6 de abril de 2016

Outlander Exclusive | Cómo este traje, inspirado en Dior, fue clave para desarrollar los viajes en el tiempo de la T2


Cuando la diseñadora del vestuario de Outlander, Terry Dresbach comenzó con los preparativos para la segunda temporada del drama de Starz, se encontró con un desafío único: cómo vestir a la protagonista de la serie, Claire Randall (Caitriona Balfe), proveniente de la década de 1940, con atuendos parisinos del siglo XVIII, donde transcurre la T2, y mantener al mismo tiempo su sentido de modernidad. 

"Claire viene de un período muy específico de la década de los 40, inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, y como tantas mujeres de la época, ella ha vestido pantalones, ha trabajado en el ejército, ha sido parte de la primera generación de mujeres trabajadoras, era independiente," contó Dresbach a Vanity Fair. "Entonces, ¿cómo mantienes eso, incluso la facilidad de movimiento corporal, y a la vez la vistes con atuendos parisinos del siglo XVIII, una época donde la vestimenta era hermosa e increíblemente exigente?"

La respuesta llegó a Dresbach, irónicamente, cuando ella misma se transportó en el tiempo en su investigación, hacia los años de la década de 1940, el lugar donde buscó inspiración. Fue en esta época donde ella encontró la clave -el diseñador francés Christian Dior- y su conexión con el siglo XVIII.

"No puedes investigar la década del 40, uno de los períodos más famosos de la moda, sin ver New Look, de Christian Dior." Mientras investigaba, Dresbach cayó en la cuenta que Dior creó su New Look en 1946 y 1947, exactamente la misma época en la que Claire viaja al pasado en Outlander, una superposición extraña en la que decidió indagar profundamente. 

"La gente hoy ve el vestuario de Claire para la segunda temporada, y de alguna manera piensan 'eso no es correcto para esa época.' Bien, no lo es, y tampoco se supone que lo sea. Claire no es una mujer del siglo XVIII, es una mujer de la década del 40, haciendo una reinterpretación propia de la moda del siglo XVIII que se adecúe a sus gustos." Y con Dior, cuando empiezas a mirar con cuidado  lo que hacía, verás que tomaba cosas del siglo XVIII y XIX, cosas como por ejemplo el traje de montar de una mujer, y trasladándolo hacia adelante en la época, para darnos una de las piezas de moda más famosas de la historia: the bar suit


Y este es el look preciso con el que Terry rindió homenaje en el segundo episodio de la temporada, con un diseño de seda hecho a medida para Claire.

"Todos los trajes para la T2 tienen como eje a este," explica Dresbach. "Deseaba que Claire y Christian Dior converjan en la historia, de manera que ambos despojaran a esta vestimenta de los extras y volviéramos a lo básico, a la silueta esencial que define el New Look, y luego define a Claire como una mujer moderna en el siglo XVIII. La chaqueta blanca sobre la falda negra, con el sombrero inclinado sobre su cabeza -ese traje dejó a todos con la boca abierta, creó una verdadera revolución en la moda, e hizo que las mujeres que previamente se habían paseado en pantalones, volvieran a usar corsets. La única diferencia es que la falda de Claire llega al piso, y recreamos un bellísimo par de zapatos de Christian Dior de la década del 40."

Dior diseñó grandes alforjas -jaulas, esencialmente- por debajo de las faldas, las mismas que vestían las mujeres parisinas del siglo XVIII. El mero tamaño de estas faldas hizo que la producción tuviera que crear habitaciones especiales para que las actrices de la segunda temporada pudieran cambiarse, con puertas extra anchas que se adaptaran a sus siluetas del siglo XVIII. Y de pronto Dresbach cayó en la cuenta que debía recordar a los guionistas sobre ciertas cuestiones de la trama que no serían posibles por una cuestión de logística. Por ejemplo, "Si vamos a rodar una escena en la mesa, mientras cenan, nadie puede susurrar en el oído de la persona contigua, porque las mujeres estarían separadas por más de 1 metro de distancia." Otra, "habían escrito estas escenas en las que Claire se estaba quitando la ropa, y yo levantaba la mano y les recordaba que no puede hacerlo sola, y necesitaban poner una criada en la habitación."

Outlander es célebre por sus suntuosas escenas de amor, y Dresbach se encontró una vez más, asegurándose que la moda permitiera ciertas cosas. "No puedes simplemente quitarte la ropa, darte la vuelta, y tener sexo, porque no tienes acceso fácil; hay demasiadas cosas en el medio. Por lo que desvestirse lentamente debe ser parte de lo que lo hace sexy y hermoso." Al final de cuentas, los guionistas optaron por la ficción en lugar de la exactitud histórica. "Hay muchas partes del estilo 'y él le arranca el corpiño,' y yo digo, 'no, no lo hace, los corpiños del siglo XVIII tienen varas de metal, nadie es capaz de arrancar nada."

Con respecto a los hombres durante la segunda temporada, Dresbach dijo que Sam Heughan, que interpreta a Jamie Fraser, "estaba aterrorizado de que yo lo vistiera con seda color lavanda decorada con bordados" porque "los hombres de esta época se vestían de dos formas, como Prince, o Liberace, llamar a la moda masculina de la época 'ostentosa' no le llega a los talones."

Sabiendo que vestir a "un pelirrojo de más de 1.90m de alto en esas ropas sería un desastre," y sabiendo que, como Claire, Jamie no sacrificaría su estilo personal por la moda del momento, Dresbach dice que se enfocó "en el traje clásico masculino. Necesitaba que se mantuviera elegante, y que también se mantuviera heroico, y muy, muy masculino."

En un principio, cuando Dresbach supo que Outlander iría de Escocia a París, estuvo entusiasmada con el desafío, pero pronto cayó en la cuenta que la moda escocesa de ese período -de la que prácticamente no hay registro histórico- a la moda parisina -excesivamente documentada- sería mucho más difícil.

Junto con su taller de unas 30 personas, Dresbach sostiene que han creado cerca de 10.000 piezas para los actores y extras, hasta el punto de crear sus propios botones -sucede que en estos días, no se pueden comprar botones de aquella época- sombreros, zapatos, corsets, enaguas, delantales, guantes, carteras, y hasta abanicos plegables.

"Era la emoción de mi vida, hasta que se transformó en mi peor pesadilla," dice Dresbach, riendo. "Cualquier persona que esté en el mundo de los vestuarios o de la moda conoce este período íntimamente."

Y aún cuando Jamie y Claire puedan en última instancia escapar a este período, el mundo de la moda no lo hará. "Nunca te alejas de él," explica Dresbach. "Es eterno. Seguimos colocándolo en la pasarela, temporada tras temporada."

Fuente/Source: Vanity Fair

1 comentario:

  1. Me encanta el vestuario de la serie. Y realmente tiene sentido la linea de pensamiento de la encargada de vestuario. Claire quizá no usaria Dior en su vida normal de 1940, pero seguro que soñaba con esos modelos cuando los veía en las revistas o en la televisión de4 entoces; en blanco y negro, como cualquiera de nosotras cuando vemos un desfile de alta costura por la tele (si hasta salen en el telediario) En su caso, yo también hubiera aprovechado tener dinero para gastar como una rica para hacerme cosas que me gustaran. Eso es lo que se suele declarar como "gastos de representación"

    Un sufrido y estoico escocés difilcimente tendría el mismo gusto que un petimetre parisino educado en la abundancia y el exhibicionismo. Sin viajes en el tiempo, dos emigrantes escoceses en Francia hubieran tenido un gusto para vestir mucho más contenido que la moda de la capital, y no le extrañaría a nadie.

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