Traducción: Rosana Ardanaz Arranz
Es una fresca mañana de junio en la playa de Silverstroom, una recóndita bahía en el cabo occidental de Sudáfrica. Esta porción de arena blanca y suave, normalmente impoluta, está ahora llena de los restos que quedaron de un naufragio catastrófico: barriles, palos de velas y trozos de madera.
En la playa hay dos personas, un hombre y una mujer, ambos mojados y desaliñados. Ella no se mueve, y él se acerca arrastrándose hacia ella, con movimientos desesperados a pesar de que se le ve claramente agotado, apartando de su rostro el cabello lleno de arena. Por un momento, ella permanece inmóvil, hasta que una violenta tos sacude su cuerpo. El rostro del hombre refleja una expresión de enorme alivio.
Ambos están débiles, pero sus brazos se encuentran mutuamente, como si tuvieran un imán, por un momento ajenos a las tres personas extrañas que se les acercan trayéndoles noticias que cambiarán sus vidas... su barco, que partió de Jamaica con dirección a Escocia, se ha desviado considerablemente de su curso, depositándoles en el Nuevo Mundo, en la colonia de Georgia.
Se trata de la escena final del último capítulo de la Temporada 3 de Outlander, un momento lleno de inquietud y de posibilidades, porque Claire y Jamie Fraser se enfrentan a un futuro desconocido en América; pero en este momento, a Caitriona Balfe y a Sam Heughan solo les quedan dos semanas de rodaje antes de que terminen de filmar el episodio, y será en esas dos semanas donde se rodarán la mayoría de las escenas.
Pero no adelantemos acontecimientos.
Nos damos un atracón de Jamie y Claire y de su historia de amor y queremos más y más, pero raramente nos paramos a pensar en la tarea sobrehumana que es transportar su aventura a la pequeña pantalla. Así que, como el capítulo final ya es historia, fijémonos en cómo se ha conseguido.
Todo empezó realmente en la primavera de 2016, cuando los guionistas de Outlander se reunieron para empezar a “romper” la temporada, un proceso en el que construirán la línea narrativa del año próximo trabajando en equipo, empezando con las líneas argumentales principales de los libros de Diana Gabaldon (en este caso de Viajera, la tercera novela de la serie Forastera). Este primer paso va a dotar al guion de su estructura principal. El siguiente será decidir qué más tiene que ocurrir para que nuestros personajes puedan pasar de un punto A a un punto B.
Los productores ejecutivos Matt Roberts y Toni Graphia se asociaron nuevamente para escribir el capítulo final, como hicieron en la T2, haciendo también Roberts su debut como director en dicho episodio. Auque los guiones son normalmente asignados a los diversos guionistas durante el proceso de “rotura” de la temporada, tanto Matt como Toni siempre supieron que el episodio 313 sería suyo.
“El capítulo final es algo de lo que se habla durante toda la temporada”, dice Graphia. “Empezando el primer día y a lo largo de toda ella, todo lo que sucede tiene un efecto como de reacción en cadena que afecta al último capítulo, así que tomamos notas continuamente durante todo el año”.
En estas notas llevan la cuenta de todas las ideas que se les ocurre a los guionistas en el transcurso de la temporada, y Graphia dice que para este capítulo final “rompimos nuestro récord, fueron 277 páginas de notas”. Para que podamos comparar, en un episodio normal, según ella, habría tal vez 25.
Cuando se adapta una saga de libros tan exitosa, al menos los guionistas tienen ya una estructura a seguir, no tienen que crear todo de la nada. Pero esto tiene también sus desventajas, siendo la principal que hay que decidir cuáles, de entre los momentos favoritos de los fans, tendrán inevitablemente que quedarse fuera, dadas las limitaciones de la producción televisiva.
“Hay muchas cosas que funcionan en el libro. Se leen bien, despiertan emociones, te hacen realmente vivirlas. Sientes esa emoción porque pones todas tus experiencias vitales mientras lo lees”, dice Roberts. “Pero nosotros no tenemos ese lujo. Tenemos que enseñarlo de verdad, y hay que rodarlo. Y solo tenemos un presupuesto limitado para cada temporada, así que tenemos que tomar decisiones”.
