Fuente/Source: Libby Hill para Los Angeles Times
[SPOILERS DEL EPISODIO 210 DE OUTLANDER, PRESTONPANS]
Esta no es la serie que esperábamos.
Bebés que nacen muertos, intrigas políticas, y complicadas guerras distan mucho del romance épico que la serie mostró ser en su primera temporada, y sin embargo, con cada episodio de la nueva T2, Outlander se abre como una serie capaz no solo de representar la envergadura del amor, sino también las complejidades de la vida.
En Prestonpans, el ejército jacobita finalmente participa en la guerra que nos anticiparon desde el comienzo de la temporada, y la realidad no es para nada bonita. La guerra en Escocia durante el siglo XVIII no dista mucho de los combates de hoy en día: soldados tratando de sobrevivir dicho combate, por un precio mucho más alto que su paga como tales.
Por mucho que crea Bonnie Prince Charlie (príncipe Carlos Eduardo Estuardo) que su padre es el legítimo heredero, y por mucho que el escocés promedio crea en esta causa, en última instancia no es su batalla. Ni siquiera Charles Stuart (Carlos Eduardo Estuardo) los considera de tanto valor como a los soldados británicos, pidiéndole a Jamie que convenza a Claire de tratar primero a los prisioneros británicos antes que a los heridos jacobitas. A pesar de su buena voluntad, el ejército jacobita no es más que un peón en un juego de gran escala.
Aunque tal vez lo más impresionante que consigue Prestonpans es como sin ningún tipo de esfuerzo analiza la toxicidad masculina.
Dougal MacKenzie no es otra cosa más que un muchacho de propaganda con niveles de testosterona incontrolables, un rasgo que a veces puede manifestarse de manera positiva, como cuando, sin ningún tipo de temor, se ofrece como voluntario para testear la ciénaga, y ver si es posible que los jacobitas la crucen y así atacar al ejército británico; o de manera negativa, como cuando con regocijo sacrifica a los soldados británicos heridos en el momento posterior a la batalla.
Ambas manifestaciones extremas de la masculinidad de Dougal son criticables en sí mismas. La primera, porque a pesar de la valentía, fue demasiado intrépida y descuidada, ya que solo logró ponerse a sí mismo en más peligro que el necesario. Y la segunda, porque deja en evidencia la manera desagradable y cruel en que su ego se manifiesta con el botín de guerra.
Pero mucho mejor aún que la crítica explícita por las acciones de Dougal, es la manera en que Outlander proveyó relaciones masculinas superiores, como contrapartida a Dougal.
A lo largo de todo el episodio, Jamie y sus tropas exhiben una cierta reticencia a la batalla que está por venir. A pesar de estar ansiosos por hacer algo más que permanecer sentados y esperar órdenes, hay algunos soldados que predicen activamente la lucha contra un ejército británico mejor equipado.
Personajes que sabemos son feroces guerreros, como Murtagh, expresan su preocupación de participar en una batalla más grande de la que se podría dar entre clanes y preguntan a Jamie cuántos hombres deberán morir para que una muerte realmente importe, en una escaramuza de la envergadura que están a punto de enfrentar.
Rupert y Angus conversan en la víspera de la batalla sobre lo que ocurrirá si uno de ellos muere. Angus inicia la sentida, aunque un poco ridícula, conversación, mientras que Rupert trata de manera ansiosa de evitarla, y no porque no se sienta cómodo con expresar este tipo de sentimientos, sino porque cree que conversaciones de este tipo llaman al diablo y traen mala suerte.
La mayoría del tiempo, los soldados jacobitas no tienen miedo de expresar sus emociones, su amor, su temor y su aprehensión. Tal vez estén incómodos con esta guerra que deben pelear, o la idea de una muerte sin propósito, o con quitar la vida a alguien, pero no le temen al amor y la manera de expresarlo.
Cuando Angus muere, luego de salvar la vida de Rupert en el campo de batalla y llevarlo de regreso hasta Claire para ser atendido; es una pérdida trágica y sin sentido, que sacude a nuestros personajes hasta lo más profundo de su corazón. Quieren celebrar esta victoria sobre los británicos que parecía improbable, deleitarse en esta pequeña buena noticia antes del mal inevitable que está por venir, pero la guerra, como la vida misma, tiene bajas.
Lo que Outlander comprende y continúa mostrando a medida que despliega su segunda temporada es que la vida es una batalla para la que cada individuo ha sido reclutado. Cada uno de nosotros se curte con las victorias y las derrotas, aún cuando la única seguridad que tenemos es que nadie sobrevivirá la guerra.
Todo lo que los personajes de Outlander pueden hacer, al igual que cada uno de nosotros, es luchar con valentía, de la mejor manera posible, y por el mayor tiempo posible. Proteger a nuestros amigos y expresar nuestro amor, y con la esperanza de que con todo lo que poseemos dentro, seamos capaces de vivir para luchar otra batalla.
Aún no he visto el episodio pero me sé de memoria los libros. Hoy me pongo al día con la serie, este post me ha despertado el apetito por la historia. Gracias, excelente review.
