Fuente/Source: Outlander Behind the Scenes
Traducción: Rosana Ardanaz Arranz
Hoy es el 272 aniversario de la Batalla de Culloden que, como ya conocemos, puso fin al modo de vida de los montañeses de las Tierras Altas en Escocia. Esta tragedia, relativamente reciente, se conmemora anualmente en Escocia y en Nueva Escocia (Canadá), y puede ser que en algún otro lugar. Hablaremos de ello en un minuto, pero primero, he aquí algunos datos interesantes sobre la vida en las Tierras Altas antes de Culloden:
Extractos:
“En el siglo XVII el jefe del clan era tanto un caballero como un bárbaro. Su territorio le pertenecía por consentimiento del clan cuyos miembros eran sus terratenientes, quienes a su vez prometían lealtad al jefe.
Durante siglos, el rey no tenía autoridad en las Tierras Altas, y por ello, seguros en sus fortalezas en las montañas, los clanes se libraban de cualquier represalia. Esta especie de independencia facilitaba las contiendas entre los clanes, cuyas consecuencias eran a menudo trágicas. Existen muchas historias sobre celos, atrocidades y continuos asaltos para robar ganado, mercancías y mujeres.
El sistema de los clanes era la base de la vida en las Tierras Altas. Las masacres eran algo ordinario, pero la que tuvo lugar en Glen Coe en 1692 nunca podrá ser olvidada.
Glen Coe es un valle en la parte norte de Bute en Strathclyde. Incluso hoy en día, en invierno, Glen Coe es un lugar lúgubre, siendo allí donde, en febrero de 1692, 37 MacDonald fueron asesinados por sus huéspedes, una compañía de milicia de los Campbell.
A los jefes de los clanes de las Tierras Altas les había llegado una orden procedente del Rey Guillermo III por la cual tendrían que pronunciar un juramento de lealtad hacia él antes del 1 de enero de 1692. El MacDonald de Glen Coe, por una serie de circunstancias desafortunadas, llegó demasiado tarde para hacer dicho pronunciamiento.
El rey montó en cólera y Sir Robert Dalrymple de Stair, le sugirió que los MacDonald tendrían que ser exterminados por su desobediencia. El Rey accedió.
Los Campbell, enemigos de los MacDonald desde siempre, recibieron la tarea de llevar a cabo tan terrible cometido: fueron a visitar a los MacDonald, y tras una semana de convivencia en aparente cordialidad asesinaron con la espada a todo varón menor de 70 años.
Unos 37 MacDonald perecieron, incluyendo el jefe del clan, Alasdair MacDonald, conocido como Maclain. Sin embargo, algunos miembros consiguieron escapar e informar al resto de los clanes de la matanza.
Incluso hasta hoy en día, el 9 de rombos en una baraja de cartas es conocido como “La maldición de Escocia” porque la disposición de los rombos tiene un cierto parecido con las armas del Señor de Stair (Robert Dalrymple) quien, junto con Guillermo III, fue el mayor responsable de la masacre. Otro recordatorio de la matanza es un cartel a la entrada de la Posada de Clachaig en Glen Coe donde se lee: “Prohibidos los Campbell”.
El sistema de los clanes estaba ya muriendo en el siglo XVIII; ya era extraordinario que este sistema tribal hubiera sobrevivido tanto tiempo. Los clanes vivían por la espada y morían por la espada, y los últimos rescoldos que quedaron se apagaron definitivamente en la batalla de Culloden en 1746.
A pesar de que el sistema de los clanes ha perdido el poder que tuvo, la gente sigue llevando el tartán de su clan, normalmente en su corbata o en el kilt, para proclamar su orgullo por sus ancestros en un mundo que ya no existe”.
Fuente: www.historicuk.com
Fascinante. Es una buena descripción también para Jamie, ¿no? …”tanto un caballero como un bárbaro”, y además esto es realmente lo que me gusta de él. Hay en ello algo básico que atrae al cerebro primitivo y, aceptémoslo, a las entrañas.
Todavía no he visitado Glen Coe, pero cuando lo haga, tendré muy en cuenta toda esta información que acabamos de leer.