Las líneas generales del último episodio (de cuando se titulaba “Cambio de mar”) se escribieron a mediados de febrero, y es fascinante ver cómo la historia ha evolucionado desde ese momento; esta primera versión no solo mostraba a Geillis devolviendo al Joven Ian a Claire en Rose Hall sin la más mínima lucha –es decir, que el ritual de la cueva tuvo lugar sin él- sino que contenía también otra línea argumental principal de la novela de Diana Gabaldon: una intensa persecución en el océano entre el Artemis y el Marsopa, que ocurrió antes de que ambos barcos fueran sorprendidos por la tormenta.
|
“Ha estado allí ya más o menos un mes, siendo interrogado, siendo seducido. Está harto, y aquí ya no puede más. La va a matar si tiene la oportunidad”, dice John Bell de la relación del Joven Ian con Geillis. “Está confundido porque sabe que esta mujer no es quien dice ser, está jugando un juego con él, pero él es también un adolescente lleno de hormonas y sexualmente activo. Y se pregunta: ¿Por qué quiero esto?” |
“Es una escena muy larga; y con muchos efectos especiales, así que tuvimos que elegir: ¿queremos al Capitán Leonard en el Marsopa persiguiendo a Jamie? ¿O queremos ver a Jamie y a Claire enfrentándose al huracán?” dice Roberts. “La elección para mí es siempre fácil. Yo quiero ver a Jamie y Claire”.
El principio básico de los guionistas, según Roberts, es que “la única historia a la que tenemos que hacer honor de forma absoluta es la historia de amor entre Claire y Jamie, razón por la cual, cuando se omiten las líneas argumentales o los personajes de Diana, es principalmente porque esos acontecimientos no tienen mucho impacto en la relación entre los Fraser, o porque sería demasiado complicado o caro de rodar. Pero los guionistas también intentan tener en ascuas a los fans, especialmente si llevan ya años inmersos en el mundo de Gabaldon.
“Para dar una sorpresa a los lectores de los libros, entremezclamos un poco todo y les damos lo que quieren, pero no de la forma que esperaban”.
PRODUCTOR EJECUTIVO, MATT ROBERTS
“Los lectores conocen los libros tan bien que esperan las cosas, y nosotros tenemos que hacer que lo disfruten junto con los que no son lectores”, explica Roberts. Para darles una sorpresa, entremezclamos un poco todo y les damos lo que quieren, pero no de la forma que esperaban”.
Terminada la fase en que la historia recibe su estructura principal, el productor, la cadena, el estudio y otros guionistas hacen notas sobre todo lo que creen que habría que cambiar, y estas ideas se incorporan al primer borrador del guion. La mayoría de los guiones pasarán varias revisiones para poder reflejar todas las nuevas notas que vayan saliendo, además del visto bueno del productor, que puede hacer pequeños cambios o básicamente volver a escribir todo el guion, si así lo desean, antes de que el borrador de la producción quede cerrado. Incluso durante el rodaje, es normal que cambie el guion mientras se filman las escenas, si los actores y el director sienten en ese momento que algo no funciona.
Recibí un borrador del guion final en abril, momento en el que el título había cambiado a “El nuevo mundo”, sobre todo porque a Roberts no le gustaba “Cambio de mar”, como él admitió más tarde. En este momento, los acontecimientos principales del episodio estaban ya fijados: El Joven Ian seguía bajo las garras de Geillis hasta que Claire y Jamie le rescataban en la cueva, y el Marsopa no volvió a ser visto después de que John Grey pusiera al Capitán Leonard en su sitio y liberara a Jamie de su arresto ilegal.
“Mientras que el resto del episodio fue rodado en junio en África del Sur, la confrontación entre Lord John y el Capitán Leonard se había filmado en Escocia en febrero, antes de que el guion final estuviera escrito, por un problema de agenda de Steve Berry que le impedía viajar a Sudáfrica para rodar sus escenas en la primera parte de la temporada”
Y porque los guionistas sabían que la temporada iba a terminar en el mismo momento dramático que el libro de Gabaldon, la producción pudo organizarse para ello.
“Este es uno de esos raros episodios en los que sabíamos que íbamos a recrear una tormenta, así que empezamos a trabajar en ello antes de que se escribiera el guion”, revela Roberts. “La idea de la tormenta y la persecución precedió al guión, en lugar de al revés”.
YA NO ESTAMOS EN ESCOCIA
En mi primer día en el set de rodaje, mientras Balfe y Heughan se revuelcan por la arena en pleno invierno sudafricano (hay sol, pero en el aire hay una frescura un poco escocesa, y a diferencia de los protagonistas, que están calados, el equipo está muy bien protegido con chaquetas y gorros), me meto en una tienda de campaña muy acogedora para hablar con la productora ejecutiva Maril Davis, que había llegado el día antes y tenía un jet lag tan fuerte como el mío.
“Ya estamos de lleno en la T4”, nos revela, “a pesar de que el rodaje de la temporada nueva no empezará hasta octubre. Es una máquina que funciona todo el año. Creo que los fans se preguntan por qué no nos damos más prisa, pero es que simplemente no lo podemos hacer más rápido”.
Normalmente, Outlander rueda los episodios en bloques de dos, que consisten en 24 días de rodaje (12 por episodio) y otros 24 de preparación, y eso sin contar con el proceso post- producción de la edición, los efectos especiales, música, diseño acústico, cambios adicionales en el diálogo, y corrección de color.