ResponderEliminarGracias. Es una visión muy realista de lo que ocurrió
ResponderEliminarExcelente review y el capítulo lleno de emoción . Agregar algo a lo aquí expresado está de más . Sólo manifestar mi agradecimiento a Diana Gabaldon por crear esta saga y a quienes realizan esta serie tan creativa en lo conceptual y en lo estético , toda mi admiración.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en lo que se refiere a todo lo que conlleva una guerra pero no con lo de representar la envergadura del amor que por cierto la han deja do muy de lado en esta temporada .
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, a pesar del romanticismo que lleva implícito el ser seguidora de la saga, pertenecer a varios “clanes” en las redes sociales y amar profundamente los relatos de Diana Gabaldon, un guerra es una guerra, sea en el siglo que sea, el pueblo es levantado en armas por políticos sin escrúpulos con ansias de hacer realidad, al precio que sea, sus ideas.
ResponderEliminarComo bien dicen en la serie:” En todas las batallas hay miles de hombres olvidados que no son nombrados en la Historia.”
Magnifico capitulo y muy buen articulo .
Interesante artículo, me encantó.
ResponderEliminarA pesar de que, desde un principio, se nos dijo que las cosas no salieron bien en la revolución (para los Jacobitas, claro), aún así me desespera ver cómo todo se va desarrollando. En este último episodio emitido, llegué a un nivel de tensión inmenso, y eso que aún falta camino por recorrer. Mientras temía el resultado de la batalla, sabiendo que muchos morirían, el ver a Angus llegar con un mal herido Rupert fue chocante. Todo el tiempo temiendo que Rupert no despierte y sabiendo que algo no andaba bien con Angus... hasta su final impactante. El realismo que caracteriza esta serie es fenomenal. Amamos y odiamos a los personajes, tememos por ellos e incluso lloramos por sus muertes.
Dado que no conocía la existencia de esta saga hasta hace dos semanas, cuando por azar di con la serie, cada cosa que pasa me sorprende. Planeo leer los libros cuando acabe mi lectura actual!
Excelente reseña y la verdad muy buenas actuaciones cuando los actores son buenos en expresar lo que sienten no necesitan palabras y este episodio fue el caso!!!!
ResponderEliminarLa vida es una batalla para la que cada uno hemos sido reclutados!! No podría haber sido más exacto!! Buenísimo el análisis de lo mejor que eh leído sin duda, captó cada fibra de la historia! Lau Miguens
ResponderEliminarBuen artículo! Sacar lo bueno del horror de una guerra!
ResponderEliminarEs cierto, que incluso yo a veces he buscado consuelo en mi sufrimiento, en rebajar mi grado de ansiedad y estrés que conlleva mi día a día, comparando mi situación con la de aquellos que en sus vidas se vieron abocados a ir a una guerra, o tuvieron que enfrentarse al hecho de despedirse de un ser querido que se va a luchar y que no sabes si volverás a ver. Qué horrible, verse en esa situación, como horrible debe parecer buscar consuelo haciendo estas comparaciones, pero es simplemente una manera de aliviar mi sufrimiento, sintiéndome afortunada en comparación con ellos. Pero que lejos de la realidad, ya vimos en el episodio anterior las terribles secuelas que deja una guerra, por lo que la comparación dista mucho de ser semejante con nuestro día a día dentro de esta sociedad ampliamente capitalista y a veces banal. Lamentablemente, las guerras siguen hoy día, con todas sus secuelas y de alguna manera el temor a que algún día nos alcance no es una idea a descartar. Yo crecí con ese temor cuando mi tía abuela me contaba el horror de la guerra civil española, me narraba como iban corriendo, huyendo de los bombardeos que sufrió la población civil malagueña, una de las peores que han acontecido en nuestra historia, viendo morir a los suyos, recogiendo a niños que de pronto eran huérfanos en esa huida hasta Almería. Pude comprobar las secuelas que les dejó, cuando una prima hermana de mi madre, que era una niña en esa masacre que vivieron, en su lecho de muerte con más de ochenta años, ya inconsciente, volvía a rememorar en voz alta entre delirios esos días tan fatídicos. Gritaba sin parar, tita corre corre corre…
Busquemos consuelo de otra forma, y no comparemos nuestra lucha diaria con la calamidad de una guerra y aprendamos de una vez por todas que deben de acabarse, que debemos ser humanidad para vivir en armonía y nunca justificar ni hacer pasar a nadie por el trance de vivirla. Aprendamos con los libros de Diana y con esta serie, que saben sacar a relucir nuestros buenos valores, a seguir la senda de la unidad y buena convivencia entre pueblos, a dar un paso hacia adelante en saber perdonar y de verdad ser hermanos entre todos por mucho daño que nos hayamos hecho en el pasado…….en fin quizás es pedir demasiado….no lo sé….en definitiva es aprender de lo bueno que se puede sacar de algo tan tremendo, como hemos visto en este episodio, y lo volver a repetir el sufrimiento humano con actos violentos….
Estoy enamorada de la serie y de esta maravillosa historia de Diana, que está poniendo pasión a mi vida!! gracias a los que hacéis posible la serie y gracias Diana Gabaldon