John Doyle: Outlander continúa sobre los hombros de una mujer fuerte
"El amor es lo que nos sobrevivirá" escribió Philip Larkin, observando tumbas y monumentos. Estaba en lo cierto, pero lo que sobrevive en la historia oficial es la historia de todo lo que contaron los hombres.
Outlander regresa para su segunda temporada y la parte clave de su gloriosa calidad es la perspectiva de una mujer, Claire (Caitriona Balfe), en un suceso vital de la historia de Escocia.
Mientras la historia avanza - esquiva, romántica, sexy, por momentos brutalmente violenta y groseramente humana, como es la vida - encontramos que Claire y Jamie Fraser (Sam Heughan) han huido de Escocia hacia Francia. Allí, el plan es impedir la Batalla de Culloden, de la cual Claire sabe que diezmará el estilo de vida de las Tierras Altas y resonará a través de la historia de incontables clanes, familias y países.
En cuanto a la trama teórica (contar detalladamente lo que ocurre en la segunda temporada está restringido por estrictos embargos), lo que despliega es que, gracias al primo de Jamie, un vendedor de vinos, la pareja y su pequeña pandilla escocesa viven entre los ricos y la realeza. Ellos se introducen en el movimiento jacobita anclado en las manos inútiles del iluso Bonnie Prince Charlie.
Lo que tenemos es un drama de época magníficamente elaborado (los sets de filmación y el vestuario son deslumbrantes), pero lo que hace que Outlander sea un drama apasionadamente aceptado por los televidentes es la viva y contundente autenticidad del dúo principal. Especialmente Claire.
Y lo que eleva a la serie al nivel de arte dramático que te deja con la boca abierta es, primero, la sutil perspectiva femenina poco ortodoxa, y segundo, la exitosa creación dentro de la historia principal del poder transformador del amor adulto en todos sus aspectos -placer, deseo, frustración, celos, miedo, dolor y culpa.
Sobre todo, Outlander es físico. La crudeza del lazo entre Claire y Jamie no es erótico ni en sentido abstracto, ni conceptual. Tiene el tirón gravitacional de piel con piel. "Tu vagina está desnuda", le dice Jamie a Claire en la cama en el segundo episodio, que es una traducción traviesa del gaélico coloquial para expresar lo que él necesita decir.
Lo que significa es, entonces, lo que Claire ha aprendido de pasar tiempo con la corte francesa. Y mientras es un segmento pequeño de la historia en expansión, es enormemente esclarecedor. La mayoría de la historia como la conocemos, equivale a la biografía de grandes hombres, su psicología, hábitos y liderazgo. Lo que hacían las mujeres, día a día, es desconocido o ignorado.
En Outlander, la narración puede convertirse en una terrible y repugnante oscuridad. Los últimos episodios de la primera temporada son testimonio de eso. Y es una oscuridad enfáticamente masculina, violenta y cruel. En los nuevos episodios, Jamie aún sufre estrés post-traumático de lo que padeció en manos de Black Jack Randall.
En estas circunstancias, Claire es más que una enfermera o una esposa que hace mimos; ella es la fuerza que dirige todo hacia adelante. Y Balfe, por cierto, continúa siendo extraordinaria - no hay nada emocionalmente circunspecto de su interpretación de Claire.
La segunda temporada se aleja un poco del material original, el libro de Diana Gabaldon Atrapada en el Tiempo, el segundo libro de la saga Outlander. Eso es todo lo que puede decirse específicamente, pero los devotos de la novela pueden estar seguros que el cambio de la narración fortalece a la serie.
"Deseé estar muerta", dice Claire en el comienzo y habla sobre "rozar los bordes de la inconsciencia." La vemos, sola, una figura diminuta en un escenario gigante de montañas, valles y cielos enormes. Pero ella sabe que es lo bastante cabeza dura para sobrevivir a cualquier cosa, si es la vida ruda en las Tierras Altas o en la corte real francesa con todas sus intrigas personales y políticas. "Es una mujer fuerte" dice Jamie de ella poco después de llegar a Francia, que debería ser la sutileza de toda la serie mientras, simultáneamente, lo explica todo.
Outlander ha sido catalogada de muchas maneras, a menudo erróneas, pero el reconocimiento aclamado de la crítica dado al final de la primera temporada, al menos elimina el término "novela rosa" de muchas de las descripciones. Es formidablemente compleja en sus capas de historia, fantasía, romance, política y violencia. Aunque, sobre todo, es extrovertidamente directa en su reivindicación de que la historia es muy diferente cuando es vista a través de los ojos de una mujer fuerte.
Sabemos que la Batalla de Culloden sucedió y una cultura fue casi eliminada de la faz de la tierra. Eso no puede ser cambiado, pero lo que sobrevive es, como dijo Larkin, el amor. Y Outlander es un drama verdaderamente espectacular sobre eso.
Nota del traductor:
John Doyle es periodista del diario canadiense "The Globe and Mail", y en 2015 escribió una review sobre el EP09 de la primera temporada de Outlander: Outlander y las nalgadas oídas alrededor del mundo. Otro de sus artículos que merece ser leído.
Nota del traductor:
John Doyle es periodista del diario canadiense "The Globe and Mail", y en 2015 escribió una review sobre el EP09 de la primera temporada de Outlander: Outlander y las nalgadas oídas alrededor del mundo. Otro de sus artículos que merece ser leído.
Deseando ver esta segunda parte y los cambios de Ron, con respecto a la narrativa de la historia. Espero que no mate la,esencia y nos deje ver ese amor que perdura en el tiempo, entre Jaime y Claire. Gracias por la traducción
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