Fuente/Source: Del libro "Historia de la rebelión de 1745" de Robert Chambers, publicado en Edimburgo en 1827 y compartido en Facebook por Gordon, de Hamilton & Young.
La rebelión jacobita de 1745 fue la última de cuatro intentos, y se debió a un conflicto de religiones. El corazón del mismo fue la separación de la dinastía Stuart por cuestiones religiosas. El Rey Jacobo VI (hijo de María I, Reina de Escocia, Mary Queen of Scots) se convirtió a la religión protestante, como lo habían hecho la mayoría de los escoceses. Su nieto, el Rey Jacobo II de Gran Bretaña, se convirtió al catolicismo e intentó instaurarlo como la principal religión del país. Profundamente impopular, se vió obligado a abdicar y huyó a Francia. Fue reemplazado por el Rey Guillermo III, protestante (también nieto de Jacobo VI) y su esposa María II (hija de Jacobo II). Entonces, existían dos líneas de la Casa Real de los Estuardo, ambas descendientes de Jacobo VI; la rama protestante que gobernaba Gran Bretaña, y los descendientes exiliados en Francia de Jacobo II (llamados jacobitas). Este es un punto importante de entender, ya que la rebelión de 1745 no fue una guerra entre Escocia e Inglaterra, fue una rebelión de los jacobitas que apoyaban el catolicismo, contra en gobierno de Gran Bretaña.
La rebelión separó familias
Como en todas las insurrecciones, la rebelión del '45, como se la conoce, dividió familias, dejando a su paso dolor y sufrimiento. Una descripción que llama mucho la atención en este libro es la captura del conde de Kilmarnock, un simpatizante del catolicismo, en Culloden. El conde se encontraba indispuesto, mientras era llevado a lo largo de la línea de los soldados británicos, y había perdido su sombrero. Con su pelo desordenado al viento, el noble daba una imagen penosa. Entre los soldados británicos que permanecían mudos y de pie ante esta triste y lamentable imagen, estaba su hijo, lord Boyd, que en un intento por aliviar de alguna manera la humillación que estaba sintiendo su padre (y que implicaba un peligro para él también), rompió filas, colocó su propio sombrero sobre la cabeza de su padre, y retornó a la formación.
Los Highlanders jacobitas demostraron gran valor
La mayoría de los escoceses (e ingleses) no respaldaban la causa jacobita, ya que veían en ella el intento de imponer sobre la mayoría, por medio de las armas, una religión que no apoyaban, de lo que nunca se ha dudado es del valor de los clanes católicos que estuvieron junto a Carlos Eduardo Estuardo. Mientras que las decisiones y acciones de éste pueden haber sido desacertadas y él haya sido tal vez informado de manera errónea, sus Highlanders lucharon con valentía, honor y sufrieron de manera inmensa por ello.
Carlos Eduardo Estuardo, Bonnie Prince Charlie |
El "Joven Zorro" nunca llegó a Culloden
Simon Fraser, Master of Lovat (conocido como "El joven zorro", hijo del astuto "Viejo Zorro" también de nombre Simon Fraser) en realidad nunca llegó a la batalla de Culloden. A pesar de que los Highlanders del clan Fraser fueron al frente de la primera carga en Culloden (y sufrieron terriblemente como consecuencia de ello), el Joven Zorro aún iba en camino, a la cabeza de sus hombres, hacia el campo de batalla. En las cercanías del conflicto, se cruza con hombres que huyen de la sangrienta masacre, y con las banderas flameando al viento y las gaitas sonando, dio la vuelta y huyó a las tierras Fraser.
Uno de los secretarios de su padre registró que "Simon no hubiera tenido ningún interés en esta rebelión, si le hubieran permitido decidir por sí mismo". Pero su padre, El Viejo Zorro, era un hombre muy estricto y ejercía gran poder sobre sus hijos. Entonces, a pedido de su padre, Simon lideró al clan a favor de Carlos Estuardo. Tiempo después, el joven pasó a servir con distinciones en las tropas británicas y reclutó ejércitos que lucharon en la Guerra de los 7 Años, en Quebec, Canadá; y en la guerra norteamericana de independencia.
Simon Fraser Master of Lovar, The Young Fox, El Joven Zorro |
Nota al pie: Su padre, "El Viejo Zorro" fue un ferviente partidario de la corona en la rebelión de 1715, pero luego cambió de bando en la rebelión de 1745.
Simon Fraser, Master of Lovat, The Old Fox (El Viejo Zorro) |
En la vida real, un oficial de apellido Fraser logró salvarse de ser ejecutado después de Culloden.
Después de la batalla, 19 oficiales jacobitas heridos fueron llevados al patio de Culloden House, donde el mayordomo, poniendo en riesgo su vida, intentó ayudarlos. Cuando los oficiales fueron descubiertos por las tropas del gobierno, fueron arrestados, juzgados, y condenados a ser fusilados. Uno de ellos, sin embargo, John Alexander Fraser, a quién habían creído muerto, fue observado por un joven oficial del gobierno, lord Boyd, y notó que Fraser aún seguía con vida. Lord Boyd lo transportó a un edificio cercano donde trataron sus heridas. Fraser sobrevivió, y vivió durante muchos años.
Batalla de Culloden |
Esta fue una rebelión cruel que enfrentó a padres contra hijos, y hermanos contra hermanos.
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