6 de febrero de 2019

#DailyLine (ADELANTO) Libro Nueve: La vida en el cerro

Fuente/Source: Diana Gabaldon


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Hacia media tarde había progresado bastante con mis medicamentos, había tratado tres casos de urticaria, un dedo dislocado (provocado por patear una mula en un ataque de mal genio), una mordedura de mapache (sin rabia; el cazador había sacado el mapache de un árbol y al ir a cogerlo descubrió que no estaba muerto. Era una faena pero no era infeccioso).

Jamie había hecho mucho más. La gente no había parado de subir a la casa durante todo el día, en un constante goteo de curiosidad y buena vecindad. Las mujeres habían parado a charlar conmigo sobre los MacKenzies y los hombres habían paseado por la casa con Jamie con promesas de volver de vez en cuando a echarle una mano.

"Si Roger Mac e Ian pueden ayudarme mañana a traer madera, los Leslie vendrán pasado mañana a ayudarme con las vigas del suelo. Pondremos la piedra del hogar y lo bendeciremos el Miércoles. Sean McHugh y un par de sus hijos me ayudará a poner el suelo el Viernes, y empezaremos el trabajo de estructura al día siguiente, Tom MacLeod dice que puede ofrecerme medio día y el hijo de Hiram Crombie, Joe, dice que él y su hermanastro también puede ayudarme con ello" me sonrió. "si el whisky dura podrás tener un techo sobre tu cabeza en dos semanas, Sassenach"

Miré dubitativa desde los cimientos de piedra hacia el cielo salpicado de nubes.

"¿Un techo?"

"Bueno con una lona más bien", admitió. "Aún así", se puso de pie y se estiró haciendo una mueca.

"¿Por qué no te sientas un rato?" sugerí mirando su pierna. Cojeaba notablemente y su pierna era un vívido paisaje en rojo y morado, delimitado por las puntadas negras de mi trabajo de reparación. "Amy nos ha dejado una jarra de cerveza"

"Quizás un poco más tarde" dijo. "¿Qué estás haciendo, Sassenach?"

"Voy a hacer un ungüento de arándanos para Lizzie Beardsley, y luego algo de tónico para los gases para el nuevo pequeño- ¿sabes si ya tiene nombre?"

"Hubertus"

"¿Cómo?"

"Hubertus" repitió sonriendo. "O eso me dijo Kezzie, antes de ayer. Dice que es para honrar al difunto hermano de Monika".

"Oh", el padre de Lizzie, Joseph Wemyss, había tomado como segunda esposa a una amable dama alemana de cierta edad, y como Monika no había tenido hijos propios se había convertido en una incondicional abuela para los críos Beardsley. "Quizás le llamen Bertie para acortar".

"¿No tienes corteza de quina, Sassenach?" señaló con la barbilla en dirección a la cesta de medicina que tenía abierta y que había dejado en el suelo cerca de mí. "¿no la necesitas para el tónico de Lizzie?"

"Sí", dije sorprendida de que se hubiera dado cuenta. "Usé la última hace tres semanas y no he escuchado de nadie que fuera a ir a Wilmington o New Bern y que pudiera traerme más".

"¿Se lo has mencionado a Roger Mac?"

"No. ¿por qué a él?" pregunté extrañada.

Jamie se recostó contra la piedra angular dirigiéndome una de esas expresiones pacientes que indican que la persona con la que habla no es demasiado brillante. Resoplé y le lancé un arándano. Él lo cogió y lo examinó.

"¿Es comestible?"

"Amy dice que a las abejas les gustan las flores", dije dudando y poniendo un gran puñado de oscuros arándanos morados en mi mortero. "Pero también habrá alguna razón por las que se les llame arándanos de hiel".

"Ah" me la arrojó de vuelta y la esquivé. "Sassenach, tú misma me dijiste que Roger Mac quería volver al ministerio. Por lo tanto..." dijo pacientemente sin ver ningún signo de reconocimiento en mi cara. "¿Qué harías primero si ese fuera tu propósito?"

Saqué una gran cantidad de grasa de oso amarilla de su bote y lo puse en el mortero, parte de mi mente se debatía entre si añadir una decocción de corteza de sauce y la otra pensaba en la pregunta de Jamie.

"Ah" contesté señalando con el mazo. "Visitaría a toda la gente que había formado parte de mi congregación para informarles de que Mack the Knife estaba de vuelta en la ciudad".

Me miró concentrado pero luego sacudió la cabeza desechando lo que quiera que se había imaginado sobre mí.

"Sí" dijo. "Y probablemente te presentarías a la gente que había llegado al Cerro desde que tú te fuiste".

"Y seguramente en un par de días, todo el Cerro- y probablemente la mitad del coro de Salem- lo sabría".

Asintió amablemente "Sí. Y todo el mundo sabría que necesitas corteza de quina, y la tendrías en un mes".

(Copyright 2019 Diana Gabaldon)
(Y gracias a Elisa Applebaum por el precioso abejorro en la dedalera)


5 comentarios:

  1. Jamie con la pierna "reparada" y Mac "el cuchillo", ¿que está pasando?. Deseando leer el libro

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  2. OOH¡ cuantas ganas tengo de leer este esperado libro¡. Menos mal que tenemos las series de televisión, mientras vamos haciendo tiempo.

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  3. Gracias!!! Al leer Salem se me han puesto los pelos de punta....

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  4. Gracias!!! estoy leyendo con ilusión los adelantos que ofreces a tus fans entre las que me cuento.Soy una lectora impenitente y tú eres una de las escritoras favorita . He reeleido los ocho tomos de la saga .Gracias gracias de nuevo.

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