El capítulo final es “particularmente inusual”, explica Davis, porque el episodio se rueda en solitario, en lugar de como parte de un bloque de dos, y las secuencias y efectos especiales de la tormenta son muy elaborados en comparación con un episodio normal, así que el período post-producción puede durar hasta tres meses.
“Creo que para la gente es una sorpresa que la primera vez que acabamos un episodio entero fue a finales de marzo o primeros de abril”, dice Davis del episodio 301. “Habíamos empezado a rodarlo en agosto del año pasado”.
Un par de días después de rodar la escena final del último capítulo en la playa, Balfe estaba de vuelta en los estudios de Cape Town, la casa “fuera de casa” de Outlander durante los últimos tres meses, enfrentándose a su némesis, Geillis.
Mientras fuera del estudio se ha desatado una de las mayores tormentas desde que hay registros, enfrente de la cámara Geillis y Claire beben té plácidamente (o haciendo como si lo bebieran, en el caso de Claire), e intentan sutilmente sacarse la una a la otra alguna información en un juego muy emocionante de gato y ratón. La mitad de la escena del té no llegará al corte final, porque como el productor Ron Moore me dirá más tarde, “en un momento dado te das cuenta de que no lo necesitas, e incluso que la escena tiene más ritmo sin ello”.
“Creo que la relación de Geillis y Claire ha sido siempre muy interesante”, dice Balfe en un momento de descanso mientras recolocan las cámaras. “Es interesante ver a estas dos mujeres, que tienen esta relación tan especial, porque obviamente las dos están en posiciones totalmente distintas, siendo Geillis un personaje asesino, algo maquiavélico y Claire una persona que solo mata por accidente”.
“Ahora la situación es mucho más arriesgada”, dice Lotte Verbeek, que encarna a Geillis. “Es estupendo volver a ver a mi amiga, pero esta vez está perjudicando mi causa, y eso no se lo tolero a nadie”.
“He estado mucho tiempo en el Caribe, donde hace calor, y creo que he perdido un poco todas mis inhibiciones”.
LOTTE VERBEEK (GEILLIS DUNCAN)
Verbeek nos cuenta que, mientras Geillis no ha cambiado mucho desde la última vez que Claire la vio (debe ser esa sangre de virgen con la que se baña), ha querido mostrar la manera sutil en que la vida le ha marcado el carácter. “Ahora estamos en el Caribe, 20 años más tarde, así que no solo me he hecho mayor visualmente, sino que además tengo cada vez menos paciencia. He estado mucho tiempo en el Caribe, donde hace calor, y creo que he perdido un poco todas mis inhibiciones”.
Graphia admite que siempre tuvo una afinidad especial con Geillis –también escribió el episodio 11 de la T1, “La marca del diablo”, en el que Claire y Geillis son juzgadas por brujería- y dice que consideró este nuevo encuentro como otra batalla entre estas dos mujeres tan fuertes.
En el libro, Claire y Jamie se dirigen juntos a Rose Hall, pero los guionistas decidieron que nuestra heroína debía enfrentarse a Geillis sola "porque realmente esa batalla le pertenece a ella", dice Graphia. "Geillis es su adversaria y su avatar, y queríamos que se produjera un momento de máximo suspenso al final del episodio 12 que nos llevara al último capítulo, y por eso nos desviamos del libro e hicimos que Jamie fuera arrestado, para que no pudiera ayudar a Claire y fuera ella quién tuviera la confrontación inicial con Geillis".
Geillis ha sido un personaje esencial en la historia de Claire desde que comenzó la serie, así que es muy satisfactorio verla volver de esta manera tan inesperada. El compositor Bear McCreary revela que la música que utilizó al principio para el personaje en la T1 se basa en el primer episodio de la serie, “La canción de las piedras”, que se introdujo en la escena de la danza de las druidas de la que Claire y Frank fueron testigos en Craigh na Dun.
“Hasta este momento la historia Geillis siempre había estado asociada con la mística, la magia y los viajes en el tiempo”, dice. “Cuando vine aquí, esa historia toma un camino muy diferente. Me di cuenta de que necesitaba hacer algo distinto con esa pieza, que se viera la diferencia”.
McCreary dice que recurrió a un instrumento llamado yayli tambur –básicamente un banjo- para “distorsionar” las notas de La canción de las piedras y crear lo que llama “La canción del Bakra”, que se convierte en la música de Geillis en la T3.
“Utilizo esa melodía durante los episodios 12 y 13, para incrementar la tensión, para crear esta sensación de exotismo”, explica. “Hay una disonancia ahí que es un poco siniestra, pero no terrorífica, porque Geillis nos gusta…era una buena manera de crear tensión por medio de ese tono siniestro”.
EL HIJO DEL VUDÚ
Roberts describe el capítulo final como “tres viñetas separadas” más que un episodio típico con una estructura en tres actos, que se acopla al enfrentamiento entre Claire y Geilllis, la ceremonia del vudú y el nuevo comienzo.