Todavía en el contexto de Outlander, hace un par de años conocí a la hija de un líder de clan actual: el MacDougall de Lunga. Algo después, en septiembre de 2017, estuve en una cena en una propiedad restaurada de 400 años de antigüedad en la costa occidental de Escocia, situada en tierras de los MacDougall, compartiendo un festín de langosta y bogavante (cogido del mar aquélla misma mañana y preparado por nosotros mismos, siendo para mí la primera vez que lo hacía) y una interesante conversación con el actual jefe del clan, el laird.
Cuando le conocí me chocó lo inglés que es. Por supuesto no esperaba que fuera un Colum MacKenzie, pero tampoco esperaba a un inglés. Él me explicó que cuando Escocia e Inglaterra se unieron para formar el Reino de Gran Bretaña en los inicios del siglo XVIII, se llegó a un acuerdo por el cual todos los jefes de clan serían enviados a la corte para ser instruidos. Por tanto, dijo, el hecho de parecer inglés era algo que todos los jefes compartían desde 1707.
Mientras la lluvia caía sobre el tejado, nos sentamos en lo que fueron los establos y ahora servían de comedor, mientras el mar atlántico rugía en el exterior, solo a un tiro de piedra de donde nos encontrábamos. Fue mágico. Durante horas comimos, bebimos, nos reímos y conversamos. Fue una velada de cocktails, aperitivos, deliciosa comida, conversación estimulante, whisky, puros y chocolate. Mientras escuchaba a este hombre tan fascinante, su identidad como jefe del clan era perceptible. Hablaba con otras personas en la mesa sobre lo que hacía esta u otra familia, quién representaría al clan en la próxima reunión…Era como la misma Escocia, donde lo moderno coexiste con lo antiguo.
En ese mismo viaje mi madre y yo nos alojamos en el hotel Culloden House, que está solo a 3 Km y medio de Culloden Moor.
La estructura original permanece desde el siglo XVI; el Príncipe Carlos, el Joven Pretendiente, y sus comandantes, lo utilizaron como cuartel general (entonces se llamaba Culloden Castle).
Fuente: Undiscovered Scotland
Hace muy poco se descubrió aquí una fosa común.
Extracto:
“La historia dice que 16 de los oficiales del Joven Pretendiente, descubiertos cuando se ocultaban en los sótanos de Culloden House, donde el príncipe pasó la noche antes de la batalla, fueron asesinados por los casacas rojas y enterrados en el “Bargas Tree” (El árbol de Bargas) en el terreno cercano.
El árbol, un olmo inglés, dejó de existir hace mucho, igual que una lápida de metro y medio con la inscripción “Aquí yacen los soldados asesinados por los ingleses tras la Batalla de Culloden”.
Donde estuvo aquel árbol solo queda hoy un montículo de hierba.
Pero una investigación geofísica ha mostrado la existencia de tres hoyos bajo el montículo.
Robert Cairns, el Presidente de la sociedad Arqueológica Lochaber, que se encarga de la investigación, dice estar muy ilusionado con los resultados.
El Señor Cairns hizo el sorpresivo anuncio ante la sociedad Jacobita Un Círculo de Caballeros, fundada en 1747 un año después de la batalla de Culloden.
Un miembro de Un círculo de Caballeros, David McGovern, de 45 años, que es también un cantero tradicional del pueblo de Monikie en Angus, dijo: “parece que hemos encontrado las tumbas de los mártires. La historia siempre ha dicho que estaban enterrados allí, pero ahora la ciencia moderna parece haberlo confirmado. Estamos deseando ver los resultados de la excavación. Esta fue la primera atrocidad de lo que fue, en su intención y propósito, un genocidio”.
Fuente: Express
Un poco más abajo por la carretera, se encuentra Culloden Moor, donde tuvo lugar la batalla, y que se conserva muy bien. Como muchas otras cosas en Escocia, la historia está en la misma superficie, y la gente hoy en día vive con ella. Creo que ésta es una de las razones que hacen a los escoceses lo que son; tienen por todas partes recordatorios de lo que fueron y de quienes fueron.
