Fuente/Source: New York Times
Traducción: Rosana Ardanaz Arranz
Cada serie de televisión tiene sus cosas. Cuanto más cerca están de la historia original, más se le ven las costuras cuando se tira de ellas. Outlander ha tenido sus propios problemas, pero el episodio de esta semana ha tirado de sus costuras de tal forma que es imposible ignorarlo: la serie empieza a tener un problema con Jamie.
Una parte esencial de la premisa de Outlander es que Jamie es el personaje noble que impulsa la historia: un hombre honorable que lo hace lo mejor que puede en tiempos difíciles, defendiendo a los desamparados y comprometido en el amor. Es el anti héroe, y en teoría eso es un cambio refrescante. Pero en la práctica, parte de esa grandeza empieza a parecer más el resultado de que todos le perdonan sus errores. Y finalmente, ya se empieza a notar la presión.
Por ejemplo, cuando Jamie trae a su sobrino Ian a casa, a Lallybroch. Jamie mintió a sus padres, preocupados por él, sobre su paradero, pero antes de que pasen 10 minutos, ya ha sido perdonado tan completamente que se atreve a dar a Jenny consejos sobre cómo criar a los hijos. ¡Sabe incluso cuál es la forma más eficaz de castigar al joven Ian sin violencia corporal! ¿Es que hay algo que no pueda hacer? (Sinceramente, quizá no. A veces la mitificación de Jamie parece sobrenatural. Adorables niñas bailan con él en fiestas a cámara lenta porque se sienten tan atraídas por esta tristeza varonil….).
Los guionistas del episodio parecen esperar que estas escenas dulcifiquen un poco la gran revelación: hace años se casó con Laoghaire y nunca se lo dijo a Claire. Y eso quiere decir que tenemos que ser testigos del horror que embarga a Claire cuando las hijas de Laoghaire vienen a saludar a su papi.
Es lógico el foco en el horror de Claire. Pero aunque el episodio empieza con la voz en off de ella -claramente mostrándonos que lo que vamos a ver en este episodio será desde su punto de vista- y la justa ira de Caitriona Balfe está llena de energía, la pelea es tan complaciente con Jamie que se ve que la historia está siendo llevada al límite.
Puede ser fascinante para un hombre que se vale del honor para enfrentarse a los compromisos, tan humanos, que ha tenido que tomar para poder sobrevivir. Y al menos, admite que mintió a Claire porque tenía miedo de perderla. Pero eso debería ser el comienzo de, bien su redención, o bien de que está empezando a convertirse en el malo. Pero nada de eso ocurre.
Jamie se enoja con Claire porque ella asume que él es el padre de la hija menor de Laoghaire; le dice a la niña que él y su madre no tienen el tipo de unión que “mantiene a las personas juntas toda la vida”, una excusa de divorcio bastante vulgar. Y la ira de Claire está sexualizada, tanto por Jamie como luego por la serie, cuando ella cede, convirtiendo su ira en preliminares al sexo, lo quiera o no (esto es especialmente notable, dado que la táctica de Jamie sería considerada un asalto si viniera de cualquier otro personaje, ya que le impide a ella irse, rompe el mobiliario y la inmoviliza cuando lucha contra él). Pero el episodio no le hace reconocer nada de eso. De hecho, la única preocupación de Jenny al recoger los destrozos de la habitación es que Jamie es infeliz.
Esto queda aún más en relieve porque Claire se pasa todo el episodio haciendo penitencia por su ausencia de 20 años. Jenny -que no sabe nada del viaje en el tiempo- la culpa por “irse” sin buscar a Jamie y por no contactarse con ellos. “¿Pensabas que nosotros estábamos simplemente congelados en el tiempo, esperando a que volvieras?” pregunta. La cámara sigue a Claire mientras deambula incómodamente por la casa que antes fue su refugio, cada vez más insegura con su decisión de volver y sintiendo que todas sus conexiones se han perdido.
Genial. Entonces ¿qué pasa con Jamie?
