntó Jamie que parecía interesado.
"Ni idea," confesó Roger. "No he visto ninguno de esos libros, sólo leí los títulos en una lista de una revista académica."
"¿Alguna vez imprimiste algún libro para niños en Edimburgo?" le pregunté a Jamie, el cual sacudió la cabeza. "Bueno, ¿y qué leías tú cuando estabas en el colegio?"
"¿De niño? La Biblia." Dijo, aunque debería ser evidente. "Y el almanaque. Después de que aprendiéramos el abecedario, quiero decir. Luego hacíamos un poco de latín."
"Quiero mi libro," dijo Mandy firmemente . "¿Me lo das, papá, por favor?" añadió viendo a su madre con la boca abierta. Bree cerró la boca y sonrió, y Roger rebuscó en la bolsa, luego sacó......
Mandy es una niña precoz
ResponderEliminarEl libro de Jamie!!! El que esta dedicado a sus nietos :)
ResponderEliminarQuiero más. ..más
ResponderEliminar¿Saco el libro que escribio Jamie?
ResponderEliminarGracias !!!Realmente hermoso...pude imaginar claramente la imagen de ese momento!!!
ResponderEliminar¿Cómo logró viajar!!! Que emoción la fuerza del Amor todo lo puede, si es según la Voluntad de Dios!
Sí los libros de Jamie 😍😍😍😍
ResponderEliminarUhhh me quedé con ganas de seguir leyendo màs...hasta cuándo la espera?? Jaja
ResponderEliminarGenial de todos modos, adoro a Mandy,con sólo 3 añitos lo q debe ser! Jaja
Gracias x la traducción
Gracias por ese adelanto, estoy esperando este nuevo libro con ansias, espero que no tarde mucho, jejeje.
ResponderEliminarHermoso,nuevamente reunidos.
ResponderEliminargracias por adelantarnos estas perlas que hacen aun mas llevadera la espera
ResponderEliminar¡Maldita seas Diana Gabaldon¡ Todavia estoy llorando al leer Viajera. Tan buena escritora, investigadora, artista de la pluma ligera, decimos en Argentina sobre los/as escritores que nos hacen transportar de una ficción a una historia que nos suena como verdadera.
ResponderEliminarPerdon, fue con Atrapada...que llore a mares.
ResponderEliminarLo que me gustaria saber cuando saldrá publicado en español el libro 9. Me he leído todos dos veces, a parte estoy a la espera de la tercera temporada de la serie. Me encanta todo!!!
ResponderEliminarOh señor!!! Muchííísimas gracias por este bonito adelanto,cuantíísimas ganas de leer este libro!!!
ResponderEliminarDeseando tenerlo ya!!! Lo bueno se hace de rogar!!!😉😉
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