5 de diciembre de 2018

Outlander S4E4: Jamie y Claire demuestran a un oso quien es el que manda.

Fuente/Source: The Spinoff
Traducción: Rosana Ardanaz Arranz


El nuevo mundo ya no es tan nuevo, especialmente cuando estás matando osos que quizá no son osos de verdad, y cuando tu madre ya lleva allí unos doscientos años. Tara Ward nos resume este episodio.

¡Madre del amor hermoso, colegas!, ¡Outlander HA VUELTO! Ya sé que en realidad nunca se fue, aunque quizá sí hizo un pequeño viajecito a través de las piedras, en algún momento entre la captura del Joven Ian por los piratas y la aparición de ese tío que hablaba con un coco. Pero encerremos todo eso bajo llave en nuestra “cueva Jamie Fraser” de recuerdos reprimidos, porque esta semana Outlander nos hizo sentir orgullosos.

Jamie: soy tan feliz…
Claire: estás a punto de pisar una caca de pantera
Es un nuevo amanecer, es un nuevo día, y Jamie Fraser se sentía bien. Llevaba sus gafas favoritas para firmar el documento que le otorgaba una pila de hectáreas de tierras del gobierno, que Claire y él colonizarán como los intrépidos caballos de carga que son. Esperemos que Jamie haya firmado también el traspaso de la propiedad del enorme centro de flores del Gobernador Tryon, porque quedaría fenomenal en el Cerro Fraser, entre las tiras de cecina fresca y las entrañas de John Quincy Myer que están esparcidas por el suelo.

Esperad, que estamos adelantando acontecimientos. Primero, tenemos que congratularnos por lo reconfortante y alentador que ha sido este episodio. Si no era Claire asegurando a una Marsali a punto de soltarlo que iba a ser una madre increíble, era Jamie intentando convencer a Claire de que Brianna se las iba a arreglar muy bien sin ella. Apenas nueve minutos tras el comienzo del capítulo, y las cosas ya iban tomando un cariz más tierno que el abdomen de John Quincy Myer después de que le atacara el hombre-oso.

Qué contenta estoy de que Jamie no llevara el tricornio. Tengo debilidad por ese sombrero, y me habría provocado una montaña rusa emocional, absolutamente por mi culpa.

Claire: No, tú eres la mejor
Marsali: No, TÚ eres la mejor
Jamie y Claire empiezan su nueva vida en las montañas, bañados en el aura dorada del colonialismo. Claire dio rienda suelta a su carácter de mujer que dispara rifles y limpia pescado, y mostraba una chispa y una vidilla que no le habíamos notado desde que vio a Jamie jugar al hockey en el Castillo de Leoch. Jamie y ella comenzaron a construir su casa, para poder pasarse el resto de sus días andando por ahí desnudos y comiéndose a besos. No soy fan de la desforestación, pero con Jamie Fraser hago una excepción. 

Jamie: me quedó “niquelao”…
1971 fue también un cúmulo de emociones. Roger el historiador encontró una referencia al Cerro Fraser, descubrió una copia del documento de cesión que Jamie firmó al principio del episodio y llamó a Brianna para decirle que “Claire encontró a Jamie”. Fue un momento incómodo, muy bien conseguido, entre estos dos tortolitos peleados, mientras la noticia de Roger quedaba suspensa en el aire y Brianna se daba cuenta de que le importaba un carajo el gato del pastor. Lo único que importaba era que Claire había encontrado a su patata caliente escocesa. Todo había merecido la pena. 

Brianna: incluso tener que hacer el Batitraje ha merecido la pena.
Quedas perdonado, Roger. El gato del pastor es un gato listo, y TU ESTAS LLORANDO.

De vuelta en el Cerro Fraser, la felicidad doméstica de Jamie y Claire queda interrumpida por las visitas de los cheroquis, que estaban supermosqueados por los chanchullos coloniales que tenían lugar en sus tierras ancestrales. “Es un mensaje”, les advirtió el peludo hombre de la montaña John Quincy Myer. “La próxima vez quizá no sean ya tan corteses”.
 
John Quincy Myer: Además, los tricornios son una mierda.
¿Sabéis lo que no fue cortés? El oso que atacó a mi nuevo amigo John. Mientras Claire sostenía con su pulgar e índice absolutamente toda la cavidad abdominal de John, Jamie fue a demostrarle al oso quién era el jefe. “¡Te matarán!” gritó Claire. Y si a Jamie y Claire se les ocurre alguna vez renovar sus votos matrimoniales, por narices tendrán que incluir un “¡te matarán!” y un “¡te dije que te quedaras aquí!” y un “¡metí todo un rebaño de vacas en la prisión, sólo por ti!”. Esos dos…son tan monos….

La escena de la lucha con el oso me dio más miedo que cuando Laoghaire se enteró de que Claire había vuelto a Lallybroch. Dientes y garras por todas partes. Yo me estaba cagando en silencio, pero Jamie se las arregló para mantenerse vivo y darse cuenta de que la bestia que había matado era en realidad un hombre con una piel de oso por encima.

No estaría bien, así que definitivamente NO VOY A MENCIONAR que el pelo de Jamie tenía un aspecto INCREÍBLE después de todo el follón.
 

Jamie devolvió el cuerpo a los cheroquis, que le explicaron que el muerto había sido desterrado de su tribu hacía años. Jamie había hecho lo que ellos no podían. Acordaron que ya no se derramaría más sangre y le dieron a Jamie el nombre de “Mataosos”, que es infinitamente más guay que “Tío con pelo chungo que vivió en una cueva”.

No hay nada como una profecía sobre la muerte para cargarse el estado de ánimo general, así que terminamos con dos presagios de muerte. Adawehi le dijo a Claire que “a la muerte la envían los dioses. No será tu culpa”, mientras que en Inverness Fiona le mostró a Roger una esquela que informaba de la muerte de Claire y Jamie en un incendio, ahí por los años 1770.

La madre que te parió, Fiona. 

Cuando te das cuenta de que alguien más sabe que la madre de tu chica es una viajera en el  tiempo que actualmente está viviendo en 1768 con su máquina de amor pelirroja.

Roger no sabía qué hacer. ¿Querría Brianna saberlo, teniendo en cuenta que Claire llevaba muerta ya 200 años? Llama para contarle la verdad, y se entera de que Brianna ya estaba en Escocia, visitando a su madre.

¡PERO ESPERA, QUE SU MADRE VIVE EN 1768!

Bravo, Outlander. Resultó un capítulo tan agradable de ver como un burro corriendo libre como el viento por los bosques de Carolina del Norte. Fue un episodio perfectamente equilibrado que nos dio tiempo y espacio para disfrutar de Claire y Jamie dándose el filete contra un árbol o hablando de pólvora, mientras que al mismo tiempo movía los acontecimientos de la historia a un ritmo ágil y eficaz. ¿Y la noticia de que Brianna se ha ido a buscar a su madre? Os veré en las piedras lo más pronto posible.



1 comentario:

  1. Qué divertida forma de escribir Rosana :) soy chilena pero me "he descojonado de la risa" con tu escrito. Muchísimas gracias. A mi también me gustó mucho el episodio.

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