¿Por qué debería esperar que Claire le perdonara una mentira tan deliberada y por su reacción tan despreocupada? ¿Dónde está la profundidad de su carácter si no le afecta el daño que ha infligido? ¿Es la ira de Laoghaire una excusa para que Jamie no se tenga que disculpar? ¿Tenemos que pensar que “si no te quedas conmigo prefiero morirme” es romántico y no solo un sentimiento de culpabilidad? (Para cuando Laoghaire está empuñando una pistola, ya nos parece que Claire y ella están peleándose por un hombre que no lo merece, lo que no es algo bueno para un papel masculino protagónico).
Todavía nos queda la esperanza de que esto se convierta en un problema con el que Jamie tendrá realmente que lidiar. Incluso las vistas más pintorescas desde un acantilado no pueden distraer a Claire del hecho de que se está temiendo que ha regresado en el tiempo por un hombre que no lo merece. Es una preocupación que merece la pena ser explorada, y que puede dar muchos beneficios dramáticos. El hecho de que el Joven Ian sea capturado por unos marineros, lanzándoles a los dos a otra trama antes de que Jamie tenga que responder de verdad por algo, es menos prometedor.
Se supone que Outlander es una serie sobre dos personas imperfectas cuya relación es complicada pero poderosa (el viaje en el tiempo es un marco narrativo muy práctico, pero la verdadera historia SON Jamie y Claire). Sin embargo, esto requiere dos personas imperfectas. Algún día, la serie hará que Jamie haga algo mal. Pero no esta vez.
Una parte esencial de la premisa de Outlander es que Jamie es el personaje noble que impulsa la historia: un hombre honorable que lo hace lo mejor que puede en tiempos difíciles, defendiendo a los desamparados y comprometido en el amor. Es el anti héroe, y en teoría eso es un cambio refrescante. Pero en la práctica, parte de esa grandeza empieza a parecer más el resultado de que todos le perdonan sus errores. Y finalmente, ya se empieza a notar la presión.
Por ejemplo, cuando Jamie trae a su sobrino Ian a casa, a Lallybroch. Jamie mintió a sus padres, preocupados por él, sobre su paradero, pero antes de que pasen 10 minutos, ya ha sido perdonado tan completamente que se atreve a dar a Jenny consejos sobre cómo criar a los hijos. ¡Sabe incluso cuál es la forma más eficaz de castigar al joven Ian sin violencia corporal! ¿Es que hay algo que no pueda hacer? (Sinceramente, quizá no. A veces la mitificación de Jamie parece sobrenatural. Adorables niñas bailan con él en fiestas a cámara lenta porque se sienten tan atraídas por esta tristeza varonil….).
Los guionistas del episodio parecen esperar que estas escenas dulcifiquen un poco la gran revelación: hace años se casó con Laoghaire y nunca se lo dijo a Claire. Y eso quiere decir que tenemos que ser testigos del horror que embarga a Claire cuando las hijas de Laoghaire vienen a saludar a su papi.
Es lógico el foco en el horror de Claire. Pero aunque el episodio empieza con la voz en off de ella -claramente mostrándonos que lo que vamos a ver en este episodio será desde su punto de vista- y la justa ira de Caitriona Balfe está llena de energía, la pelea es tan complaciente con Jamie que se ve que la historia está siendo llevada al límite.
Puede ser fascinante para un hombre que se vale del honor para enfrentarse a los compromisos, tan humanos, que ha tenido que tomar para poder sobrevivir. Y al menos, admite que mintió a Claire porque tenía miedo de perderla. Pero eso debería ser el comienzo de, bien su redención, o bien de que está empezando a convertirse en el malo. Pero nada de eso ocurre.
Jamie se enoja con Claire porque ella asume que él es el padre de la hija menor de Laoghaire; le dice a la niña que él y su madre no tienen el tipo de unión que “mantiene a las personas juntas toda la vida”, una excusa de divorcio bastante vulgar. Y la ira de Claire está sexualizada, tanto por Jamie como luego por la serie, cuando ella cede, convirtiendo su ira en preliminares al sexo, lo quiera o no (esto es especialmente notable, dado que la táctica de Jamie sería considerada un asalto si viniera de cualquier otro personaje, ya que le impide a ella irse, rompe el mobiliario y la inmoviliza cuando lucha contra él). Pero el episodio no le hace reconocer nada de eso. De hecho, la única preocupación de Jenny al recoger los destrozos de la habitación es que Jamie es infeliz.