La ceremonia del vudú es el ejemplo perfecto de algo que estaba en el libro pero que lo hicimos intentando ser un poco diferentes; es como una pequeña comparación con las mujeres danzando en Craigh na Dun, tratando de hacer algo que nos lo recuerde, incluso hacer que Jamie y Claire vean la ceremonia como Frank y Claire lo hicieron la primera vez en el capítulo inicial de la T1 de la serie”, dice Davis.
En el libro, Claire se enfrenta cara a cara con un cocodrilo vivo antes de la ceremonia, y eso, como os podéis imaginar, habría supuesto problemas logísticos para filmarlo. En su lugar, el guion hace que Claire y Jamie se encuentren con la criatura decapitada colgando de un árbol, aunque ese momento no aparezca en el corte final.
De todas maneras, la experiencia de rodar una escena tan ritual y surrealista es valiosa para Heughan, cuando considera dónde empezó la serie.
“El otro día estábamos rodando en la selva, y había un cocodrilo colgado, y una ceremonia de vudú, y te pones a pensar en lo que hemos avanzado desde aquéllos días en el Castillo de Leoch, con la gente bebiendo whisky, hasta llegar a esto”, dice riendo.
Como están pasando tantas cosas en la escena del vudú –desde la ceremonia en sí misma hasta las conversaciones de Claire y Jamie con el Sr. Willoughby, Margaret Campbell y su repugnante hermano Archibald- Roberts nos revela un truco que utilizó para hacer que todo fluyera de forma natural y consistente: se valió de un círculo de hierba alta (que sustituye a la caña de azúcar) para que sirviera como línea del tiempo.
“Sabía por el guión que íbamos a tener un problema de tiempo, porque todo pasa a la vez, pero eso no es posible en la pantalla. Quería poder enfocar la cámara sobre algo y que Ron pudiera decir: ‘vale, ahora necesito usar esto’, y no estar atado a un trasfondo fijo, porque todo parece lo mismo, y que pudiera pasar así de uno a otro”.
“En esta secuencia experimenté mucho”, dice Moore sobre el proceso de edición de la escena. “Cuántas veces volver a mostrar la danza, cuándo hacerlo; cuánto tiempo permanecer ahí; y luego intentar construir un ritmo in crescendo, porque hay un asesinato que tiene lugar hacia el final. Entonces me pareció que era necesario incrementar un poco la velocidad en la que las secuencias se alternan para crear esa sensación de velocidad”.
Con el fin de hacer que la temporada fluyera de forma más natural, dice Davis, se tomaron también algunas libertades con las líneas argumentales de Willoughby y los Campbell. Según el libro, Margaret se había enamorado de un soldado que murió en Culloden, Archibald era un asesino en serie (¡si, de verdad!) y el Sr. Willoughby había traicionado a Jamie ante los recaudadores de impuestos en Edimburgo.
“Willoughby y Margaret terminan juntos, lo que me parece muy bonito”, dice Davis. “Y tenemos así un final más feliz a la historia de Willoughby que antes. A mí me parece que queda mejor con este final”.
Pero el principal problema de la escena del vudú le tocó a McCreary.
“Es un espectáculo de diez minutos de tambor –que se puede oír a casi dos Km de distancia- pero, una vez que llegan allí, hay además un momento de drama, de revelación, de discusión y conflicto, y los tambores no paran”, dice el compositor riendo. “Ron me mostró esa secuencia y me preguntó lo que yo pensaba. Y yo pensé: ‘¡Oh, Dios mío! ¿Cómo vamos a hacer esto?’ pero al final nos salió fenomenal”.
McCreary descubrió que la solución era crear dos piezas musicales: una para el espectáculo del círculo de los tambores en sí mismo y otra melodía que viene y va dependiendo de la acción y los diálogos que tienen lugar en la pantalla, para evitar que una no nos deje oír a la otra.
“Los tambores bajan un poco su volumen cuando hay una conversación, pero todo existe en dos mundos simultáneos”, dice.
Desde el principio, Outlander es conocido por su atención al detalle histórico, desde los diseños de producción de Gary Steele hasta los vestuarios de Terry Dresbach, se vayan a ver dichos detalles en escena o no.
Esto es especialmente el caso en la escena del vudú: aunque nunca vemos directamente a los esclavos cambiarse la ropa de sirvientes por la ceremonial en la pantalla, Dresbach concibió una solución ingeniosa y realista sobre la forma en que estas personas, reprimidas en su vida diaria, podrían expresarse en privado.
Habréis visto que, cuando Claire se encuentra a los esclavos abandonando la propiedad de Geillis al principio del episodio, llevan ropa de lino de colores neutros y apagados. Pero cuando Claire y Jamie descubren la ceremonia más tarde, ellas se han quitado sus pesadas faldas para revelar las ropas más coloridas que llevan debajo, y se desanudan los turbantes para conseguir tocados más dramáticos.
