Fuente/Source: Diana Gabaldon
#DailyLines #LibroNueve #NoTodavíaNoEstá #LoDiréCuandoEsté #MantenedLaRespiración
Aún así, quitó su mano del pestillo y se giró. Esperaría un cuarto de hora, decidió. Si algo terrible fuera
a pasar, seguramente sería rápido. No debería dilatarse en el pequeño jardín del frente, ni mucho
menos estar escondiéndose debajo de las ventanas. Bordeó el patio y caminó por el lado de la casa,
hacia la parte trasera.
El jardín trasero era de buen tamaño, con una huerta, con las verduras ya cosechadas para el
invierno, aunque aún se dejaban ver algunos repollos. Al final del jardín se veía un pequeño cobertizo
de cocina, con una enramada de parra podada en un costado, y un banco a su lado. Sentada en el
banco se econtraba Amaranthus, quién sostenía al pequeño Trevor contra su hombro, palmeándole la
espalda de manera metódica.
"Oh, hola," dijo, divisando a William. "¿Dónde está tu amigo?"
"Dentro de la casa," contestó. "Hablando con lord John. Pensé en esperarlo, pero no quiero
molestarte." Giró para marcharse, pero ella lo detuvo levantando la mano, para luego continuar
palmeando la espalda del niño.
"Siéntate," le dijo, mirándolo con interés. "Así que tu eres el famoso William. ¿O debo llamarte
Ellesmere?"
"Ciertamente. Y no, no tienes que llamarme así." Con precaución, se sentó a su lado. "¿Cómo está el
pequeño?"
"Extremadamente lleno," dijo con una pequeña mueca. "En cualquier momento... oh, allí está." Trevor
dejó escapar un fuerte eructo, acompañado con leche que corrió por el hombro de su madre.
Aparentemente, las explosiones de este tipo eran comunes, William se percató que ella tenía un paño
colocado sobre el hombro, listo para recibir tales cuestiones, aunque el tamaño del paño parecía
inadecuado para el volumen de la producción de Trevor.
"Alcánzame eso, ¿quieres?" Amaranthus cambió al pequeño de un hombro al otro de forma experta y
señaló con la cabeza hacia otro paño arrugado que estaba en el suelo cerca de sus pies. William lo
recogió con cautela, pero parecía estar limpio....por el momento.
"¿No tiene niñera?" preguntó, tendiéndole el paño.
"La tenía," dijo Amaranthus, ceñuda mientas limpiaba el rostro del niño. "La despedí."
"¿Alcoholismo?" preguntó, recordando lo que Lord John había dicho sobre la cocinera.
"Entre otras cosas. El alcohol, en ocasiones...... la mayor parte de ellas, y lo cochina que era en sus
formas"
"¿Cochina de sucia o.....er....... o que carecía de exigencia en la relación con el sexo contrario?"
Ella rió, a pesar de la pregunta.
"Ambas. Sí todavía no hubiera sabido que eras hijo de Lord John, esa pregunta me lo hubiera dejado
claro. O casi." Se enderezó, ajustándose la bata. "Por la forma de preguntarlo, más que por la
pregunta en sí. Todos los Greys, al menos los que yo conozco, hablan así"
"Soy hijastro de su excelencia," contestó tranquilamente. "Cualquier parecido en el discurso debe ser
cuestión de haber estado expuesto a ello, más que de herencia"
Ella emitió un pequeño sonido de interés y le miró con una ceja elevada, sus ojos variaban entre el
gris y el azul, pudo comprobar. En ese momento se igualaban a las palomas grises bordadas en su
bata amarilla.
"Es posible," dijo ella. " Mi padre dice que un pájaro pequeño, un fringílido, aprende su canto de sus
padres, si coges un huevo de un nido y lo pones en otro unas millas más lejos, el polluelo aprenderá
los cantos de sus nuevos padres, en lugar del de aquellos que pusieron el huevo"
Reprimiendo cortésmente el deseo de preguntar por qué alguien pudiera preocuparle los fringílidos
en cualquier caso, simplemente asintió.
"¿No tiene frío, señora?" preguntó. Estaban sentados al sol, y el banco de madera estaba cálido bajo
sus piernas, pero el aire que les azotaba la parte posterior del cuello era frío, y él sabía que ella no
sus piernas, pero el aire que les azotaba la parte posterior del cuello era frío, y él sabía que ella no
llevaba nada debajo, excepto un camisón bajo su bata bordada. El pensamiento le trajo a la mente
vívidamente el recuerdo de la primera visión que había tenido de ella, con su pecho blanquecino
expuesto, y apartó la mirada, tratando de pensar instantáneamente en otra cosa.