Esto queda aún más en relieve porque Claire se pasa todo el episodio haciendo penitencia por su ausencia de 20 años. Jenny -que no sabe nada del viaje en el tiempo- la culpa por “irse” sin buscar a Jamie y por no contactarse con ellos. “¿Pensabas que nosotros estábamos simplemente congelados en el tiempo, esperando a que volvieras?” pregunta. La cámara sigue a Claire mientras deambula incómodamente por la casa que antes fue su refugio, cada vez más insegura con su decisión de volver y sintiendo que todas sus conexiones se han perdido.
Genial. Entonces ¿qué pasa con Jamie?
¿Por qué debería esperar que Claire le perdonara una mentira tan deliberada y por su reacción tan despreocupada? ¿Dónde está la profundidad de su carácter si no le afecta el daño que ha infligido? ¿Es la ira de Laoghaire una excusa para que Jamie no se tenga que disculpar? ¿Tenemos que pensar que “si no te quedas conmigo prefiero morirme” es romántico y no solo un sentimiento de culpabilidad? (Para cuando Laoghaire está empuñando una pistola, ya nos parece que Claire y ella están peleándose por un hombre que no lo merece, lo que no es algo bueno para un papel masculino protagónico).
Todavía nos queda la esperanza de que esto se convierta en un problema con el que Jamie tendrá realmente que lidiar. Incluso las vistas más pintorescas desde un acantilado no pueden distraer a Claire del hecho de que se está temiendo que ha regresado en el tiempo por un hombre que no lo merece. Es una preocupación que merece la pena ser explorada, y que puede dar muchos beneficios dramáticos. El hecho de que el Joven Ian sea capturado por unos marineros, lanzándoles a los dos a otra trama antes de que Jamie tenga que responder de verdad por algo, es menos prometedor.
Se supone que Outlander es una serie sobre dos personas imperfectas cuya relación es complicada pero poderosa (el viaje en el tiempo es un marco narrativo muy práctico, pero la verdadera historia SON Jamie y Claire). Sin embargo, esto requiere dos personas imperfectas. Algún día, la serie hará que Jamie haga algo mal. Pero no esta vez.
Esta persona no se ha leido los libros o lo los ha entendido,esta serie es una de las pocas que he visto tan fieles al libro,pero que te pasa, claro que se equivoca y lo reconoce'porque soy un cobarde'y que quieres,por muy educado y moderno que sea, sigue siendo un hombre del siglo 18 y los dos tienen mucho caracter, no es la primera pelea que vemos, y él reacciona asi porque esta desesperado y no encuentra otra manera de convencerla, y como tú has dicho, es la historia de dos personas imperfectas, y por amor se perdonan muchas cosas, si tienes pareja lo entenderas
ResponderEliminarQueda mas que manifiesto lo que se ha perdido por todas las adaptaciones a los libros en esta temporada. Quienes hemos tenido la dicha de leer TODOS los libros publicados, tenemos una percepción mas completa de la situación de Jaime y Claire, y de los motivos de su actual vida y relaciones.
ResponderEliminarNo es que Claire y su familia lo disculpen tan fácilmente. En el libro, es enorme la pelea entre Janet y Jaime, y el castigo que el debe aplicar por su mano al joven Ian.
Es también mucho más profunda la discusión entre Claire y Jaime por lo de Laoghaire,y se perdió también el que ella lo abandona y va en camino a las piedras para regresar a su tiempo cuando le avisan que está moribundo por el balazo de Laoghaire. Y que ella regresa no muy convencida. No le va tan bien a Jaime como lo hacen quedar en la serie. Espero que en los próximos capítulos se pueda reflejar mejor toda la complejidad de su personaje. Y en cuanto al matrimonio mismo, en el libro no se menciona que se haya decidido por las niñas, que apenas son nombradas, sino porque el se deja convencer por su hermana para juntar dos soledades, ya que nota muy bien cuanto sufre aun por Claire.