“Todos hemos visto ceremonias de vudú en miles de películas malas a lo largo de los años. En esta serie, nuestra premisa básica con todo lo que hacemos es encontrar una razón práctica y lógica: ¿dónde encontrarían eso y cuánto les costaría conseguirlo?” explica Dresbach. “Yo siempre solía decir sobre Escocia: ‘estás viviendo en esta casa diminuta con cuatro cabras, una vaca y toda tu familia. ¿Cuánto tiempo dedicarías a conseguir el tono justo de rosa?’ Ahora estamos hablando de la cultura de los esclavos. ¿Cuáles son sus recursos y hasta qué punto pueden ser sus ropajes elaborados y complicados? Tienen que recurrir a todo lo que tengan a mano, cogen pequeñas cosas de aquí y de allá, no tienen trajes maravillosos”.
El concepto de reconvertir la ropa está presente en toda la T3, y añade aún más realismo a la serie. En el capítulo final, Claire todavía lleva el Batitraje, sin las prendas exteriores, que ella misma confeccionó cuando se preparaba para volver al pasado, mientras que el traje de Jamie es el mismo que llevó en Francia en la T2.
“Vemos a Claire literalmente desintegrándose a lo largo de su loca aventura, y al final, casi no le queda nada”.
DISEÑADORA DEL VESTUARIO, TERRY DRESSBACH
“Una vez que te convertías en adulto, se esperaba que la ropa te durara toda la vida”, dice Dressbach. Si te fijas bien en el traje de lino negro de Jamie, verás que los bolsillos no son los mismos, los botones se han cambiado, se ha remendado un puño…porque eso es lo que la gente hacía. Es una manera totalmente diferente de concebir la ropa”.
A pesar de que el vestuario es mucho menos llamativo en la T3 de lo que fue en Paris el año pasado, esto no disminuye la carga de trabajo del departamento de vestuario. Cada modelo tiene que tener múltiples versiones, y cada versión tiene que tener aspecto envejecido y gastado para que concuerde con las experiencias vitales de los personajes.
Dresbach admite que ha perdió la cuenta del número de Batitrajes que confeccionaron, pero se acuerda de que le dijo a su equipo que necesitarían hacer al menos 12, y que además cosieron unas 30 camisas de las que lleva Claire mientras el equipo rodaba en Sudáfrica, al mismo tiempo que sus modistas estaban ya trabajando en la T4 en Escocia.
“El reto, por supuesto, no es solo que la gente no se harte de verlo, sino que se lo crea y lo quiera ver muchas veces. Tiene que ser realmente versátil. Y para conseguirlo lo que hacemos es envejecerlo, deshacerlo, siguiendo los acontecimientos de la historia”, dice. “Vemos a Claire literalmente desintegrándose a lo largo de su loca aventura, y al final, casi no le queda nada”.
ABANDAWE
Al final todo se desenreda gracias a Geillis, que amenaza con matar tanto al Joven Ian como a Brianna a favor de su ambición de que un escocés llegue a ocupar el trono.
Durante la semana que pasé allí, la pintura estaba todavía secándose en la cueva, y el rodaje no comenzaría hasta que yo me hubiera ido, pero todos estaban impacientes.
Cuando hablamos, Lotte Verbeek me cuenta que todavía no está totalmente preparada mentalmente para dejar ir a Geillis, pero de todas formas nos ofrece su opinión sobre la dramática desaparición de su personaje: “Creo que es una muerte bella porque muere en medio del punto más álgido de la lucha por su causa, y es lícito preguntarse si hay algo de lo que se arrepiente o si volvería a hacer todo otra vez de la misma manera. Yo creo que sí. Es una escena muy bonita. Nos va a costar tres días rodarla, porque en un lado estamos Cait y yo en la cueva y por otro están Sam y Hercules, y va a ser complicado logísticamente”.
El espacio claustrofóbico presentó algunos problemas durante el rodaje, me cuenta Roberts de vuelta en Los Angeles, donde nos hemos reunido en la oficina de producción de la serie en noviembre para hablar del proceso post-producción del último capítulo con Moore.
“Era muy difícil porque solo había dos lugares desde los que podía filmar. Había un gran charco de agua en el medio que ponía límites a lo que podíamos hacer”, recuerda Roberts. “Yo me encargué de la parte de la lucha, así que sabía que Ron podía cortar ahí tanto o tan poco como quisiera, y al otro lado rodamos la parte del enfrentamiento entre Claire y Geilllis, e intentamos dejar abierta la posibilidad de pasar de una a otra fácilmente”.
Los impresionantes efectos especiales como la tormenta son sin duda maravillosos, pero son esas adiciones sutiles –las que se supone que el telespectador no debe notar- las que resultan más difíciles, y la escena de la cueva contiene varias de ellas.