"¿Cuál es la profesión de su padre?" preguntó al azar.
"Es naturalista, cuando se lo puede permitir" contestó. "Y no, no tengo frío. Hace siempre mucho calor
en la casa, y no creo que el humo de la chimenea sea bueno para Trevor. Le hace toser."
"Quizás la chimenea no esté funcionando adecuadamente. Dijo "cuando se lo puede permitir".
¿Qué hace su padre cuándo no se puede permitir seguir sus...... intereses particulares?"
"Es librero" dijo con un pequeño tono de desafío. "En [¿Nueva York?¿New Jersey?¿Filadelfia?]"
"Es ahí donde conocí a Benjamin" añadió ella con un pequeño pellizco en su voz. "En la tienda de mi
padre." Giró la cabeza ligeramente para ver el efecto que causaban estas palabras. ¿Desaprobaría
él la relación sabiendo que era la hija de un comerciante?.... Realmente no.. pensó él con ironía....en
estas circunstancias.....
"Tiene mi más profundas condolencias por la pérdida de su marido, señora" dijo él. Se preguntó lo
que ella sabía.... o le habían contado... sobre la muerte de Benjamin, pero parecía poco delicado
preguntar. Y sería mejor averiguar lo que Papá y tío Hal sabían sobre ello antes de adentrarse
en terrero peligroso.
"Gracias." Ella miró hacia otro lado, bajó la mirada pero pudo ver su boca, una boca bastante bonita,
cerrada de una forma que hacía ver que estaba apretando los dientes.
"¡Malditos Continentales"! dijo ella con una violencia repentina. Subió la cabeza y pudo ver a través de
sus ojos llenos de lágrimas que los mismos centelleaban de rabia. "!Malditos sean ellos y su filosofía
idiota! Obstinados, majaderos, charlatanes traidores...... yo...." Paró de forma repentina, percibiendo
su sorpresa.
"Le pido perdón, milord" dijo con rigidez. "Yo....estaba superada por mis emociones"
"Muy....adecuado" dijo con torpeza. "Quiero decir..... muy comprensible, dadas.....las circunstancias."
Miró hacia un lado, hacia la casa, pero no había sonidos de puertas que se abrían o de voces que se
alzaban en despedida. "Puede llamarme William, dado que.... somos.....primos, ¿verdad?"
"Verdad. Tu debes llamarme prima Amaranthus, entonces...es una planta," añadió con un pequeño
aire de resignación de alguien que está obligado a dar esa explicación frecuentemente."Amaranthus
palmeri. De la familia de los Amaranthaceae. Comúnmente conocidos como bledos."
Anotaciones:
Diana Gabaldon utiliza el término banyan que hemos traducido por bata.
El banyan es una prenda masculina de origen persa y asiático, que se introdujo en la moda europea en el siglo XVIII. Proveniente de la palabra “gujarati” que significa “mercader hindú,” el banyan es un traje masculino de mangas anchas, típicamente suelto, abrochado a un costado, e inspirado en los kimonos japoneses que la Compañía Holandesa de las Indias Orientales había importado a Europa. Como piezas del vestuario masculino favorita por los intelectuales de aquella época, aquí revisamos la historia de esta prenda.
Normalmente fabricado en algodón, lino o seda, el banyan era considerada una prenda de estilo informal, especialmente para el uso dentro del hogar, sobre la camisa y los pantalones. La pieza era considerada como una bata o un camisón, y se usaba tanto en las mañanas como en las noches, aunque no para dormir.
También en esta época, una forma liviana de banyan solía ocuparse en la vida pública en temporada de verano, sobre todo en la colonia de Virginia, la primera colonia inglesa en el mundo.
Pájaro fríngilido:
Amaranthus palmeri:
!!!Gracias por las explicaciones y las fotos estan muy lindas!!!!
ResponderEliminarGracias, por la traducción y la información; estupendo.
ResponderEliminarGraciasss x este pequeño adelanto😊
ResponderEliminarEste blog es de lujo! Graciasss GG!
ResponderEliminarMuchas gracias por la informacion.
ResponderEliminarGarcias por la traduccion y por la info extra!!!
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