Yo creo que el problema está en que ésta es una temporada que se tendría que haber desarrollado en 16 capítulos (como la primera) y no en 13. Me da la sensación de que los productores han apostado por la serie, pero sólo "a medias", es decir, con pocos capítulos para no perder mucho dinero si la cosa iba mal. Si a eso le añadimos que, para mi gusto, los capítulos de Boston fueron demasiados, eso nos da como resultado lo que estamos viendo: escenas cortas, cosas sin explicar y situaciones que no quedan redondas.
EliminarEstá claro que quien ha escrito este artículo no ha leído los libros, porque Claire está muy más enfadada en ellos que en la serie, donde no lo reflejan del todo bien, ya sea por falta de tiempo o porque no han querido hacerlo. En cuanto a la pelea que tienen ellos dos en la habitación, que dice que es como un hombre obligando a una mujer a no irse y sexualizando el momento, en el libro es así, esto lo han echo bien, incluso él la llama perra y otras cosas peores. Creo que es lógico que Jamie le ocultara la verdad, sino ella se habría ido en el momento en que llegó. Para quien escribió este artículo todo lo que haga el protagonista está mal, lo toma todo como una actitud machista, pero es que esta historia está desarrollada en el siglo XVIII, no en el XXI. Disfrutemos simplemente de la serie sin analizar tanto cada escena y sin pensar si se han desviado demasiado de los libros o no. Las series y las películas que están basadas en libros solo son adaptaciones, no tienen por qué hacerlas igual.
ResponderEliminarcomparto totalmente el comentario anterior....esta claro que quien escribió el articulo no ha leído los libros.... para las que hemos leído toda la saga es fácil entender la compleja relación Jamie-Claire...no es tan liviana como se ve en la serie ...comparto que disfrutemos la serie tal cual nos presentan pero invito a todos a leer los libros que te sumergen en una historia maravillosa...
ResponderEliminarTotalmente deacuerdo con vosotros, que le pasa, por muy abierto que sea Jamie,no deja de ser un hombre del siglo XVIII, debería disfrtar de la serie y callar,es una de las adaptaciones mas fieles alos los libros que he visto
EliminarTotalmente de acuerdo contigo
ResponderEliminarAdhiero en el comentario!
ResponderEliminarEl periodista no leyó los libros y aunque está haciendo reseña de la serie y no de la obra escrita, también es cierto que quienes si hemos leído las novelas sabemos que Jaime si es un anti héroe, porque en eso no se equivoca el periodista. Pero también es un príncipe. Y de la complejidad de la relación entre ellos ni hablemos que no terminamos hoy. Así que lo que sí hay que internalizar es que la tv tiene un lenguaje que la final hace que se pierdan muchas cosas en las adaptaciones. Hasta ahora la serie va bien y las actuaciones son lo mejor. Cuando la cosa avance y la historia tenga menos recovecos que la actual temporada quizás, solo quizás podamos ver la riqueza de los matices de Jaime y Claire, que por cierto, no es que no se haya podido ver, porque repito una de las mejores cosas de la serie es la actuación de sus dos personajes principales...
ResponderEliminarsi a estas alturas no han dado a Jamie toda la profundidad que tiene, no creo que se lo vayan a dar ya. la serie es muy superficial respecto a los libros
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el primer anónimo, hay que leer los libros!! no me cansare de decirlo!. Tal vez si que van demasiado rápido, pero por el grueso del libro, sería imposible realizar la serie así, sería demasiado larga y poco comercial. Paciencia que falta mucha historia aún. Leerse los libros antes de juzgar la serie.
ResponderEliminarNo hace falta leerse los libros para ver que el autor/a está equivocado, discrepo totalmente y la serie plasma perfectamente todo.
ResponderEliminarPor dios... soy firme defensora del "no es no", pero vamos a ver, eso es una riña entre dos enamorados y en plena pelea él la besa, y ella le sigue... la pasión es fortísima y es una de las escenas que más me han gustado. En cuanto a la pelea que dice de Laoguerie y Claire, Claire no esta peleando con ella, Laoguerie la insulta y luego dispara a Jamie, punto. Y aún asi, un hombre que no lo merece? Y eso según quien? Tendra que decidir Claire no? Además yo creo que se explica muy bien el motivo de los actos de Jamie y no hay ninguna maldad en ellos.