“Creo que hacer que el cuerpo muerto de Geillis quede bien es una de ésas…hay algunas cosas que el ojo ve. Y sabe cuándo está bien hecho y cuándo no”, dice Roberts.
“La sangre saliendo a chorros ha sido un verdadero dolor de cabeza”
RON MOORE
“La sangre saliendo a chorros ha sido un verdadero dolor de cabeza”, en esto está de acuerdo Moore. “Durante toda la serie, desde el principio, tenemos personajes que mueren violentamente, y que les sale la sangre a chorros. El guión solo diría: la sangre sale a chorros. Y tú vas y lo haces y siempre parece falso, así que lo arreglan en la post-producción. Lo repites una y otra vez intentando que parezca real. Es el caso de la sangre que sale del cuello de Geillis, todavía no estoy muy satisfecho con cómo quedó, pero en un momento dado tienes que terminar el proceso”.
Pero hay un efecto aún menos visible que se te puede haber pasado en la escena de la cueva, dice Moore: “Algo que me apuesto lo que sea a que la audiencia ni se va a dar cuenta. Hay varias tomas en las que añadimos antorchas al fondo, porque queríamos cambiar la iluminación un poco. Añadimos estalactitas a las paredes para darles más textura, pero están tan bien integradas que las aceptas con facilidad como parte del plató sin siquiera pensar en ello”.
Otra peculiaridad de la escena de la cueva es que contiene un recuerdo en retrospectiva al episodio 5 “Libertad y whisky”, que escribió Graphia, en el que Claire y su amigo Joe Abernathy examinan unos misteriosos huesos encontrados en una cueva en el Caribe que datan de hace 200 años. Para los fans que no hayan leído Viajera, el momento probablemente pareció salir de ninguna parte, pero más tarde nos dimos cuenta de que en el futuro (que también es el pasado de Claire, ¡madre mía!...), nuestra heroína tendrá en sus manos la calavera de la mujer a la que asesinó –Geillis Duncan- y sentirá un escalofrío inexplicable subiéndole por la espalda.
“Teníamos que decirle al director y al guionista en el rodaje que les advirtiera a todos: “tened cuidado con esto que estáis rodando, tiene que ser muy bueno”, se ríe Graphia. “Y ellos decían: ‘¿pero por qué?’ Y yo les decía: ‘No lo entendéis, pero ya lo veréis. Ese cráneo es muy, muy importante’. Y todos pensaron: ‘¡sí, ya! Si tú lo dices….’”
EL OJO DE LA TORMENTA
Al principio, Geillis ha perdido y el Joven Ian está a salvo, parece que Claire y Jamie pueden finalmente gozar de un pasaje tranquilo. Incluso se las arreglan para hacer el amor….antes de que todo se ponga otra vez patas arriba.
Graphia revela que aunque la escena del afeitado no estaba en realidad en esta sección del libro de Gabaldon (habría estado mejor en el episodio 11, que contenía ya el “asuntillo” de Claire y Jamie con la sopa de tortuga), los guionistas intentan siempre recolocar sus escenas favoritas, especialmente porque esta temporada hemos prometido que habrá más sexo….Nos encanta escribir escenas románticas, y queríamos acabar la temporada en esa nota. Así que rescatamos esa escena de un momento anterior y la pusimos ahí, y creo que a las fans les va a gustar. No hay nada como una mezcla de sexo, muerte y huracanes. Terminas la temporada con una explosión de acción y emociones”.
Rodar la tormenta resultó ser un esfuerzo hercúleo. Roberts nos explica que las escenas en el barco tenían que ser filmadas en mayo porque, paradójicamente, las escenas con mal tiempo requieren buen tiempo para ser rodadas, por razones de seguridad.
El llamado “Equipo de la tormenta” rodó durante siete días, y utilizó un sistema secuencial de tomas en el que el director planifica por adelantado las que han de ser filmadas en el plató –además de las tomas que serán creadas o complementadas con imágenes creadas por ordenador- antes de repasar cada toma que han visualizado. Una vez que el director tiene una serie de piezas filmadas, se las pasa al departamento de efectos especiales (encabezado por Richard Briscoe) que puede ir adelantando el trabajo con los efectos visuales.
“Creo que uno de los días más divertidos para mí en concreto fue antes de la tormenta. Los actores salieron y afortunadamente hacía calor, unos treinta y tantos grados”, recuerda Roberts riéndose. “Abrimos la máquina del agua y del viento y tenían que quedarse ahí de pie unos 5 ó 10 minutos para mojarles del todo. Simplemente, les calamos enteros”.
Las escenas de la tormenta también fueron especiales para Heughan.
“No había mucho que actuar porque, literalmente, tienen una manguera y te la dirigen a la cara, y tú gritas por encima del ruido de la lluvia, pero es increíble”, se ríe. “Es como actuar para Star Trek, cayéndote de un lado a otro todo el rato. Lo disfruté incluso demasiado, golpeándome contra barriles y otras cosas. Hubo un día en que Matt dijo: ‘queremos que te caigas en esa esquina, que la ola te lleve’. Así que me tiré encima de esos barriles, porque pensé que les habían puesto algo para ablandarlos, pero ¡qué va! Fue muy divertido”.
