2 de mayo de 2016

Outlander prueba una vez más que es mucho más sustancial que su reputación


Esta publicación contiene discusión sobre el EP4 de la T2: La Dame Blanche.

Por Joanna Robinson

Cuando la saga de libros de Diana Gabaldon tuvo su debut en televisión el año pasado, recibió grandes elogios por su innovadora descripción del sexo en la pantalla. Sí, la relación entre Claire (Caitriona Balfe) y Jamie Fraser (Sam Heughan) es otro romance entre dos personas muy atractivas, pero había una merecida intimidad y un énfasis inusual en la mirada femenina que lo colocó un punto por encima de esa sensación de sexo gratuito que se ve en otras series. Aún así, con sus viajes en el tiempo, aventuras a capa y espada, y tropos recurrentes del género de la novela rosa (los libros de Gabaldon a veces aparecen en la sección de Romance), Outlander podría ser catalogado como fantasía sexual. Esto fue hasta la emisión del episodio de esta semana, La Dame Blanche, que incluyó un encuentro sexual entre los personajes principales y se asió de manera realista, en dos casos muy distintos, con el concepto e impacto del asalto sexual.

El personaje de Jamie fue sometido a torturas y violencia sexual en el final de la primera temporada, y el fantasma del abuso y del abusador (el villano perfecto interpretado por Tobías Menzies, Black Jack Randall) rondaba como una sombra durante los últimos 3 episodios de esta temporada. "No han visto sexo hasta ahora," dijo Caitriona Balfe en una entrevista, refiriéndose a la sequía del comienzo de la segunda temporada, "porque han estado luchando con su intimidad, y porque Jamie aún pelea contra el trauma de los ataques de Black Jack." Es extremadamente raro para cualquier espectáculo, más aún para uno con apuestos héroes viriles, explorar cómo la psiquis masculina lidia con el asalto sexual. 

A los Frasers les llevó tanto tiempo rendirse a su apasionada química el año pasado, que cualquier fan de Outlander probablemente sintió venir la frustración de otra separación, pero gracias a la sorprendente noticia de que Black Jack Randall aún vive, Jamie reacciona. La idea de poder vengarse de su abusador -presumiblemente la versión siglo XVIII de hacer terapia- permite a Jamie volver a conectarse con su esposa embarazada, en un cándido y dulce encuentro sexual. Y para anclar el momento a la realidad, la barriga hinchada de Claire es el centro de atención.

"Sam y yo, de alguna manera luchamos para mantener la barriga," dice Balfe. "Creo que originalemente pensaron que nadie quería ver eso. Pero -en especial porque su intimidad estaba tan profundamente alterada, era muy importante para nosotros mostrar que éste era su refugio, su escondite de todo lo que los rodea. Diana me escribió un correo electrónico bellísimo sobre el embarazo. Ella fue muy honesta y articuló de manera hermosa el proceso. Las cosas buenas y las cosas malas. Conversamos sobre cómo se sienten las mujeres embarazadas, y cómo esos sentimientos son muy fuertes, dejar eso de lado y no usarlo hubiera sido para mi un gran perjuicio para la aventura de esta pareja."

Outlander, siempre pendiente de la perspectiva femenina, permite a Claire expresar su propia frustración por estar desconectada sexualmente de su esposo. Aún cuando Jamie tiene, con legitimidad, la mayor parte de la escena para procesar su propio trauma, Claire le pide que reconsidere la sensación de aislamiento en la que se encuentra ella. Sí, el sexo entre Jamie y Claire es algo digno de un drama emitido en un prestigioso canal de cable -con barriga y todo- pero aún así, tiene mucho más peso. "Siempre tuvimos la firme creencia que si vamos a mostrar sexo en la serie, y que si va a ser parte de la misma, entonces debe ser una parte integral de la historia," explica Balfe. "Y debe decirte algo sobre el punto particular en el que se encuentra la pareja."

El encuentro sexual entre Jamie y Claire no es la única manera en que el episodio "La Dame Blanche" rompe con la fantasía sexual. El romance clandestino entre Louise de La Tour y Bonnie Prince Charlie amenaza con despedazar la naciente revolución jacobita. O por lo menos, eso es lo que esperan Jamie y Claire. Jamie deja caer la noticia del embarazo de Louise -la consecuencia directa de un encuentro sexual- como una verdadera bomba durante la cena en casa de los Fraser.

Sin embargo, el revés más significativo  de fantasías sexuales ocurre cuando Mary Hawkins -amiga de Claire, vírgen, y con tendencia a los desmayos- es atacada en la calle. El episodio ya había establecido el enamoramiento adolescente de Mary con respecto al hermano menor de Black Jack Randall, Alex, cuando Fergus explica a Murtagh que ella exhibe todos los síntomas de apego romántico (y sexual). Pero la inocencia de Mary (y teniendo en cuenta las estrictas reglas de la sociedad de la época, todas sus chances de casamiento) son destruídas cuando ella y Claire son atacadas por extraños enmascarados en la calle, y abusan sexualmente de Mary. La manera en que lo retrata la cámara es firme, pero no lo explota. No hay nada que excite en este tipo de violencia (y misericordiosamente hacen que sea breve) y el rostro angustiado y magullado de Mary es el foco de la escena.

Toda esa escena se vuelve a repetir en la mente de Mary cuando despierta en casa de los Frasers y ve al dueño de su corazón, Alex, velando por ella. Al contrario de muchos personajes de series de cable que han sufrido abusos sexuales recientes, Mary no cae en los brazos de su preocupado amor. Ella grita, lucha, corre, y cuando él trata de calmarla, sujetándola contra el suelo, esto hace que las cosas se pongan mucho peor. En un momento de la televisión donde el uso del asalto sexual como recurso narrativo es inevitablemente polémico, el trauma de Mary es tratado con respeto y, lo más importante, tiene que ver en todo momento con el desarrollo de su personaje y con el camino que deberá recorrer. 

Entonces, desde la tierna escena de sexo entre una mujer embarazada y su esposo, a una representación sensible de asalto sexual, Outlander prueba una vez más que es mucho más sustancial que su reputación.

Fuente/Source: Vanity Fair

5 comentarios:

  1. Excelente análisis. Estoy completamente de acuerdo y es por eso, entre otras muchas cosas que me gusta tanto la serie. ¡Gracias!

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  2. Hacer el amor estando embarazada es tan natural y maravilloso, como cualquier momento, en la vida de una pareja

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  3. Muy buen análisis, me encanta la serie disfruto cada capítulo y éste último ha sido el mejor de la segunda temporada, espero que no tarden en anunciar que habrá temporadas posteriores porque me quita el sueño que pueda no haberlas, pensar en Viajera adaptada me hace muchísima ilusión porque es un libro precioso y sé que lo adaptarían perfectamente igual que han hecho en estas dos temporadas.
    La escena de amor embarazada fue preciosa.

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  4. El capítulo fue precioso, realista, sincero y tierno por verlos a ellos de nuevo conectando através del sexo. Preciosas esas escenas en ese tono azulado, que le da cariz de sureal y onírico, y con esa preciosa barriga...fue muy tieno y hermoso.
    Pobre MARY, le tocó la parte dura de la historia; la violencia sobre la mujer que se ha dado y se da en la realidad. menos mal que de ese taruma consigue a su amor.

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