En estos días también se está librando una batalla, esta vez sobre la posibilidad de construir casas alrededor del páramo. Recientemente he oído que, después de perder la primera ronda, los partidarios de la construcción han apelado a un tribunal superior. Os lo dice un americano: ¡conservad vuestros tesoros! ¡Construid en otro lugar!
¿Habéis estado alguno de vosotros en Culloden Moor y visto el video en 360 grados que recrea la batalla? Es perturbador y devastador…la verdad es que yo solo quería irme de allí. De todas maneras, lo recomiendo.
He encontrado una versión de este vídeo en youtube, y aunque no sea exactamente como estar allí, os advierto de que es difícil de ver.
En el día de hoy tuvieron lugar ceremonias para recordar esta brutal masacre y la destrucción de un modo de vida…
Es interesante saber que desde hace muchos años tiene lugar en Nueva Escocia, Canadá, una ceremonia parecida, que este año será el 21 de abril.
Extracto:
“…la ceremonia anual conmemora esa batalla –y la resultante emigración de escoceses a las costas de Nueva Escocia- donde se encuentra el Culloden Memorial Cairn, construido en 1938.
El Cairn, un túmulo de piedras, está dedicado a Angus y Hugh MacDonald y a John MacPherson, que lucharon en la batalla para Escocia con el Regimiento del Clan Ranald.
Ronald St. John MacDonald, de Baileys Brook, con la ayuda de muchos hombres locales, diseñó el túmulo, el único de su clase fuera de Escocia, que está hecho con piedras procedentes del campo de batalla de Culloden.
Situado en la carretera de Pictou County, un cartel, en inglés y gaélico, da la bienvenida a los visitantes del lugar histórico.
La adición más reciente ha sido una lápida que marca el lugar del Mill Brook Pioneer Cemetery, donde los tres hombres que lucharon en Culloden están enterrados”.
Fuente: www.ngnews.ca
Este es el tributo de la serie Outlander al comienzo de aquél día tan trascendental:
Para finalizar, he aquí algunas fotos enviadas hoy por el gran Matthew Roberts. El episodio 301 fue un tributo hermoso a la batalla. La actuación de Sam fue tan emocionante…
Para todos los hombres (y muchachos) que lucharon en la Batalla de Culloden, las mujeres que les ayudaron, y que les perdieron, y la cultura que quedó destruida….estáis en nuestro recuerdo.
Yo he visitado el Campo de Culloden, he visto el vídeo, se me puso la carne de gallina¡ todas estas piedras con el nombre de los clanes, señalando donde están enterrados tantos hombres, mujeres y niños, que murieron por defender una forma de vida. Les traje flores y llore¡ os aseguro que se me cayeron las lagrimas¡ ver este vasto campo de lleno de tumbas¡. No permitan que se edifique por favor¡ déjenlos descansar en paz en su querida tierra.Voy a Escocia cada año, amo a estas gentes tan amables, tan encantadores y tan buena gente. ALBA GU BRAHT. Escocia, escoceses¡ estáis dentro de mi corazón.
ResponderEliminarLa atrocidad de la guerra y de las limpiezas etnicas, tan presentes en tantas epocas diferentes y países diversos es un fenómeno que sigue encogiendo el corazón de tristeza. Porqué es un fenómeno universal que recuerda inevitablemente lo cruel que es el hombre para el hombre. Y ese dolor queda prendido y perceptible en el lugar, incluso muchos años o siglos después. No importa que no se sea de la misma etnia o nacionalidad. El dolor, confusion y caos que generan estos genocidios se sigue palpando en los lugares que los soportaron. El unico consuelo en este caso y es bien triste, consiste en pensar que la emigración de los restos de clanes sirviera para preservar su herencia, sin que esta acabara muriendo en Escocia. Si el conflicto no se ha resuelto todavía esperemos que no vuelva a resurgir. Resciem in pace todas las victimas !
ResponderEliminarEmotiva descripcion y adhiero a que se respete el sitio donde tantos escoceses dieron la vida por su tierra , sus tradiciones , cultura , su bandera .Desde Argentina un abrazo fraterno a ESCOCIA toda ,al recuerdo y homenaje por el 272 aniversario de la batalla de Culloden .
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