Pero el momento más emocionante del episodio llega cuando a Claire se la lleva una ola; el capítulo final se abre cuando está siendo arrastrada bajo las olas por los aparejos del barco, y más tarde volvemos a esa escena justo antes de que Jamie la salve, compartiendo su aire con ella y devolviéndola a la superficie.
La escena bajo el agua no es más que apenas un par de minutos en la pantalla, pero requirió muchísima preparación. Cuando estaba en el plató tuve la oportunidad de ver al equipo, unas 60 personas en total, preparándose para rodar con los dobles de Balfe y Heughan en un tanque al aire libre gigantesco (equivalente más o menos a seis piscinas olímpicas), con el productor David Brown supervisando el proceso. El tanque tiene dos profundidades. No cubre en los bordes –solo 1.20cm de profundidad- pero en el centro alcanza los 6. El agua tiene que ser calentada para que sea confortable para los actores a pesar del tiempo invernal, un proceso que requiere 24 horas y dos toneladas de parafina para ser conseguido.
Cuando las cuerdas arrastran a Claire, Brown explica que las velas y los aparejos han de ser fijados al fondo del tanque, con cámaras bajo el agua (lo que llaman “el equipo de las ranas”) preparadas para filmar. Mientras se rueda bajo el agua hay dobles que, montados en motos de agua, recorren la superficie del tanque para simular el agua revuelta por la tormenta, y una grúa gigante dejará caer una parte del mástil del Artemis (cuando los dobles estén ya a salvo fuera del agua) para que los cámaras puedan filmar su hundimiento. “Probablemente pasaremos toda la tarde rodando solo ese detalle, que en realidad supondrán cinco segundos de pantalla”, admite Brown.
De vuelta en Los Angeles, unos meses después, Roberts explica el proceso de filmar a Balfe “hundiéndose”, que al final termina consiguiendo con uno de los trucos de cámara más básicos que existen.
“Cuando los ves hundiéndose, en realidad casi todo el tiempo ellos están quietos y es la cámara la que se mueve”, dice. “Así que cuando ascienden, lo que ves es que la cámara está descendiendo, y entonces parece que ellos se mueven hacia arriba flotando”.
Incluso después de haber sido entrenados en técnicas de buceo, Balfe y Heughan usaron recicladores (un aparato para reutilizar el aire que expelen) durante el rodaje para que tuvieran el oxígeno necesario, y había siempre un buceador cerca de ellos, aunque fuera de la visión de la cámara.
La escena requirió también algunos efectos visuales sutiles porque, como dice Roberts, “el problema que hay con las personas inconscientes debajo del agua es….que Caitriona hace burbujas al respirar. Creo que quitamos algunas. Cosas como esas, que no puedes evitar”.
Mientras que Graphia fue quien dirigió las escenas con Geillis, Roberts tenía una visión particular para conceptualizar el huracán, incluyendo el momento que inspiraría el título del episodio final, “El ojo de la tormenta” (el título anterior, “El nuevo mundo”, se cambió “porque alguien lo reveló por twitter, alguien sin nombre; es decir, Caitriona Balfe”, dice Roberts con ironía).
“Se le ocurrió a él la idea de poner a Jamie y a Claire en el ojo del huracán, y creo que es la mejor parte de todo el guion”, dice Graphia. “Yo pensé: ‘¡uy, esa tormenta les va a dar unos cuantos revolcones!’. Él me llamó y me lo describió como algo que iba a quedar genial, porque resulta que suben desde el fondo del mar, salen y hay calma total, el sol brilla y es todo maravilloso, y casi llegas a pensar: ¿es que han muerto? Y entonces de repente la cámara retrocede y ves que alrededor de ellos la tormenta ruge violentamente, y que ellos están en justo en el medio”.
“En su vida siempre hay drama, caos, guerra y conflictos, pero es su relación la que les proporciona esa especie de burbuja que les envuelve y protege, y que es como estar en el cielo”.
PRODUCTORA EJECUTIVA TONI GRAPHIA
“Y esto hizo que el guion tomara sentido, porque es una metáfora de su propia relación. Están en el ojo del huracán. En su vida siempre hay drama, caos, guerra y conflictos, pero es su relación la que les proporciona esa especie de burbuja que les envuelve y protege, y que es como estar en el cielo. Y eso les permite afrontar todas las crisis de su vida, porque los dos juntos disfrutan de una belleza y una calma en sus vidas que les hace ser un verdadero equipo”.
El ojo de la tormenta nos trajo otro de esos momentos de efectos visuales difíciles de encontrar, y Moore espera que no lo descubráis.
“En el guión, hacía sol, porque están en el ojo del huracán. Pero cuando lo estábamos haciendo, nos pareció que no era muy real que hiciera un sol tan intenso”, dice. “Nos pareció más natural que hubiera algo de lluvia, tenía que estar más nublado. Pero el problema es que no había lluvia cayendo con fuerza directamente sobre la superficie del agua. Hacer eso con efectos especiales iba a costar mucho dinero, y no merecía la pena. Así que añadimos un poco de lluvia ligera por encima, y yo estaba muy nervioso pensando que todos iban a notar que la lluvia no golpeaba violentamente el agua”.
Al final, admite Moore, se acordó de una escena en la película La Caza del Octubre Rojo, en la que bajan al protagonista desde un helicóptero a un submarino en medio de una tormenta, pero la superficie del agua está en calma.
“Cuando pones esta lluvia enfrente de la cámara, y subes al máximo el sonido del viento, y con la música de fondo, simplemente quieres creer”, dice Moore, riéndose. “Si lo analizas punto a punto y lo miras bien dices: ‘¡eso no es una tormenta de verdad!’, pero la audiencia se lo cree. Quieren creer que es una tormenta. No están mirando los fallos. Nosotros miramos los fallos”.
EL NUEVO MUNDO
Lo que nos trae de vuelta al punto en el que comenzamos; dos amantes desafortunados que han ido y han vuelto del infierno, agarrándose el uno al otro al borde del precipicio. Escocia siempre será el hogar de Jamie, pero allí es todavía un hombre buscado, su imprenta se ha quemado y su segunda mujer le persigue para sacarle dinero.
“Obviamente, América para Claire es algo muy diferente que para Jamie”, dice Balfe. “Su intención es volver a Escocia cuando dejan Jamaica, pero para Claire América es su hogar, y lo ha sido durante 20 años. Pero esta vez, es con el hombre al que ama, en un tiempo diferente y en un momento distinto de la historia”.
Balfe admite que el hecho de haber vivido ella misma en América durante 13 años le ha ayudado en su interpretación.
“Yo en cierta manera he adoptado también a América como mi hogar, y utilicé ese sentimiento, porque para Claire es como un alivio, es como su casa. Como si fuera algo bueno, porque les ofrece seguridad. Es un lugar que ella conoce y comprende. Sabe mucho sobre esa época. Creo que para ella es un momento de esperanza. No estoy segura de lo que piensa Jamie. Quizá el piensa: “¡Oh, mierda!”.
“Ese día fue muy emotivo”, recuerda Heughan. “Porque él ha sufrido tanto, piensa que la ha perdido, y cuando se da cuenta de que está viva…Creen que todos se han ahogado, pero se entera de que hay supervivientes. Es un alivio para Jamie. Y estar en América, creo que eso es algo en lo que nunca había pensado. No tenía intención de ir allí, pero tiene a Claire, y en ese momento eso es lo único que le importa”.
Una vez más, la música de McCreary ayuda a situarnos entre el pasado y el futuro de Claire y Jamie, representando la vida que dejan atrás y mostrándonos al mismo tiempo que la nueva que les espera va a estar llena de esperanza, porque se tienen el uno al otro. Pero el compositor admite que al principio no sabía muy bien cómo afrontar ese momento de transición.
“Esa toma de dron despegando de la playa….los efectos visuales hacen mucho para comunicar que esto es un mundo nuevo. Me costó mucho proporcionar a esta temporada un acompañamiento musical que fuera al mismo tiempo satisfactorio como conclusión de la temporada y que dejara todo preparado para la siguiente”.
Al final, dice McCreary, decidió concebir la última escena y los títulos de crédito como dos momentos musicales distintos.
Esa toma final, lo que dice la música….es triunfante y épico, pero es una conclusión a la historia que hemos visto. Son temas que asociamos con Jamie y Claire. Nos son familiares. Cuando pasamos a los títulos de crédito, son sonidos completamente nuevos. Son pífanos y tambores, como los sonidos de la Guerra de la Independencia. De hecho, hicimos algunas investigaciones, y es una canción que fue extremadamente popular en la época anterior a la guerra”.
Una vez más, Claire y Jamie se encuentran en una tierra en la que hierve la rebelión, y el sentimiento de la gente está empezando a volverse en contra de los británicos. Pero su principal preocupación, como con tantos otros emigrantes a través de la historia, es la oportunidad de vivir en libertad y perseguir la felicidad.
“Esta temporada ha sido una gran aventura”, dice Heughan. “Ha sido increíble desde el comienzo al final de la T2 con Culloden, pasando por la vida desgraciada de Jamie, perdiendo a Claire y reconstruyéndose así mismo, recuperándola y volviendo a enamorarse de ella nuevamente….La forma en que se ha descrito –la introducción de este mundo nuevo en América- nos hace sentir que estamos al borde de otra gran aventura”.